CHIPRE
Mediterráneo Oriental
Si existe un lugar que resuma las
contradicciones existentes en los confines de Oriente y Occidente, ese lugar es
la isla de Chipre, cuyo encanto mediterráneo apenas logra ocultar la
atormentada historia de esta tierra, teatro de enfrentamientos durante
siglos y todavía zona de confrontación
en la actualidad.
La isla, de 9.250 Km2, la tercera en
extensión del Mediterráneo, se halla ubicada al SE del mismo, a 65 Km de
Turquía y a 120 de Siria. Europea por la mayoría de su población y su
vinculación a la UE, asiática por su situación geográfica y por el resto de su
población, a veces se le aplica el extraño adjetivo de ‘euroasiática’.
Centro de colonización griega y fenicia
(ambas estimuladas por sus entonces ricas minas de cobre), perteneciente al
Imperio Persa, conquistada por Alejandro Magno, heredada por el reino
helenístico de los Tolomeos (con base en Egipto), integrada el año 58 a.C. en
el Estado Romano, y después en el Imperio Bizantino.
Conquistada en 1191 por el
inglés Ricardo Corazón de León y vendida por éste a la familia de origen
francés de los Lusiñán, al tiempo que éstos perdían el Reino de Jerusalén, la
familia en cuestión la conservó de 1196 a 1473 (a ellos debemos dos espléndidas
catedrales góticas, más tarde convertidas en mezquitas).
Extinguida la línea de sucesión y pese a
repetidos intentos genoveses, en 1489 la ocuparán los venecianos (entonces y
allí situará después Shakespeare su conocido drama ‘Otelo’). En 1571 se
apoderan de ella los turcos, tras el duro asedio de Famagusta.
Este hecho supondrá la instalación de
numerosos turcos, no sólo soldados y agricultores, sino también de numerosos
oficios. En todo caso, y de acuerdo con el sistema otomano de los ‘millets’,
comunidades étnicas autónomas, los grecochipriotas, descendientes de los
bizantinos, conservarán su cultura, formas de vida y autogobierno interno.
En 1878 comienzan a pasar cosas: el Imperio
Otomano está en decadencia, y el Británico, dirigido en ese momento por
Disraeli, en plena y descarada expansión imperialista. El Reino Unido promueve
la convocatoria del Congreso de Berlín para redimensionar, disminuyéndolas, las
ganancias rusas en la reciente guerra rusoturca. Así se hace, pero Gran Bretaña
se cobrará abundantemente el favor.
En efecto, Egipto está ya de hecho
desvinculado de la Sublime Puerta, el Canal de Suez (tan importante en relación
con el camino a la India) ya se ha construido, y Gran Bretaña codicia Chipre,
no solamente por su posición estratégica en sí misma, sino como trampolín para
el siguiente asalto. Y será desde Chipre desde donde los británicos poco
después (1882) se abalancen, sin ningún fundamento jurídico, sobre Egipto,
apoderándose del control del Canal de Suez.
Éstas son las razones por las que, en el
mencionado Congreso de Berlín, Turquía se verá obligada a permitir la ocupación
de Chipre por los británicos, quedando jurídicamente la isla en el limbo de una
situación indeterminada. Sólo en 1914, al producirse el estado de guerra entre
Gran Bretaña y Turquía, la primera declarará a Chipre colonia. Este status será
reconocido por la nueva República turca en el tratado de Lausana de 1923.
A partir de 1931 surgió entre los
grecochipriotas un movimiento que promovía la unión con Grecia (Enosis), y que
tenía ya precedentes en el siglo XIX. Al terminar la Segunda Guerra Mundial,
dicho movimiento se extendió y se hizo más violento, siendo su cabeza el
arzobispo y cabeza de la Iglesia Ortodoxa de Chipre Makarios III.
A lo largo de los años se sucedieron las
conversaciones y proyectos para hallar una solución, sin resultado. Los
turcochipriotas se mantuvieron prudentemente al margen de estas revueltas, que
dieron lugar en 1956 a una ruptura brusca de negociaciones y a la deportación
de Makarios a las Seychelles.
