domingo, 19 de junio de 2011

ÁFRICA DEL SUR 2



SUDÁFRICA (Siglo XX)
 
Capitales: Pretoria. Ciudad del Cabo.
Ciudad más poblada: Johannesburg.
Forma de gobierno: República.
Fecha independencia (del Reino Unido): 31-V-1910
Superficie: 1.219.912 Km2 (25º)
Población: 48.810.427 hab. (26º)   Densidad: 40 hab/km2
PIB/cápita: 11.300 $ (107º)
Miembro de: Commonwealth, UA ( Unión Africana).

Situada en el extremo meridional del continente africano, con costas a los océanos Atlántico e Índico, incluyendo dentro de sus fronteras el estado independiente de Lesotho (antiguo Basutoland), que nunca formó parte del país.


El 79% de la población pertenece a diferentes etnias de la raza negra, con una relativamente importante minoría india (2,5%) y varios grupos mestizos. La población blanca (9,6%) se divide primordialmente en el grupo afrikaner (boer), algo más numeroso y de origen neerlandés, y en el de origen británico. Actualmente existen 11 idiomas oficiales: inglés, afrikaner y 9 bantúes.

El antecedente histórico de la República de Sudáfrica es la antigua Unión Sudafricana.

Comenzó a existir el 31 de mayo de 1910, como resultado de la consolidación de las colonias británicas en la región austral de África bajo un solo sistema de gobierno. 


Las colonias convertidas en provincias fueron: El Cabo, Natal, Transvaal y Orange, algunas de las cuales hubieron después de ser subdivididas administrativamente.

El sistema político fue el de Dominio, que reservaba la Jefatura del Estado al soberano del Reino Unido, pero a diferencia de Canadá y Australia, la Unión fue un estado unitario más que una federación, siendo cada parlamento colonial abolido y sustituido por consejos provinciales.

El inglés y el holandés se establecieron como idiomas oficiales; el afrikaans no sustituyó al holandés hasta 1925, cuando ya se manifestaba el resurgimiento de los viejos esquemas e ideales boers.

La población negra carecía de derechos políticos. Los coloured, o mestizos, contaron con influencia y derechos que se fueron restringiendo según aumentaba el poder de los afrikaner y se reducía el de los anglosajones.

En 1914, tal como se esperaba de ella, la Unión participó en la Guerra Mundial, contribuyó a la ocupación del África del Suroeste Alemana y recibió este territorio, con el nombre de Suroeste Africano, como “mandato” de la Sociedad de Naciones, administrándolo de facto como una provincia más hasta 1990.

En 1948 el Partido Nacional, de base boer, llegó al poder. Decidido a implantar un sistema claramente segregacionista y racista, inició el “apartheid” (“separación” en afrikaaner). Se fue creando un vasto sistema jurídico y social para separar las razas, llevando hasta el extremo los gérmenes que ya había.

 Se estableció un status privilegiado para los blancos, empezando naturalmente por el monopolio de la actividad política, pero también se restringió hasta extremos escandalosos la libertad de movimientos y de residencia del resto de la población, todo ello partiendo de la prohibición legal, con severas penas, de cualquier relación sexual interracial.

La omnipresencia y total libertad de acción de los servicios de seguridad, para los no blancos, llegó a tener rasgos propios de los sistemas totalitarios. Todo ello sin hablar de los “bantustanes”, de que luego se tratará. La Guerra Fría sirvió también de coartada al sistema, muy vinculado en general a los afrikaner, mientras que el sector de origen británico se mantuvo más al margen con una actitud relativamente liberal.

Sudáfrica proclamó la República, rompiendo así los vínculos con el Reino Unido, y en 1961 se retiró de la Commonwealth.

La consecuencia de todo lo antedicho fue doble: por una parte, una reacción cada vez más activa de los grupos negros antirrégimen, en particular del Congreso Nacional Africano (C.N.A.), sin excluir acciones terroristas; por otra, un aislamiento internacional cada vez más intenso conforme avanzaba el proceso de descolonización del continente, pero que llegó a ser mundial, al menos a nivel oficial y excluyendo el apoyo, oculto, pero constante y efectivo, de Israel.

