jueves, 24 de noviembre de 2016

MALASIA


MALASIA       Sudeste de Asia

Malasia es un país ubicado en el Sudeste asiático, compuesto por 13 estados y 3 territorios federales. Su capital es Kuala Lumpur, pero Putrajaya tiene ese carácter a efectos administrativos y judiciales.

El territorio está dividido en dos regiones claramente separadas por el mar de la China Meridional.La de Malasia Peninsular se encuentra en la península malaya, limitando al N con Tailandia y al S con Singapur.

La de Malasia Oriental, por su parte, está situada en la zona septentrional de Borneo, limitando con Indonesia y Brunei.El país sólo comenzó a existir como estado unificado en 1963.

Hacemos notar que los dos estados de la parte oriental únicamente serán considerados aquí como parte del conjunto federal, toda vez que de sus peculiaridades se habló ya en otra entrada (Ver entrada ‘Borneo’). De la misma forma poco se hablará de Singapur, que sólo por dos años formó parte de la Federación (Ver entrada ‘Singapur’).


Capital: Kuala Lumpur/Putrajaya
Forma de gobierno: Monarquía federal
Fecha de independencia: 16- setbre- 1963
Superficie: 329.750 Km2 (65º)
Población: 30.949.962 (42º)     Densidad: 93.8 hab/km2
PIB per cápita: 26.300$ (71º)
Miembro de: Commonwealth, ASEAN

En 1511 Malaca fue conquistada por Portugal, como punto estratégico en el camino hacia las Molucas, pero la perdió a mediados del siglo XVII.

Pudo haber un conflicto por el control de la zona entre el Reino Unido y los Países Bajos, pero en 1824 se firmó un tratado anglo- holandés que la dividió, dejando Indonesia para los neerlandeses y Malaya para los británicos.

Ya antes de esa fecha, en 1786, el Reino Unido había fundado su primera colonia peninsular en la isla de Penang, arrendada por el sultán de Kedah. En 1826 fundó el Territorio de los Establecimientos de los Estrechos (Straits Settlements), administrados primero por la Compañía de las Indias Orientales y luego directamente por el gobierno de Londres desde 1871. Comprendían Singapur, Malaca y Penang.


Desde finales del XVIII muchos sultanatos malasios optaron por buscar ayuda británica para resolver sus conflictos. Desde 1874 la influencia aumentó. En 1900 los sultanatos de Pahang, Selangor, Perak y Negeri Sembilan, de facto bajo control británico, formaron los Estados Federados Malayos, un primer conato del intento posterior más extenso.



En 1909 Siam se vio presionado a ceder el protectorado que ejercía desde el XVII sobre los sultanatos septentrionales de Perlis, Kedah, Kelantan y Trengganu.

El que más resistió fue el sultanato de Johor, en el extremo contrario de la península. Sólo en 1914 el sultán aceptó el inevitable ´consejero’ británico.
A una historia complicada corresponde una filatelia complicada. Por eso vamos a abordarla despacio y a trocitos, o sea, utilizando el mismo método con que los británicos hicieron suya la península malaya.

Hasta 1941. Antes de 1867 se utilizaban los sellos de la India inglesa sin sobrecarga.


Desde 1867 encontramos, para las colonias propiamente dichas (Pahang, Malaca y Singapur), los sellos con la leyenda ‘Straits Settlements’, a la que ya se aludió:


Los sultanatos emiten cada uno los suyos.



Johor - 1876 a 1941. Kedah - 1912 a 1957. Kelantan - 1911 a 1941. Negeri Sembilan- 1891 a 1899


Pahang - 1890 a 1899. Perak.- De 1878 a 1941. Selangor,- 1882 a 1941. Trengganu.-  1910 a 1941.

Caso especial es el de Sungei Ujong, que emite entre 1880 y 1895 y después es anexionado a Negeri Sembilan con carácter definitivo.


Durante este periodo funcionaron, entre 1900 y 1935, como ya se indicó, los ‘Estados Federados Malayos’, que asimismo emitieron sus sellos colectivos.

La invasión japonesa de Malasia, iniciada el 8 de diciembre de 1941, al día siguiente del ataque a Pearl Harbour, desde sus bases en Indochina, sorprendió a las tropas británicas, insuficientes y mal equipadas.

Singapur, no preparado para un ataque terrestre, cayó en febrero de 1942, y su caída tuvo amplia repercusión moral en la metrópoli y en sus dependencias asiáticas. De hecho, durante la ocupación creció el apoyo popular a la independencia. Las relaciones de los japoneses con los habitantes chinos fueron desastrosas, siendo éstos expropiados, maltratados y parcialmente exterminados.

