YEMEN
Oriente Próximo
La República del Yemen es un país de Oriente Próximo situado al Sur
de la Península Arábiga. Comparte fronteras con Omán y Arabia Saudita. Surgió
en 1990 tras la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la
República Popular Democrática de Yemen (Yemen del Sur).
Fue uno de los centros de civilización más
antiguos del Oriente Próximo. Su tierra, moderadamente fértil, y su clima,
moderadamente húmedo, permitieron pronto el desarrollo de una población estable.
El geógrafo griego Tolomeo ya se refirió a la
zona como ‘Arabia Feliz’. Llegaban desde allí al Mediterráneo caravanas
cargadas de incienso, mirra, cinamomo y láudano, así como de oro, ébano, marfil
y seda, siendo considerada como una tierra fabulosa. Su máximo esplendor está
representado por el reino de Saba, con la relación entre su misteriosa reina y
Salomón.
La leyenda resurgiría en el siglo XVII,
cuando comerciantes europeos conocieron una bebida, el café, que se exportaba a
través del puerto yemení de Moka. Parece ser que la planta es originaria de
Etiopía, pero fue desde el Yemen desde donde se dio a conocer.
El Islam llegó alrededor del 630. La zona
pasó a formar parte del Califato, primero de Damasco y luego de Bagdad. Luego,
tras oscilar entre la fragmentación, la sumisión a Egipto y la dependencia de
los saudíes, acabó quedando integrada en el Imperio Turco, hasta la
desaparición de éste en 1918. De todas formas, los turcos nunca tuvieron sólido
dominio de una región cuya población tendía, y aún tiende, a dispersarse en
pequeños núcleos fortificados sobre cumbres de un país montañoso.
El Reino del Yemen
El Reino Mutawakkilita del Yemen fue un
estado árabe independiente surgido en 1918, y que, por las razones que veremos,
no comprendió el S y SE del país.
Su primer gobernante fue el imán Yahya ibn
al-Husayn, que reinó desde 1918 a 1948. En el periodo álgido de la unificación
de Arabia Saudí, entre 1926 y 1932, corrió el peligro de ser englobado por el
estado saudita, pero en 1932 Ibn Saud reconoció la independencia del Yemen.
En 1945 es uno de los seis países fundadores
de la Liga Árabe, y en 1947 ingresa en la ONU, consiguiendo así el pleno
reconocimiento internacional.
La intención de Yahya era convertir la
monarquía electiva en hereditaria, imponiendo como sucesor a su hijo Ahmed; la
oposición de los notables llevó a un golpe de estado en 1948, en el que el
monarca fue asesinado.
Su hijo Ahmed ibn Yahya reprimió con dureza
la oposición, y firmó un acuerdo con Egipto y Siria (a la sazón integrantes de
la ‘República Árabe Unida’), con lo que formó parte, más bien teóricamente, de
la misma entre 1958 y 1962. Tras su muerte en este año, su hijo fue depuesto
por fuerzas revolucionarias, que tomaron la capital, Saná, e instauraron la
República del Yemen.
República del Yemen
La vida de la nueva República no fue en
absoluto pacífica. Se produjo un conflicto entre varias naciones, pues Egipto
apoyó al nuevo régimen, mientras que Jordania y Arabia Saudí respaldaban a las
fuerzas fieles a la monarquía. La guerra se prolongó hasta 1967.
Desde el punto de vista filatélico, la
República se lanzó a una orgía de emisión de sellos-fantasma, siguiendo la
pauta de otros países y regiones del área.
En 1967, las tropas egipcias se retiraron,
pero Egipto continuó prestando apoyo aéreo. En 1968, después de que los
realistas no consiguieran apoderarse de la capital, tras un asedio de varios
años, y dado el estancamiento de los frentes, se iniciaron negociaciones, que
llevaron al reconocimiento, incluso por Arabia Saudí, del nuevo régimen.
A lo largo de esta fase, las fuerzas
realistas inundaron al mundo con emisiones de sellos tan fantasmales como las
de sus oponentes. Ofrecemos algunos ejemplos.
YEMEN DEL SUR
Mientras todo esto ocurría en el Norte, la
parte meridional iba por otros caminos. El comienzo del proceso aparece
detallado en la entrada ‘Aden’, y a ella nos remitimos, ofreciendo aquí sólo un
breve resumen.
En 1839, el Reino Unido se apoderó de la
ciudad y territorio de Aden, formando allí una colonia con una situación privilegiada
en el camino hacia la India. De ella dependían, como protectorados, varios
sultanatos.
En 1962 comenzaron los levantamientos, que se
fueron agravando. La respuesta británica fue tosca: la creación de un estado
ficticio, la Federación de Arabia del Sur, de la que asimismo dependían varios
sultanatos.
