sábado, 11 de febrero de 2012

MICROPAÍSES DE EUROPA

La presente entrada está dedicada a mi eficaz colaboradora informática, Lucía Y.E., que ha manifestado interés por su inclusión preferente.

LIECHTENSTEIN. SAN MARINO. MÓNACO.

Hay otros micropaíses europeos a los que ya se ha prestado atención en precedentes páginas (Ciudad del Vaticano, Malta, Andorra), pero faltaban estos tres, tan exiguos de extensión como cargados de historia.

LIECHTENSTEIN Europa Central


Capital: Vaduz
Ciudad más poblada: Schaan
Forma de gobierno: Monarquía constitucional
Independencia (del Sacro Imperio): 12 de julio de 1806
Superficie: 160 Km2 (221º)
Población: 36.157 hab (210º) Densidad: 221 hab/Km2
PIB/cápita: 49.553 $ (6º)
Miembro de: EFTA

En la Edad Media, la región era un feudo de la Casa de Habsburgo; la Casa de Liechtenstein que reina actualmente, originaria de la lejana Silesia, poseía extensos territorios, pero, dado que los administraba, no con dominio pleno, sino como feudataria de los Habsburgo, no tenía derecho a participar en el Reichstag o Dieta Imperial.

Por esa razón, en 1699 y en 1712, el príncipe Johann Adam compró a los Habsburgo dos ducados, ahora sí en dominio pleno. Ambos, en 1719 y por Decreto del Emperador Carlos VI, se unieron bajo el nombre de Principado de Liechtenstein (‘Principado’ es la traducción más aproximada para el alemán ‘Fürstentum’). Los nuevos príncipes tardaron décadas en visitar su nuevo dominio, que, sin embargo, ya había cumplido su misión de billete de entrada a la Dieta Imperial.

No por mucho tiempo; en 1806, todo el antiguo y respetable tinglado del Sacro Imperio Romano Germánico se vino abajo por imposición de Napoleón, y, desde luego, al Congreso de Viena no se le pasó por la cabeza restaurarlo. Pero lo que aquí nos interesa es que el Principado ya no tenía vínculo ni obligación alguna para ningún señor más allá de sus fronteras.

Hasta el final de la Primera Guerra Mundial estuvo no obstante muy ligado al Imperio Austrohúngaro, pero el resultado del conflicto forzó al país a concluir una unión monetaria y aduanera con Suiza, que hoy perdura, y que le ayudó a mantener su neutralidad durante la Segunda Guerra Mundial. En 2000 se adhirió al EEE (Espacio Económico Europeo), acuerdo entre la UE y los reducidos restos de la moribunda EFTA.

Liechtenstein es una monarquía constitucional, encabezada actualmente por el Príncipe Hans Adam II. El Parlamento o Landstag está compuesto por 25 representantes elegidos. Una Cámara de 5 integrantes es la responsable de los asuntos políticos diarios.

En referéndum de 1984, los votantes varones concedieron a las mujeres el derecho a votar en las elecciones generales (no en las locales), ampliación promovida por el Príncipe. Éste, contrariamente a lo que pasa en otras monarquías constitucionales, conserva importantes poderes, incluido el de vetar las leyes aprobadas por el Landstag.


Antes del referéndum celebrado en marzo de 2003, el Príncipe Hans Adam había anunciado que él y su familia abandonarían Liechtenstein, para irse a vivir a Viena, si sus poderes no eran refrendados, dejando la posibilidad de que se proclamara una república. El referéndum confirmó la popularidad de la dinastía y la confianza de la mayoría del pueblo en su monarca.

Liechtenstein está situado en Europa Central, en los Alpes y, más concretamente, en el alto valle del Rin. Tiene una frontera de 35 Km al O y S con Suiza, y otra de 41 Km al E con Austria. El país es montañoso (máxima altura, 2.599 m), sobre todo en el E, pero al O se abre el amplio valle del Rin, donde se concentra la mayor parte de la población.

Dispone de un 24% de tierra arable, 16% de prados permanentes y 35% de bosques. Posee, por sus características físicas, un fuerte potencial hidroeléctrico, pero, así y todo, debe importar el 90% de la energía.

Ha sabido desarrollar una economía próspera, altamente industrializada y de libre mercado, con un sector de servicios financieros muy importante y una forma de vida similar a la de vecinos más grandes.