Tras la mediación de la ONU, Makarios fue
puesto en libertad, aunque se le prohibió volver a la isla, y la EOKA
(organización militar clandestina de todos los partidos helénicos, excepto el
comunista) prometió suspender las acciones terroristas. Se acabó por ver que la
única solución era un Chipre independiente. De esta forma se llegó al Acuerdo
de Zürich de 1959, partida de nacimiento de la República independiente (16 de
agosto de 1960), con Makarios como Presidente, siendo revalidado como tal en
1968 y 1973.
El recién nacido Estado tenía una estructura
peculiar: se atribuía el poder ejecutivo a un Presidente grecochipriota,
asistido por un Vicepresidente turcochipriota y apoyado en un Consejo de
Ministros (7 grecochipriotas y 3 turcochipriotas). El poder legislativo lo
ejercía una Cámara cuyos miembros (35 grecochipriotas y 15 turcochipriotas)
eran elegidos por separado por las respectivas comunidades. El nuevo estado se
integraba en la Commonwealth.
Desde 1963 la situación empeoró. Makarios
trató de eliminar el derecho de veto de los turcochipriotas, modificando la
Constitución, de manera que el vicepresidente, ministros y diputados
turcochipriotas dejaron de participar en la vida de las instituciones; los
ánimos se exaltaron y en diciembre se llegó a la guerra civil. La ONU envió
tropas, que en marzo de 1964 consiguieron suspender las hostilidades y que
siguen hoy allí, a lo largo de la ‘Línea Verde’, que por cierto se trazó ya
entonces, como línea de alto el fuego.
Con el establecimiento de la dictadura militar griega (abril de 1967) se inició una nueva fase.
Un ataque por sorpresa de formaciones grecochipriotas contra poblaciones turcas, organizado en otoño por el llamado ‘coronel’ Grivas, estuvo a punto de desembocar en un conflicto armado, impedido in extremis por la mediación de EE.UU., ONU y OTAN, pero, desde diciembre del mismo año 1967, un gabinete administrativo turcochipriota comenzó a actuar como Gobierno de la población turca de la isla.
En los años siguientes, las relaciones entre
el arzobispo Makarios y el gobierno griego se hicieron cada vez más tensas; en
marzo de 1972, Makarios acusó a Atenas de tramar un complot para derrocarlo.
Entre tanto, los atentados terroristas cometidos por grupos filogriegos se
hacían cada vez más frecuentes.
En julio de 1974, un golpe de estado de la
Guardia Nacional, en la que figuraban oficiales griegos, derrocó a Makarios,
quien pudo huir a Londres. Pocos días después intervino Turquía, con base en
los Tratados de 1959/60, y sus tropas ocuparon la parte NE de la isla, que
quedó dividida en dos, incluyendo la capital, Nicosia (llamada en Chipre
Lefcosia), quedando el centro histórico en la parte turca, y construyéndose dos
aeropuertos diferentes.
Makarios regresó en diciembre (moriría en
1977), pero ni su presencia de nuevo como Presidente ni las conversaciones
entre representantes de las dos etnias lograron dar una solución al problema.
Ni que decir tiene que, en los meses
siguientes a la partición, se procedió, por ambas partes, a un riguroso
trasvase de griegos y turcos a su zona correspondiente, no quedando ya
prácticamente poblaciones mixtas. Y por supuesto las relaciones entre Grecia y
Turquía, que ya para entonces eran malas, son ahora peor que pésimas.
La estructura de la isla es muy sencilla: en su parte central, una depresión de fondo llano, la de Messaría, delimitada al N y al S por cadenas montañosas no muy altas y orientadas en el sentido de los paralelos. La septentrional (hoy territorio turco), con 1.023 m de altitud máxima, con laderas escarpadas y resecas. La meridional, la de los montes Tróodos (1.953 m de altitud máxima) está cubierta de espesos pinares y ha sido profundamente erosionada. La depresión central, con dos ríos que posibilitan la irrigación, está cubierta por una espesa capa de humus y bien cultivada; es la región más fértil y poblada.
