domingo, 31 de julio de 2011

AUSTRALIA 2. DEPENDENCIAS



Australia es uno de los 14 países independientes que conforman Oceanía y el 6º más grande del mundo. Rodeada por los océanos Pacífico, Antártico e Índico, tiene una línea costera de 25.760 Km y reclama una zona económica exclusiva de 8.148 Km2, sin contar el ‘Territorio Antártico’.

La Gran Barrera de Coral, a corta  distancia de la costa NE., es el arrecife coralino mayor del mundo y se extiende por más de 2.000 Km, con una anchura de entre 100 y 300.

En cuanto al relieve, ocupa una de las masas continentales más antiguas y menos elevadas del planeta. El monte Kosciuszko, con 2.228 metros de altitud, en la Cordillera Divisoria, al NE, es la máxima altura.

Una enorme parte es desértica o semiárida, siendo Australia el país habitado más seco y llano, y el que menos suelos fértiles posee. La parte norte, con un clima tropical ecuatorial, tiene por el contrario una vegetación de selvas lluviosas, bosques, prados y manglares.

El siguiente mapa muestra las variantes climáticas, si bien olvida señalar en el extremo SO., en la zona de Perth, una de las pocas regiones de clima mediterráneo que existen esparcidas por el mundo, lo que se aprovecha para la producción de vino en apreciable cantidad.


La hidrografía constituye una evidencia patente del proceso de desecación que sufre el conjunto del país. Los dos principales ríos, pese a su longitud, parecen fangosos arroyos, y los antaño grandes lagos son hoy salares con lagunas en su fondo. Sin embargo, en la mitad occidental existe un importante acuífero subterráneo.

A pesar de la aridez, hay gran diversidad de hábitats. Dado su prolongado aislamiento, el 85% de las plantas con flor, el 84% de los mamíferos y más del 45% de las aves son endémicas, aunque estas especies autóctonas están amenazadas por las actividades humanas y por la introducción de especies exóticas.

La fauna llama la atención por la presencia de curiosos monotremas (ornitorrinco y equidnas) y marsupiales (canguros de numerosas variedades, algunas carnívoras, y koalas) y aves como el emú y las cacatúas. 

El dingo fue introducido hacia el 4.000 a.C. por asiáticos que comerciaban con los aborígenes australianos.

Es asimismo notable la abundancia de animales venenosos, gran parte de ellos letales para los humanos, desde pequeñas medusas o pulpos hasta arañas mortíferas, pasando por distintas clases de ofidios. Todo ello sin contar los ágiles cocodrilos de las zonas costeras del norte.

Pese a tanto bicho, Australia posee una próspera economía mixta, con una renta per cápita ligeramente superior a la de Alemania, Francia y Reino Unido en términos de paridad de poder adquisitivo. 

Es la 2ª en el Índice de IDH de la ONU, superada sólo por Noruega. Muestra de su solidez es que, en los últimos años, ha resistido el bajón económico mundial, aumentando el nivel de negocios y el consumo. Su sistema fiscal depende en gran medida de los impuestos directos, más justos; solamente el año 2000 se introdujo un Impuesto sobre el Valor Añadido del 10%.

La economía creció un 3,3% en 2012. El desempleo, tras un pico de 5,7% en 2009, ha bajado a 5,2. El déficit presupuestario cayó a sólo un 0,8% del PIB en 2012, y hay esperanzas de que alcance el superávit antes de 2015.  La economía no ha sufrido una recesión desde comienzos de la década de 1990. 

El sector terciario comprende el 69% del PIB. La agricultura, ganadería y explotación de recursos naturales, con una cabaña ganadera y una producción de lana muy importantes, suponen el 5%, pero contribuyen de forma sustancial a las exportaciones. 

La mayor parte de los australianos viven concentrados en las principales ciudades: Sidney, Melbourne, Brisbane, Perth y Adelaida son las mayores, por ese orden. La población urbana alcanza el 89%.

Para el conjunto del país, los grupos étnicos son: blancos, 92%; asiáticos, 7%; aborígenes y otros, 1%.

Desde que cambió en 1972 la política inmigratoria, el país ha adoptado un aspecto mucho más abierto y multicultural que cuando sólo se admitían gentes de Gran Bretaña, Italia y Grecia. En 2001, los cinco grupos más importantes que componían el 23,1% de australianos nacidos en el extranjero, eran originarios del Reino Unido, Nueva Zelanda, Italia, Vietnam y China.

Los aborígenes eran, en 2001, 410.003, siendo de notar un importante aumento desde el Censo de 1976, que registraba 115.953 personas. Con relación a ellos sigue habiendo desigualdad étnica, pues presentan altos índices de encarcelamiento y desempleo, niveles educativos más bajos y una esperanza de vida 17 años menor.