Los bajos impuestos de los negocios (máximo de un 18%) y la permisividad de sus leyes, han llevado a unas 73.700 compañías a establecer sedes nominales en el Principado, lo que supone el 30% de los ingresos estatales.

Por ser considerado ‘paraíso fiscal’, más aún después de un escándalo en 2007 por la evasión de impuestos en esa dirección por ciudadanos alemanes, la UE se plantea exigir un mayor control sobre su sistema bancario, bastante opaco. Téngase en cuenta que los depósitos ascienden a 100.000 millones de euros, base de un sector financiero que alcanzaría 1/3 del PIB. No es de extrañar que un tercio de los habitantes sean extranjeros, sobre todo alemanes, austriacos y suizos.

Al tener una unión económica con Suiza, usa el franco suizo como moneda nacional. El idioma oficial es el alemán. Hay aproximadamente un 76% de católicos y un 7% de protestantes. La esperanza de vida es 79,1 años. La tasa de fertilidad, 1,5 niños por mujer.

El Principado no tiene aeropuerto (el internacional más próximo es el de Zürich). Hay cuatro estaciones de ferrocarril de la línea Austria – Suiza y un sistema de autobuses conectado con el suizo.

La vida cultural es muy activa. El más bello monumento, el palacio de los Príncipes, colgado en un valle alpino, no se puede ver sino por el exterior, pero la colección pictórica de la familia, justamente famosa, se encuentra actualmente depositada en el Museo Liechtenstein de Viena.

Diremos finalmente que el país sigue una política de neutralidad, siendo uno de los pocos que no tiene ejército, pues fue suprimido en 1868 debido a sus costos.




SAN MARINO Europa mediterránea


Capital: San Marino
Ciudad más poblada: Serravalle
Forma de gobierno: República sui generis.
Superficie: 61 Km2 (228º)
Población: 31.716 hab (214º) Densidad: 473 hab/Km2
PIB/cápita: 36.200 $ (24º)

La Serenísima República de San Marino es el estado soberano y república constitucional más antiguo del mundo. Está enclavada en territorio italiano (39 Km de frontera), entre las regiones de Emilia – Romaña y las Marcas, al pie del monte Titano (739 m) y muy cerca del Mar Adriático.

Según la tradición, el primer núcleo habitado se fundó por el cantero Marino, dálmata cristiano que, a principios del siglo IV y huyendo de la persecución de Diocleciano, se estableció en las laderas del monte Titano con un grupo de compañeros.

A principios de la Edad Media se formó una comunidad monástica; luego, poco a poco, el burgo surgido en torno se agrandó y se constituyó en Comuna, con ordenamientos que permanecen en vigor en su mayor parte.

La comuna consiguió conservar durante siglos su independencia, pese a las apetencias de estados limítrofes y a las contiendas entre güelfos y gibelinos. El territorio se limitó al monte Titano hasta 1463, cuando el Papa Pío II le cedió varias poblaciones. Desde esa fecha, su extensión permanece inalterada.

En el periodo medieval, el gobierno estaba compuesto en un principio por la Asamblea de todos los padres de familia. En 1243 se estableció la institución de los Capitanes Regentes para actuar como Jefes de Estado.

La pequeña nación fue reconocida por el Papado en 1631, por la Francia napoleónica y por el Congreso de Viena en 1815. Durante el Risorgimento, acogió a numerosos perseguidos políticos, entre ellos a Garibaldi.

Una revolución pacífica restauró en 1906 el sistema electivo del Consejo General, que se había convertido en un clan cerrado. En 1943 fue ocupado por los alemanes y liberado en 1945.

Miembro de la ONU en 1992, adoptó el euro como moneda en 2002, pese a no pertenecer a la UE.

Su órgano legislativo es el Consiglio Grande e Generale, compuesto por 60 miembros elegidos por votación popular cada 5 años, mediante un sistema de representación proporcional en los 9 castelli, correspondientes a las antiguas parroquias. Aparte de aprobar el presupuesto, elige a los dos Capitanes Regentes y al Congreso de Estado, así como al Consejo de los XII.