Abundan las torrenteras, secas en verano y
caudalosas durante el invierno gracias a las lluvias, provocando
desbordamientos a veces catastróficos. El clima, como corresponde a su posición
geográfica, es de inviernos suaves y veranos muy calurosos; número muy reducido
de días lluviosos, elevada insolación y, por consiguiente, aridez estival,
caracteres que se acentúan al E de Messaría y en la zona costera adyacente.
Las precipitaciones son exiguas por la
reducida altitud de los relieves montañosos, incapaces de retener la humedad de
los vientos. Gran parte del territorio cuenta con unos 70 días lluviosos al
año, que no llegan a los 60 en la zona de Nicosia.
La vegetación es de tipo mediterráneo, con
especies comunes a los matorrales de Siria y Anatolia. La zona montañosa,
antaño deforestada por el hombre, ha sido repoblada con pinos y cipreses, que
tan abundantes eran en la época clásica. En los valles crecen nogales y
plátanos.
Existen problemas medioambientales graves,
relacionados en gran medida con la insuficiencia de agua y las variaciones
estacionales de la pluviosidad: intrusión de agua marina en los acuíferos,
contaminación de las aguas por residuos industriales y urbanos y degradación
del litoral.
REPUBLICA DE CHIPRE
Capital: Nicosia (Lefcosia)
Forma de gobierno: República presidencialista
Independencia (del Reino Unido): 16 de agosto
de 1960
Superficie: 5.895 Km2
Población: 784.301 hab Densidad: 133 hab/Km2
PIB/cápita: 29,100 $
Miembro de: UE, Commonwealth
La República de Chipre ingresó en la UE en
2004. Previamente se aplicó un plan para la reunificación elaborado por la ONU,
para que el ingreso pudiera ser conjunto. Un 65% de la población turca lo
aprobó, incluso contra el consejo de su propio Presidente, pero el 76% de los
grecochipriotas lo rechazaron. En consecuencia, los beneficios de la UE se
aplican sólo a la zona griega. El 1 de Enero de 2008 entró también en la
Eurozona.
Está claro que la enosis, o unión con Grecia,
está taxativamente prohibida por los Acuerdos de 1959/60; sin embargo, no deja
de resultar llamativo para el visitante la proliferación, evidentemente
deliberada, de banderas griegas ondeando al viento; cuando pregunta el por qué,
se le contesta que ‘es la bandera escogida para sí misma por la comunidad
griega’.
En las elecciones de 2008 salió elegido (con
un 53,36% de los votos), Dimitris Christofias, presidente del Partido
Progresista de los Trabajadores, que también domina el Parlamento.
La economía, aparte de estar afectada por la
división, es vulnerable, con fuerte dependencia del sector servicios, sobre
todo del turismo, pero éste se encuentra sujeto a fluctuaciones según cuál sea
la situación en el Oriente Próximo.
La flota de buques con matrícula chipriota es
la 4ª más importante del mundo, y reporta grandes ingresos.
A partir de 2009, se ha notado una grave
repercusión de la crisis global europea. Dos de los mayores bancos cuentan
entre los mayores poseedores en Europa de Deuda griega. No ha habido
crecimiento en 2011, siendo el mismo año el déficit presupuestario el 7,4 del
PIB. Lo que es peor, las medidas propuestas por el Gobierno encuentran falta de
consenso en el Parlamento y en el medio social.
La esperanza de vida era en 2011 de 77,8
años, y la tasa de alfabetización, el 97,6. El promedio hijos/mujer es de 1,45.
La religión absolutamente predominante es la Ortodoxa Chipriota, de carácter
autocéfalo.
REPÚBLICA TURCA DEL NORTE DE CHIPRE
Capital: Nicosia (Lefcosia)
Forma de gobierno: República presidencialista
Independencia: 15 de noviembre de 1983
Superficie: 3.355 Km2
Población: 265.100 hab Densidad: 79 hab/Km2
PIB/cápita: 11.700 $
Como resultado de la intervención de 1974, el 37% de la isla (la región norte)
quedó en manos turcas.