El tinglado no se mantuvo en pie: en 1967 se
marchaban los británicos y nacía la República Popular Democrática del Yemen.
REPÚBLICA DEL YEMEN DEL SUR
El 30 de noviembre de 1967, al producirse la
retirada de las tropas británicas, toma el poder el Frente de Liberación
Nacional, de orientación marxista, proclamándose la República Popular de Yemen
del Sur, el primer estado comunista árabe de la Historia.
En 1969 consigue el poder el ala más radical
del FLN, y el país es rebautizado como República Popular Democrática. Es un
régimen de partido único, que establece estrechos lazos con la URSS, China y
Cuba.
La coexistencia con la República del Norte
estuvo marcada por los enfrentamientos. En octubre de 1972, a causa de
incidentes fronterizos, el Norte invadió al Sur, pero, bajo los auspicios de la
Liga Árabe, se logró un alto el fuego, a fines del mismo mes, sentándose
también las bases para una futura unificación.
Tras los asesinatos de dos líderes del Norte
por agentes del Sur y otra breve guerra en 1979, en marzo de ese mismo año y en
una cumbre realizada en Kuwait, se llega a un nuevo acuerdo, que desembocará,
en 1981, en la firma de un proyecto de Constitución para un estado unificado.
Sin embargo, desde ese proyecto hasta la efectiva unificación, aún tuvieron que
transcurrir nueve años.
UNIFICACIÓN
Capital: Saná
Forma de gobierno: República presidencialista
Unificación: 22 de mayo de 1990
Superficie: 527.968 Km2 (48º)
Población: 20.727.063 (50º) Densidad: 37 hab/Km2
PIB/cápita: 2.412 $ (143º)
Miembro de: Liga Árabe
Se creó un sistema presidencialista, con un
Consejo de 5 integrantes (3 del Norte y 2 del Sur), cuyo Presidente era el Jefe
del Estado, y nombraba a su vez al Primer Ministro. Alí Abdullah Saleh (nacido en 1942) ha dominado como Presidente el país desde la unificación hasta fecha reciente, toda vez que su partido, el
Congreso General del Pueblo, contaba con 230 miembros en el Parlamento, de un
total de 301.
Los vínculos tribales, muy fuertes en la
parte septentrional del país, también jugaron en su favor, pues no cabe olvidar
que Saleh ya era Presidente de la República de Yemen del Norte desde 1978. Por
lo demás, gobernó el país como una empresa familiar, pues los principales
cargos militares y de seguridad estaban en manos de familiares próximos suyos.
El resultado de todo ello fue un sistema
autoritario, preocupado por maniobras y levantamientos separatistas (llegó a
haber una breve guerra abierta en 1994) y más tarde terroristas, pero poco
atento a remediar la grave situación de pobreza que afectaba, y afecta, a la
mayor parte de la población, la más necesitada de todas las de la península
arábiga.
Buena parte de la población se fue cansando,
y el gobierno desgastando, con lo que carecía de coordinación y eficacia para
evitar lo que sucedió desde 2009; a saber, la extensión y fortalecimiento de la
organización terrorista Al-Qaeda, flanqueada por grupos locales afines, que
llegó a controlar dos distritos, uno de ellos próximo a Aden. A partir de aquí
el problema pasaba a tener un carácter internacional. De hecho, el Gobierno
pidió ayuda para atajar el grave problema.
Éste era el marco cuando, en los primeros
meses de 2011, el efecto de contagio de las manifestaciones masivas de Túnez y
Egipto se dejó sentir también en Yemen. El deterioro de la situación unido al
aumento de la presión de Al-Qaeda, hizo que el Consejo de los Países del Golfo (Bahrein,
Qatar, Omán, Kuwait, los Emiratos y Arabia Saudí), respaldado por EE.UU. y la
UE, propusiera un plan de transición pacífica, que fue aceptado por Saleh en
noviembre de 2011.
Según el Plan, Saleh se comprometió a
abandonar la Jefatura del Estado y ceder el cargo al Vicepresidente Mansur Hadi
(que por cierto es del Sur), a cambio de inmunidad judicial para él y sus
allegados; se formó un gobierno de unidad con seguidores del ex – mandatario y
opositores.
Saleh partió para EE.UU. el 22 de enero.
Hacía falta un refrendo popular, y lo hubo.
El 21 de febrero se celebraron elecciones con candidato único, el citado Mansur
Hadi, respaldado por los diferentes partidos, y la población demostró de forma
masiva que quería borrón y cuenta nueva, con una cara también nueva.
Diversos
grupos separatistas intentaron boicotearlas, hubo muchos incidentes violentos y
bastantes muertos, pero acudió a las urnas más del 80% de la población con
derecho a voto, ganando el candidato único por un 99,8%.