Los Capitanes Regentes son, a la par que Jefes del Estado, cabezas del poder ejecutivo. Se eligen por 6 meses, por abril y octubre, de entre los miembros del Gran Consejo General, y entre miembros de diferentes partidos, para que se compensen uno y otro. Cuando su periodo termina, los ciudadanos tienen 3 días para presentar quejas sobre su actuación; si son admitidas, se abre el correspondiente procedimiento judicial (excelente costumbre, pero en países mayores harían falta más de 3 días; no obstante, es una idea a tener en cuenta).










El Congreso de Estado se compone de 10 Secretarías, que se ocupan del día a día de las tareas ejecutivas. Es simplemente como un Gabinete.

El Consejo de los XII actúa como última instancia judicial. Aparte de ellos, los jueces han de ser foráneos (otra interesante práctica de la Italia medieval). Los únicos jueces nativos son los de Paz, que sólo entienden en causas civiles de cuantía inferior a 13.000 euros.

Hay múltiples partidos. Los tres principales son el Cristianodemócrata, el Socialdemócrata y la Alianza Popular. Debido a la pequeña población, le es difícil a un partido obtener la mayoría absoluta, por lo que habitualmente se forman coaliciones. En la última elección, de noviembre de 2008, la coalición constituida por partidos de centro – derecha obtuvo el 54,2% de los votos.

Debido a que el turismo representa más del 50% de la economía, se han suprimido los impuestos y los derechos aduaneros, excepto para la venta de monedas y sellos. Además, el gobierno italiano le da a San Marino una subvención anual acordada en el llamado Tratado Básico.

Las Fuerzas Armadas, sumamente reducidas (parte a tiempo completo y parte a base de voluntarios a tiempo parcial) realizan funciones de asistencia policial, vigilancia de edificios públicos, y ceremoniales. La defensa del Estado, en caso de agresión extranjera, corresponde a Italia según los Tratados.

Ya se mencionó la importancia del turismo en la economía del país. San Marino es poco conocido en el extranjero, pero la afluencia de masas de turistas italianos está garantizada por la proximidad a una de las zonas playeras más atestadas de toda la costa italiana, la de Rímini, con una excelente vía de comunicación.

Sólo una parte minoritaria de los visitantes ascienden hasta las tres pequeñas fortalezas medievales (la Guaita, la Cesta y el Montale), situadas en un parque natural al borde del cortado que domina vertiginosamente el valle, y que constituyen el símbolo visual y la vista más característica de San Marino.

La mayor parte de los turistas pululan por el sinnúmero de tiendas que ofrecen productos de imitación (he dicho de imitación, no falsificados): licores, textiles, pieles, bisutería y artesanía. El lugar conserva el plano, la disposición y los volúmenes del antiguo burgo medieval, pero carece de un ‘centro histórico’ propiamente dicho; incluso los edificios públicos más representativos fueron construidos en el siglo XIX a imitación de otros más antiguos.

La filatelia es otro capítulo a tener en cuenta. Cuando, a mediados del siglo XIX aparecieron los sellos de correos, se hizo un tratado con Italia para poder utilizar los sellos de ésta; el 2 de marzo de 1877, un nuevo tratado permitía a la República emitir sus propios sellos. Lo ha hecho, y en cantidad impresionante, inundando el mercado filatélico con innumerables series de los más variados temas. La contribución a los ingresos nacionales se estima en un 10%.

Hay también algo de cerámica y de electrónica. Los productos agrícolas más importantes son vinos y quesos.

Naturalmente, el clima y la vegetación son mediterráneos. Viven en San Marino unos 1.000 extranjeros, en su mayoría italianos. La lengua oficial es el italiano, y la religión predominante, el catolicismo.



MÓNACO Europa Mediterránea


Capital: Mónaco
Forma de gobierno: Monarquía constitucional
Superficie: 1,95 Km2 (246º)
Población: 30.586 hab (188º) Densidad: 16.620 hab/Km2
PIB/cápita: 30.000 $ (33º)

El Principado de Mónaco es una ciudad – estado ubicada entre el mar Mediterráneo y Francia, en la región conocida como ‘Costa Azul’. La longitud de su única frontera es de 4,4 Km. Se trata del segundo país más pequeño del mundo, detrás solamente de la Ciudad del Vaticano.