Las tuvieron en cambio excelentes con el Reino de Siam. El gobierno siamés, no sólo permitió el paso de las tropas japonesas que ocuparon Birmania llegando a las puertas de Bengala, sino que firmó un Tratado de Amistad en 1943 por el que se le reintegraban los cuatro sultanatos septentrionales que se habían visto forzados a ceder a los británicos en 1901, como ya vimos.

Al final de la guerra, los aliados vencedores, que ya tenían bastantes problemas en esa parte del mundo y no querían otro más con los siameses, prefirieron hacer la vista gorda y mirar para otro lado; una vez reintegradas las antiguas fronteras, naturalmente.

Los japoneses emitieron sellos de ocupación generales y también particulares para la mayor parte de los territorios malayos ocupados.

Generales:


Particulares:

  Johor                        Kedah                    Negeri Sembilan           Pahang

Malaca                  Perak                        Selangor                  Trengganu

Bastante difíciles de encontrar son los utilizados en las provincias transferidas a Siam. Se trata de sellos siameses de la época, pero con valor facial en distinta moneda.

De 1945 a 1948 Malaya vivió bajo un régimen de administración militar británica.



Durante este periodo, se vivió una guerra de guerrillas que ya habían iniciado elementos chinos contra los japoneses. Ahora la lucha, dirigida por el Partido Comunista Malayo (y por tanto en el marco de la Guerra Fría), adquirió caracteres más virulentos.
Los británicos, apoyados por tropas de otros países de la Commonwealth y aleccionados por los errores franceses en Indochina, actuaron con mayor habilidad, buscando el acercamiento a la población. Acabaron venciendo (aunque habría acciones militares hasta 1960), pero en cierto modo fue una victoria pírrica, pues Londres advirtió que no podía la situación volver a ser igual. De momento se formó una Federación, tanto con sultanatos como con antiguas colonias, pero encaminada hacia la independencia.

Hay al principio algunos sellos de carácter general, pero predominan muy ampliamente los particulares. Por primera vez encontramos emisiones del sultanato de Perlis (1948- 1957).

Generales:




Particulares:





Se llega a la independencia (que incluye a Singapur) el 31 de agosto de 1957, por supuesto dentro de la Commonwealth.

En estos años se plantea la confrontación con Indonesia. Este nuevo país, nacido de las Indias Neerlandesas (ver entrada ‘Indonesia’), pretende apoderarse de las zonas británicas del norte de la isla de Borneo, y lo pretende no sólo diplomáticamente, sino por incursión de guerrillas. 
Antes que meterse en un nuevo conflicto, se acude a una solución hábil: previa conformidad de los pueblos afectados, se procede a la inclusión de Sabah (Borneo del Norte) y Sarawak en la nueva federación, a la que, desde ahora y para una adecuada diferenciación, llamaremos Federación Malasia. Sólo Brunei acaba optando por no participar en la operación y convertirse en un país independiente.

La Federación Malasia nace pues en 1963, pero Singapur saldrá de ella en 1965. Como recapitulación y para ordenar los datos, damos a continuación el cuadro territorial de la misma, diferenciando sus dos partes.


      A) PENÍNSULA MALAYA          B) BORNEO
       Sultanatos:                              Gobernadores:
       Johor                                        Sabah
       Kedah                                       Sarawak
       Kelantan                                   Territorios federales:
       Negeri Sembilan                       Isla de Labuan
       Pahang
       Perak
       Perlis
       Selangor
       Trengganu
       Gobernadores:
       Malaca
       Penang
      Territorios federales:
       Kuala Lumpur         
       Putrajaya

Los primeros años estuvieron marcados por enfrentamientos entre diversos grupos étnicos, destacando los incidentes del 13 de mayo de 1969, que según cifras oficiales arrojaron un saldo de 196 muertes, aunque otras fuentes hablan de muchas más víctimas.

En consecuencia, se inició una nueva política, a veces muy controvertida, encaminada a lograr una participación más equilibrada de las distintas etnias en los planes de desarrollo.
Entre los años 1980 y mediados de los 90, la economía malasia experimentó un importante cambio, pasando de estar basada en la agricultura a fundarse en la industria, con particular especialización en sectores como los electrodomésticos o determinados componentes informáticos.
También se presentaron en esos años varios megaproyectos como las Torres Petronas (los edificios más altos del mundo entre 1998 y 2004), el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, la Autopista Norte- Sur, la Presa de Bakun y Putrajaya, la nueva capital administrativa.