El inglés es la lengua oficial, escrita y hablada en una variante con notables diferencias en expresiones y léxico. Según el Censo de 2001, es la única lengua hablada en el hogar de alrededor del 78,5% de la población.  Después vienen el chino (2,5%), el italiano (1,6%) y el griego (1,3%). 


La comunidad hispanoparlante es la 25ª del mundo, superando las 100.000 personas, en su mayor parte provenientes de Argentina, Uruguay, Chile y España. 

Las lenguas indígenas (de las cuales han sobrevivido sólo unas 70 de las 200 o 300 que había), son la lengua principal para 50.000 personas (0,02% de la población).

Australia no tiene religión oficial. El 63,8% se identifican como cristianos (de ellos un 18.7% anglicanos; un 25,8% católicos). Los  seguidores de religiones no cristianas constituían el 6,2%.

El nivel de alfabetización es del 99%. Hay 38 universidades, estatales o privadas subvencionadas. Aproximadamente el 58% de los comprendidos entre 25 y 64 años tienen estudios superiores. 

Diremos finalmente que la esperanza de vida es de 81,9 años (la 8ª más alta del mundo).

Sin contar con la reclamación al ‘Territorio Australiano de la Antártida’ (ver Antártida), Australia cuenta con tres llamados ‘Territorios Externos’, a los que aludimos a continuación.




ISLAS NORFOLK


Son tres islas (una deshabitada y otra casi) situadas al Este de Australia, entre ésta y Nueva Zelanda. Su superficie global es de 34,6 Km2 y su población de 2.128 habitantes.

Cook las visitó en 1774, en su segundo viaje, y se asombró ante sus  altos árboles y sus plantas similares al lino. La Armada Real buscaba desesperadamente árboles altos para sus mástiles y lino para su velamen; esto influyó poderosamente en la fundación de una primera colonia penal en la misma expedición de 1788 que fundó la de Nueva Gales del Sur.

La explotación resultó un fiasco, porque los escasos nativos pasaban ampliamente de enseñar técnicas textiles a los penados, y  además los árboles resultaron de mala calidad. Pero la colonia penal siguió, con la misión de aprovisionar de grano y verduras a Sidney, lo cual tampoco resultó por la abundancia de ratas y parásitos y por la ausencia, que continúa hasta nuestros días, de un puerto adecuado. 

A pesar de varias hambrunas y desastres, el asentamiento creció lentamente conforme llegaban más convictos. Algunos, cumplida su pena, se establecían como colonos.

El gobierno británico decidió al fin el cierre del establecimiento penal, porque estaba demasiado lejos y costaba mucho mantenerlo. Entre 1805 y 1813 se fueron marchando, llevándose por la fuerza a los colonos que querían quedarse y destruyéndolo todo, para que no pudieran aprovecharlo los franceses.

Norfolk permaneció vuelto a su estado primigenio hasta 1825. En esa fecha se fundó el segundo establecimiento, pero con criterios distintos. Ahora se trataba de mandar allí ‘lo peor de los convictos’, según instrucciones remitidas al Gobernador de Nueva Gales del Sur, de manera que ‘el criminal enviado allí fuera excluido para siempre de cualquier esperanza de vuelta’. 

Se trataba, en resumen, de crear un infierno, y a ello se entregaron con aplicación sucesivos gobernadores, según resulta de los detallados y estremecedores testimonios de algún eclesiástico o funcionario que, de cuando en cuando, visitó el lugar. El segundo asentamiento llegó a su fin entre 1847 y 1855, abandonado al ser sustituido por trabajos forzosos en Gran Bretaña.

En 1856 llegó otro grupo de exiliados diferente. Eran parte de los descendientes de los amotinados del HM Bounty y de los polinesios que los acompañaron al refugio de la isla de Pitcairn. Como, al multiplicarse la población, ya no cabían allí, pidieron y obtuvieron, no sin dificultades y demoras, permiso para trasladarse a Norfolk, que pasó a ser una colonia separada. Los recién llegados ocuparon lo que quedaba de las instalaciones y se dedicaron a la agricultura de subsistencia y a la pesca de ballenas. La población creció lentamente, a medida que llegaban nuevos colonos, procedentes con preferencia de flotillas balleneras.

Tras la creación de la confederación australiana, Norfolk fue colocada bajo su autoridad. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue utilizada como base aérea para repostar entre Australia y Nueva Zelanda, pero no sufrió ningún ataque.

La isla es de origen volcánico, con numerosos acantilados. No hay instalaciones portuarias seguras, sino simples muelles de descarga. Tampoco hay terrenos irrigados ni ganadería digna de mención. 