Pertenecía a la República de Génova cuando el güelfo Francisco Grimaldi, originario de la misma, tomó la fortaleza por sorpresa el 8 de enero de 1297. Los genoveses lo expulsaron, pero los Grimaldi volverían de la mano de los franceses en 1304. Rainiero I fundó la dinastía que todavía hoy lleva su nombre y que permaneció durante más de dos siglos aliada de Francia. Génova intentó en repetidas ocasiones recuperar la plaza durante los siglos XIV y XV, hasta que, tras un último fracaso, renunció definitivamente en 1509. Para entonces, los Grimaldi ya habían obtenido en 1489 el reconocimiento de su independencia por el rey de Francia y el duque de Saboya.

En 1524, temiendo una intervención de Francisco I de Francia por un problema sucesorio, los Grimaldi colocaron la fortaleza bajo protectorado español; una guarnición española permaneció allí durante más de cien años. En el siglo XVII, se realizaron importantes obras de reforma y embellecimiento.

Durante la época revolucionaria y napoleónica, Mónaco quedó integrado en Francia con el nombre de Fort d´Hercule. En 1815, volvió a la situación anterior, pero, por si acaso, se colocó bajo protectorado del reino de Cerdeña – Piamonte (no se olvide que era todavía con él con quien tenía frontera).

Hasta 1847, el principado tenía una superficie total de 24 Km2, incluyendo ricas tierras agrícolas, pero, durante la Revolución de 1848, Menton y Roquebrune se proclamarían ‘ciudades libres’, pasando más tarde a ser francesas. En 1859, el reino piamontés se vio obligado a pagar el alto precio de ceder todo el condado de Niza, además de la Saboya, a Napoleón III, a cambio del auxilio recibido para expulsar a los austriacos de la Lombardía. Es entonces cuando Mónaco pasó a tener frontera sólo con Francia.


Aparte de eso, la ayuda francesa fue necesaria para la construcción de la carretera de la Cornisa Media y del paso del ferrocarril francés por territorio monegasco (con 2 estaciones).

Por entonces, el príncipe Carlos III tuvo la idea de crear un Casino para aumentar las rentas, ya que el juego era ilegal en los países vecinos. En 1863 otorgó el privilegio de explotar el Casino, los hoteles y el Teatro, a François Blanc, fundador de la Sociedad de Baños de Mar. En 1866, en un alarde de egolatría, el príncipe rebautizó el barrio como Montecarlo, en honor de si mismo. También emitió los primeros sellos en 1865, y obtuvo de la Santa Sede un obispado (hoy arzobispado).

En 1869, Carlos III eliminó los impuestos personales y mobiliarios, lo que condujo a una intensa actividad constructiva. La Ópera y diversos museos son de esa época, y el Instituto Oceanográfico se fundó en 1906. El primer Rally de Montecarlo tuvo lugar en 1911. Ese mismo año, la monarquía, hasta entonces absoluta, se convirtió en constitucional.

En 1918 se firmó un Tratado en que se acordaba una ‘protección’ limitada por parte de Francia: la política monegasca no podría oponerse a los intereses políticos, militares ni económicos franceses. En 1922 el Principado perdió el monopolio del juego en la Costa Azul. Durante la Segunda Guerra Mundial, Mónaco, temiendo un eventual intento italiano de anexión, se apoyó en el Estado de Vichy.

En cuanto a los mecanismos de la monarquía constitucional, poco hay que decir de específico, salvo una pequeña particularidad: el Ministro de Estado (Jefe del Gobierno) es un ciudadano francés designado por el Príncipe, quien lo elige entre candidatos propuestos por el gobierno de Francia, la cual se encarga de los asuntos de defensa y seguridad del Principado.

Mónaco tiene una sola municipalidad; no hay distinción geográfica entre Estado y Ciudad, aunque órganos diferentes tengan competencias diversas para uno y otra. Existen 10 barrios, uno de ellos (Fontvieille) construido en los años 70 en tierras ganadas al mar. Estaba previsto el 11º para 2014, pero la situación económica mundial ha aconsejado el aplazamiento.


La monarquía monegasca tuvo una pequeña crisis en 1919, cuando Luis II hubo de legitimar a su hija natural Carlota, nombrándola al tiempo Princesa Heredera, para salvar la continuidad de los Grimaldi. Carlota renunció al trono monegasco en 1944 en favor de su hijo Rainiero III, que lo ocupó en 1949, a la muerte de su abuelo.