Malasia es una monarquía electiva constitucional compuesta por una federación de estados. Su Jefe de Estado, conocido como Yang di- Pertuan Agong, es elegido para 4 años entre los sultanes, siendo electores los jefes de los estados, sultanes o no.

Desde su independencia el país ha estado regido por una coalición multipartidista.
El poder legislativo federal está compuesto por dos cámaras. Los 222 miembros de la baja son elegidos por sufragio cada 5 años, Por su parte, de los 70 senadores, 40 son designados por el Jefe de Estado y los restantes representan a los estados y territorios federales.

A escala federal, cada estado tiene una cámara cuyos miembros son elegidos por distritos unipersonales

El Primer Ministro debe ser miembro de la cámara baja del Parlamento. Los miembros del gobierno se escogen entre miembros de las dos cámaras.
El gobierno estatal es conducido por Jefes Ministros. En cada uno de los estados con gobernante hereditario (sultanatos), el Jefe Ministro debe ser malayo y musulmán.
Debe tenerse en cuenta que, aunque nominalmente es una democracia, Malasia carece de muchas de las libertades consideradas normales en las sociedades occidentales. La censura es practicada de manera general, enfocada contra voces opositoras al gobierno y contra cualquier actividad sexual considerada no islámica.
Ambas zonas malasias presentan llanuras costeras que se elevan en montes y colinas cubiertos de selvas. El clima podríamos clasificarlo como ecuatorial, si no fuese por la presencia de las dos características variantes monzónicas.

El estrecho de Malaca, entre Sumatra y la península malaya, es una de las principales vías marítimas del mundo.

El país cuenta con un gran número de parques nacionales, reservas biológicas y otras áreas protegidas.

 comienzos de 2007, Malasia, Indonesia y Brunei firmaron un acuerdo para la protección de 235.000 Km2 en lo que se ha llamado ‘Corazón de Borneo’, donde se han descubierto 120 nuevas especies.

La península malaya, como en general todo el Sureste asiático, ha sido durante siglos un centro de intenso intercambio comercial. Productos como porcelana y especias se comercializaron ya antes de que sus lugares de origen estuviesen geográficamente bien definidos.

Durante el dominio británico se plantó con fines comerciales una gran cantidad de árboles del caucho y de aceite de palma, lo que llevaría a la zona a ser el primer productor mundial de esos productos, así como de estaño.

En lugar de depender de la población local como fuerza de trabajo, los británicos llevaron a trabajadores chinos e indios a las minas y cultivos, lo mismo que a realizar tareas cualificadas. Muchos de ellos establecieron definitivamente en el país su lugar de residencia.

Ya se aludió a cómo, desde los años 70, se comenzó a imitar a las economías de los llamados ‘cuatro tigres asiáticos’, dando más peso a los sectores secundario y terciario. En los 80 y 90 el crecimiento del PIB fue del 7%, y su inflación registró niveles bajos, aun con los inconvenientes de la escasez de mano de obra y consiguiente llegada de un gran flujo de trabajadores extranjeros, muchos de ellos ilegales.

La crisis financiera asiática de 1997 causó un serio impacto. La tasa de cambio con el dólar pasó de 2.5 a 4.8, y el índice de la Bolsa de Malasia pasó de 1.300 puntos a cerca de 400 en pocas semanas.

Sin embargo, Malasia salió en un breve tiempo de la crisis, en un solo año, y una década después alcanzó niveles superiores a los precedentes a la misma. Vale la pena destacar, por el interés que pueda tener para los países de nuestro entorno, que Malasia rechazó las presiones del FMI para acogerse a los planes de rescate que esa institución proponía, y que suponían intereses leoninos. Así evitó las quiebras masivas que se produjeron en Tailandia, Corea o Indonesia, que sí aceptaron pagar tales intereses.

Hoy en día, el Programa de Transformación Económica impulsado por el primer ministro Nejib intenta conseguir para 2020 un status de país con alta renta y elevar el valor añadido de sus importaciones atrayendo inversiones de alta tecnología, biotecnología y servicios bancarios y financieros, como los prestados al mundo islámico.

Corre el peligro de la vulnerabilidad a las caídas de precios internacionales y, en general, a la ralentización de la economía global.

Asimismo trata de fomentar la demanda doméstica y de depender menos de las exportaciones. Con todo, éstas (particularmente electrónica e informática, crudos, aceite de palma y caucho) siguen suponiendo más del 80% del PIB.