El citado candidato y actual Presidente,
proclamado el día 24, se ha comprometido a estar en el cargo sólo 2 años y
convocar entonces elecciones, tanto parlamentarias como legislativas.
Entre tanto, los atentados terroristas
continúan, y la lucha contra sus autores también. EE.UU. se ha implicado, no
sólo con el envío de instructores, sino también con el empleo de artefactos no
tripulados contra objetivos específicos.
Sin embargo, Occidente parece haberse
percatado de que a Al-Qaeda no se la derrota únicamente con armas, y se prepara
una ayuda masiva para el Yemen, tanto financiera como en especie.
Por
ejemplo, esa ayuda es muy importante para paliar la situación, sumamente grave
en diversas zonas, del problema de subalimentación infantil y de falta de
medicinas.
En cuanto a datos geográficos de carácter
básico, el sector occidental del Yemen es de predominio montañoso, con alturas
que superan los 3.500 m, mientras que el oriental está formado sobre todo por
mesetas desérticas. En esta zona se halla el Rub- al-Jali, el mayor desierto
arenoso del mundo, donde sólo hace pocos años se han delimitado las fronteras
con Arabia Saudí.
No hay ríos permanentes, y las
precipitaciones son muy escasas. Las temperaturas, normalmente elevadas, se
suavizan en las zonas marítimas y en las montañosas.
El tamaño es algo mayor que el de España.
Posee también la isla de Socotora, en el Mar de Arabia.
En las vertientes, llenas de terrazas, de las
montañas occidentales, al oscilar las precipitaciones entre 700 y 1000 mm, se da una agricultura diversa,
predominando el sorgo, el algodón y los frutales, sobre todo el mango. En la zona
montañosa central, más seca, el almacenamiento de agua permite el crecimiento
del trigo y la cebada. En esta región se encuentra Saná, la capital (Aden ha
quedado transformada en capital comercial).
De todas formas, sólo un 1% de la superficie
es irrigable, y la economía sigue siendo arcaica.
Se produce café, pero en mucha menor cantidad
que antaño, y, cosa sorprendente, siguen partiendo hacia el Mar Rojo algunas
caravanas de camellos cargadas de incienso. La ganadería, sobre todo la ovina,
es importante.
Los hallazgos de petróleo convierten al Yemen
en un país productor, pero a un nivel modesto. El subsuelo contiene reservas de
gas natural.
La industria está muy diversificada, sobre
todo en la zona de Aden, pero es de escasa envergadura. El potencial turístico,
considerable por la extraordinaria arquitectura popular yemení, no cuenta por
la intranquilidad y el terrorismo.
Los yemeníes son en su gran mayoría árabes,
con una minoría persa en el litoral N, y musulmanes en un 99,9% (53% de suníes,
46,9% de chiítas). La tasa de crecimiento demográfico es alta (3,46%), y la
expectativa de vida, 62,12 años.
Está alfabetizado el 50% de la población (35%
de hombres y 15% de mujeres). Sólo un 24% vive en zonas urbanas.
Se mantienen entre la mayor parte de la
población los hábitos y costumbres de la sociedad tradicional del Oriente
Próximo. También en sus aspectos más negativos: la situación de las mujeres es
muy poco favorecedora para las mismas. Por citar algún ejemplo, a raíz de la
unificación se llegó a un acuerdo entre el Norte y el Sur, según el cual el
matrimonio y el divorcio serían válidos aun sin registrarse ante la autoridad,
pero la mujer, para solicitar un divorcio, debe acudir a los Tribunales; se
restringió la poligamia, pero sólo formalmente y sobre el papel. La equidad en el
trabajo y en la vida social, así como la igualdad de oportunidades, siguen
siendo cuestiones pendientes.
FUYAIRA Oriente Próximo
Fuyaira es otro de los siete emiratos que
desde 1971 integran la Federación de los Emiratos Árabes Unidos. Tiene 1.150
Km2.
Consta de dos partes principales y separadas,
ambas en la costa E del país a lo largo del Golfo de Omán.
Aparte de su franja costera, el resto es
montañoso.
Por ser las aguas de esta región más frías
que las del Golfo Pérsico, no pudo beneficiarse de la pesca de perlas
naturales. De ser un pueblo de pescadores y campesinos, se ha convertido
recientemente en un puerto de contenedores.
Se considera que posee los mejores lugares
del país para bucear y hacer snorkeling. En eso basa su intento de desarrollar
el turismo, con la construcción de hoteles en la playa.
Como otros emiratos, se dedicó entre 1963 y
1973 a emitir sellos propios, del tipo de los destinados exclusivamente al
mercado filatélico.
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