El principal recurso es la pesca, complementada por un turismo minoritario (muy relacionado con el surf) y, por supuesto, con la emisión y venta de sellos. Incidentalmente comentaremos que éstos no empezaron a emitirse sino en 1947. Tiene un clima subtropical marino, húmedo y templado.

Es el único territorio externo australiano que ha conseguido el autogobierno en 1979. El Administrador, nombrado por el Gobernador General de Australia, está acompañado por una Asamblea Legislativa de 9 escaños, aunque totalmente subordinada al Parlamento australiano.

En julio de 2007 se cometió el primer asesinato desde 1856.



ISLA DE CHRISTMAS


La isla de Navidad (en inglés Christmas Island) es un territorio de Australia sin autogobierno en el Océano Índico, a 2.360 Km al NO. de Perth y a sólo 360 Km al Sur de Yakarta, capital de Indonesia. En la isla viven unas 1.500 personas, divididas en poblados.

 El capitán Mynors, de la East India Company, arribó a ella el día de Navidad de 1643; de ahí su nombre. En 1888 se fundó un establecimiento para recoger madera y otros materiales con destino a las islas Cocos. Ese mismo año se descubrió fosfato, e inmediatamente el Reino Unido se anexionó la isla.

Dependió de sucesivas administraciones coloniales británicas, fue invadida por los japoneses en 1942, volvió en 1945 al viejo control colonial, y finalmente en 1958 fue transferida a Australia a petición de ésta y previo pago de su importe (2,9 millones de libras).

Actualmente depende del Gobernador General de Australia; el gobierno australiano presta los servicios adecuados. A nivel local existe únicamente una especie de concejo de 9 puestos provistos por elección.

La superficie es de 135 Km2 (unos 19 por 14,5 Km). La isla es la cumbre de una montaña submarina, en torno a la cual se han acumulado rocas calizas provenientes del crecimiento de corales durante millones de años. Abruptos acantilados se elevan hasta una meseta central. El clima es tropical, moderado por los alisios.

La mina de fosfato se ha cerrado, al parecer definitivamente, en 1998. 
Las comunicaciones consisten en un vuelo semanal a Perth y otro, también semanal, a Malasia.

Viven 1.493 habitantes (70% chinos, 20% europeos y 10% malayos). En los últimos años del siglo XX y primeros del XXI, ha habido problemas por la llegada masiva de pateras con peticionarios de asilo procedentes del Centro y Sureste de Asia.

El 63% de su superficie es un Parque Natural de inmensa importancia científica, pues, al estar aislada y deshabitada hasta fines del siglo XIX, existen numerosas especies de flora y fauna que se han desarrollado de forma independiente. Algunas, como dos especies de ratas, se han extinguido ya; y el hecho de que hace 20 años que no se dejen ver la musaraña y el murciélago endémicos, hace pensar lo peor.

Los que no se han extinguido son los cangrejos. Millones de ellos migran en masa cada año, en Noviembre y siguiendo un ciclo lunar, bajando por los senderos para desovar en el mar. Es uno de los espectáculos más curiosos de la Naturaleza.

La isla de Christmas empezó a emitir sellos en 1958, cuando fue transferida a Australia.


ISLAS COCOS


Llamadas también islas Keeling, del nombre del capitán de la East India Company que las descubrió en 1609, si bien fueron pobladas sólo en 1826.

Es un grupo de 27 islas, con un área emergida de 14,2 Km2, pero sólo dos están habitadas.

La gran riqueza de las islas, como su mismo nombre indica, es la copra, materia prima para fabricar el aceite de coco, con más aplicaciones de las que el no particularmente experto podría suponer.

La empresa familiar Clunies-Ross se estableció a principios del siglo XIX y pasó a ser la verdadera dueña de las islas, pese a su condición de colonia británica. Pero la reina Victoria tuvo la amabilidad de cedérselas, sin perjuicio, claro está, del derecho de utilizar las tierras para fines  públicos. 

Las administraciones coloniales de que dependían fueron cambiando, pero la familia Clunies-Ross seguía allí, impertérrita, explotando los cocos con ayuda de trabajadores malayos en condiciones cercanas a la esclavitud.

En 1955, el Reino Unido traspasó las islas a Australia, que, sólo en 1978 y tras años de negociaciones, adquirió el dominio jurídico de las tierras, aunque la familia de marras, con pertinacia sin par, continúa monopolizando la producción y comercialización de la copra.

En 1984, los habitantes, por plebiscito, optaron por la nacionalidad australiana y la plena adhesión a Australia.

Las islas tienen una fuerza de policía de 5 personas, aunque naturalmente la responsabilidad de la defensa es australiana. La isla Home está poblada mayoritariamente por malayos, y la West, por australianos. El turismo es cada vez más importante.

Empezaron a emitir sellos (con la doble denominación COCOS-KEELING) en 1963. 


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