El sector del petróleo y gas llegó a proporcionar el 29% de los ingresos del gobierno. Téngase en cuenta que Malasia se benefició de los altos precios del crudo, al venderlo ella más barato; ahora, la bajada en la segunda mitad de 2014, la ha perjudicado.


Los déficit presupuestarios han forzado al gobierno a efectuar diversos cortes en subsidios y a aumentar en un 6% el IVA, siempre actuando con cautela por miedo a reavivar el nacionalismo malayo frente a otros grupos étnicos.

De todas formas, el impacto de la crisis global no ha sido grande. El Banco Nacional tiene cuantiosas reservas de divisas que han protegido de maniobras especulativas contra la moneda.

Malasia es el 30º país del mundo en producción de electricidad, y el 29º en consumo. Tal electricidad procede en un 87.6% de centrales térmicas y en un 11.6% de hidroeléctricas.




También el turismo ha adquirido un auge creciente en las pasadas décadas. Aquí sí que se abre un peligroso interrogante, pues últimamente se han detectado intentos de extender el terrorismo jihadista al país, como también ha ocurrido en Bangla Desh y Singapur. La estrategia parece clara: pasar a Indonesia y desde allí conectar con los 'moros' de Mindanao, al sur de Filipinas.

La población comprende varios grupos étnicos, correspondiendo el 50.1% a los malayos; el 11.8% a otros grupos indígenas; el 22.6% a los chinos y el 6.7% a los indios. El porcentaje de habitantes no ciudadanos es el 8.2.

La distribución geográfica es muy desigual, con 4/5 de habitantes en Malasia Peninsular, mientras que Malasia Oriental, con superficie mayor, tiene sólo 1/5.

La lengua oficial es el malayo, pero diversas minorías hablan de hecho otras. Como curiosidad se puede señalar que en el estado de Malaca el portugués es hablado por una importante minoría, y gran parte de su población conserva nombres y apellidos de origen portugués. El inglés es hablado en casi todas las localidades del país.

La religión musulmana (oficial) comprende el 61.3% de la población; el budismo, el 19.8%; el cristianismo, el 9.2%; el hinduismo, el 6.3%; otras creencias chinas tradicionales, 1.3%.

Aunque la Constitución garantiza la libertad de culto, los no musulmanes deben sobrellevar problemas, como las dificultades para construir templos e incluso para celebrar su culto en algunos estados. Los musulmanes deben seguir las decisiones de los tribunales islámicos en temas como el matrimonio, la herencia, la apostasía, la conversión y otros.

Los tribunales civiles, incluyendo la máxima instancia del Tribunal Federal, no pueden ir en contra de la decisión emanada de un tribunal islámico. Dada su negativa a aceptar cualquier caso que incluya cuestiones sobre el Islam, en los problemas entre musulmanes y no musulmanes, aunque sean civiles, no hay más salida que recurrir al tribunal islámico.

La población urbana supone el 74.7% .  Malasia es un país joven, cuya media de edad es 28.2 años. Crecimiento anual, 1.4%, que corresponde a una tasa de fertilidad de 2.53 hijos/mujer. La esperanza de vida es de 75 años, y la tasa de alfabetización, 94.6%.


Terminaremos la entrada con un dato filatélico. Siguiendo una tradición que podemos considerar inveterada, también la Federación Malasia ha practicado, después de 1963, la coexistencia de emisiones generales con sellos emitidos en cada uno de los estados. Se añaden manifestaciones del fenómeno.






  



















1 comentario:

  1. Un país más interesante para visitar, aunque los circuitos turísticos suelen dejarla de lado en favor de Bangkok o Vietnam. La sociedad vive en una especie de inestable convivencia debido a las muy diferentes culturas y maneras de relacionarse de los malasios musulmanes, chinos e indios, algo que se hace evidente en las calles, centros comerciales y comercios de las ciudades más grandes. Hay sectores de la sociedad malasia que presionan contra los chinos; éstos, sin embargo, controlan buena parte del comercio minorista y forman un grupo importante sin la suficiente representación gubernamental. Otra amenaza para el país es la erosión medioambiental consecuencia del rápido crecimiento. Las selvas del centro de la península, que se encuentran entre las más antiguas del planeta, están en franco retroceso debido a la tala excesiva. La fauna está asimismo amenazada. Muy interesantes son las visitas a Kuala Lumpur, la isla de Penang, la antigua ciudad colonial de Malaca o la selva de Taman Negara.

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