Rainiero III tuvo un largo reinado de 55 años hasta su muerte en 2005. Adquirió popularidad mundial al casarse en 1956 con la actriz cinematográfica estadounidense Grace Kelly, entonces en la cumbre de su carrera artística. La Princesa Gracia moriría en accidente de automóvil en 1982, pérdida de la que el Príncipe nunca se recuperaría, viviendo aislado en palacio y cediendo gradualmente sus funciones a sus hijos.

Le sucedió su hijo varón Alberto II, casado en 2011 con la deportista sudafricana Charlene Wittstock. Si falleciera sin descendencia legítima, sería la primera en la línea sucesoria su hermana mayor Carolina, de complicada vida sentimental y canónica.

El país es miembro de la ONU desde 1993, y posee misiones diplomáticas en varios países. Pertenece a muchas organizaciones internacionales, como la Interpol, UNESCO y OMS.

Mónaco cuenta con un clima mediterráneo suave y soleado. Su accidentado relieve está constituido por las últimas estribaciones de los Alpes Marítimos. El territorio está prácticamente urbanizado en su totalidad, aunque comprende numerosos espacios verdes.

Se pueden distinguir en él tres zonas principales:

-Monaco Ville, la Ciudad Vieja, preciosamente mantenida y cuidada, asentada sobre un promontorio que se alarga hacia el mar. Allí se localiza el Palacio.
-Montecarlo, enfrente hacia el NE, principal área residencial y hotelera, con el Casino.
-La Condamine, entre ambos, zona comercial que comprende también el área portuaria.

La principal fuente de ingresos es el turismo. Son muchos los visitantes atraídos por su agradable clima y su lujoso Casino (en el que, por cierto, no se permite jugar a los propios ciudadanos monegascos). En 2001 se amplió el muelle utilizado por los cruceros, otro signo de los tiempos.

Ese signo hace que el turismo se haya masificado, lo que se nota incluso en las salas del Casino dedicadas a máquinas automáticas que recuerdan otros lugares. La época de mayor lujo y asistencia más selecta fue la llamada ‘belle époque’ y el periodo de entreguerras, siendo el suntuoso Hotel de France, al lado del Casino, uno de los símbolos de esos años ya pasados.

El Principado se ha dedicado también asiduamente a explotar la veta de la filatelia, emitiendo series de forma tan desenfrenada como se indicó para San Marino. Por lo demás, se han hecho intentos de diversificación de los servicios y de creación de pequeñas industrias, cuidando de evitar las contaminantes.

El nivel de vida es comparable con el de las áreas francesas más prósperas. Aunque Mónaco no es miembro de la UE, está estrechamente vinculado a ella a través de su unión aduanera con Francia; por ello, la moneda de uso corriente es el euro.

No aplica impuesto sobre la renta a sus habitantes, lo que ha atraído un número considerable de magnates de diferentes naciones europeas, los cuales obtienen la mayoría de sus ganancias por actividades realizadas fuera del Principado.

Esto nos lleva al aspecto más oscuro de la economía monegasca. En 1998, la OCDE emitió un primer informe en el que Mónaco aparecía en la lista de países con poca claridad fiscal, y, en otro de 2004, denunció la falta de cooperación del Principado, que sólo en 2009 ha conseguido salir de la ‘lista negra’; Pero el FMI y el Consejo de Europa se han pronunciado también en sentido negativo sobre la opacidad de Mónaco.

De los 30.586 habitantes, solamente un 16% son monegascos (90% de religión católica, que es la oficial del Estado). El resto son residentes no ciudadanos, especialmente franceses (47%) e italianos (16%). Es el territorio con mayor esperanza de vida del mundo: 78 – 89 años. El idioma principal y oficial es el francés, pero también se enseña en las escuelas el monegasco, variante del dialecto ligur.

Mónaco no dispone de ejército (la defensa del Estado la proporciona Francia, aunque sí de un pequeño grupo de guardacostas y de 517 policías para 31.000 ciudadanos (la proporción mayor del mundo). Todo ello sin contar con la Guardia (Compañía de Carabineros del Príncipe), de unos 80 miembros.

No tiene marina mercante, ni aeropuerto, estando conectado con el de Niza a través de un servicio de helicópteros.

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