Turquía proclamó primero en 1975 el ‘Estado
Federado Turco de Chipre’, pero en 1983 patrocinó la declaración de
independencia de la ‘República Turca del Norte de Chipre’, país que es
reconocido sólo por Turquía.
Es una república laica y parlamentaria,
regida por una Constitución de 1985, muy parecida a la turca. Prevé elección
directa del presidente, y una sola Cámara. Desde el fracaso de la reunificación
en 2004, ha tendido a aumentar el sector nacionalista.
También aquí la economía está dominada por el
sector servicios (2/3 del PIB), siendo claramente menor el peso de la
agricultura y de la industria ligera.
Los principales productos agrícolas son
cítricos, uva, vino y patatas. Los productos manufacturados son los que más
empleo producen, pero el turismo es la industria más creciente, fundado en los
turistas turcos y, sobre todo, británicos, llegados a través de Turquía. No hay
que olvidar que el Norte posee las mejores playas de toda la isla.
Es un dato fundamental la ayuda de Turquía,
que cubre 1/3 del presupuesto.
La disminución en 2003 de las restricciones
para viajar de una zona a otra, dio lugar al empleo de unos 5.000
turcochipriotas en el Sur, con las consiguientes remesas de divisas, pero, en
general, el comercio entre ambas partes es muy limitado. Turquía sigue siendo
el principal socio (60% de las importaciones y 40% de las exportaciones).
La crisis de 2009 ha supuesto una disminución
del turismo y un deterioro provocado por la disminución de ingresos fiscales. La
economía sufrió en 2010 una recesión del 0,6%.
Unos 20.000 trabajadores turcos llegaron al
sector, y muchos de ellos se establecieron de forma permanente y obtuvieron la
ciudadanía. Turquía mantiene un contingente militar de unos 30.000 hombres.
El 99% de la población son musulmanes
sunníes.
LAS BASES BRITÁNICAS
Se suele hablar de dos Chipres, pero en
realidad hay tres. El tercero está constituido por las bases aeronavales del
Reino Unido en Akrotiri y Dekhelia, al Sur del país.
Gran Bretaña se las reservó en los Tratados
de 1959/60, en régimen de plena soberanía, para que no hubiera dudas. Entre las
dos miden 254 Km2 (es decir, el 3% de la superficie total de la isla), y
cuentan, junto a las bases militares, con zonas residenciales para trabajadores
chipriotas y con campos de cultivo.
No sólo es eso: el Tratado previó también el
empleo continuado de ciertas instalaciones dentro de Chipre, conocidas como
‘Retained sites’.
Las bases son asimismo empleadas por fuerzas
norteamericanas. En la ‘Base Soberana Oriental’(es decir, Dekhelia), se halla
uno de los centros más importantes de ECHELON.
Explicaremos, para el lector poco avisado,
que ECHELON es la mayor red de espionaje
e intercepción electrónica de la Historia, pudiendo procesar más de 3.000
millones de comunicaciones por día. Es manejada conjuntamente por EE.UU., Reino
Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Se ha señalado su colaboración con el
Mossad israelí.
Durante los 4 años subsiguientes a la
independencia, Gran Bretaña pagó una cantidad por el uso de las bases. Después
del conflicto de 1963/64 dejó de pagar, con el especioso pretexto de que no
tenía seguridad de que el dinero llegase a ambas comunidades. El gobierno
chipriota sigue reclamando esa cantidad acumulada, que ya superaría los 1.000
millones de euros.
Las fuerzas militares oscilan entre 3.000 y
3.500 personas. Sus familias y 7.000 chipriotas nativos que trabajan en las
bases o como cultivadores, componen el resto de la población.
El Presidente chipriota Christofias prometió
en febrero de 2008 luchar por la retirada de las bases como parte de la
solución del problema de la isla, denunciando la presencia británica como
‘mancha de sangre colonial’.
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