Poco a poco la situación se fue deteriorando y haciendo progresivamente insostenible. Ya en 1975 la caída de las “provincias” portuguesas de Angola y Mozambique había debilitado la posición estratégica de Sudáfrica, que se vería obligada más tarde a una delicada intervención en el lodazal angoleño.


Llegamos así a 1989, cuando el presidente De Klerk inició el desmantelamiento del apartheid. Suavizó el régimen penitenciario de Nelson Mandela, líder indiscutido del C.N.A., encarcelado desde 1962, inició conversaciones con él, llegándose a la legalización del Congreso. 


En un referéndum de 1993 los blancos aceptaron el derecho de voto de toda la población, y en 1994 se llevaron a cabo las primeras elecciones democráticas, siendo elegido Presidente por mayoría absoluta Nelson Mandela en representación del C.N.A., que desde entonces permanece en el poder. Se refundó, por así decir, el estado, se efectuó una reestructuración territorial, suprimiendo los bantustanes, y se obtuvo la readmisión en la Commonwealth en 1994.


Contra lo que pudiera temerse, el proceso se verificó en paz. Mandela (Premio Nobel de la Paz en 1993) apostó por la reconciliación, y los fenómenos revanchistas fueron escasos y no significativos.

Veinte años más tarde, la impresión no es tan positiva. Las desigualdades sociales empeoran, el aumento de la criminalidad es alarmante (8 veces más que en Estados Unidos) y la nueva legislación que prohíbe a los blancos ocupar numerosos puestos de trabajo, ahora reservados a los negros, está empujando a parte de la población blanca a abandonar el país (casi un millón desde 1994 hasta hoy). 


Crece la sensación de que, habiéndose retirado Mandela en 1999, aunque persiste su influencia moral, sus sucesores no han sabido gobernar adecuadamente.


Nelson Mandela ha fallecido a los 95 años de edad el 5 de diciembre de 2013. Su funeral supuso una concentración de personalidades a nivel internacional pocas veces vista.

La esperanza de vida es de 49,41 años, y el número de adultos con SIDA alcanza el 17,8% (4º del mundo).

De todas formas seguimos hablando de la primera economía africana (25% del PIB del continente). Es de destacar la minería: carbón, diamantes, oro y platino). La industria es la más poderosa y diversificada de toda África. 


Por desgracia y como ya se indicó, son grandes las diferencias entre los distintos grupos sociales: 25% de la población está en paro y vive con menos de 1,25$ diarios. Esto explica la discrepancia entre su importancia económica y su IDH.

Terminemos sin embargo con un dato positivo: es un país con una extraordinaria riqueza de fauna y flora, poseyendo la que quizá sea la más extensa red del mundo de Parques Nacionales y Reservas Naturales, magníficamente mantenida.

Desde el punto de vista filatélico, nos remitimos a otra entrada para tratar de los territorios que, antes de 1910, constituyeron la actual Sudáfrica. 

Respecto a ésta, señalaremos como característica, ya desde 1910, el bilingüismo inglés-afrikaner (South Africa-Suid Afrika), sea en el mismo sello o en sellos alternados sobre las hojas. 

Proclamada la República, el problema se solucionaría empleando la sigla RSA. Todo esto pertenece al pasado: hoy se utiliza el inglés sobre los sellos.



BANTUSTANES


Se designó con este nombre, en la época del apartheid, a los 20 territorios que constituyeron reservas tribales tanto en la propia Sudáfrica como en el llamado Suroeste Africano. Desde los inicios en 1959 hasta su desmantelamiento con el nuevo régimen, la mayor parte gozaron sólo de una cierta –y vigilada- autonomía administrativa; pero 4 de ellos recibieron una independencia, por supuesto nominal, que nunca fue reconocida por nadie a nivel internacional.

Los cuatro “independientes” fueron:

TRANSKEI. El primero creado en 1959 para concentrar a los miembros de la etnia xhosa. Su independencia nominal data de 1976. Con 42.000 Km2 era el de mayor extensión. 4,75 millones de habitantes.


VENDA. Formado en 1971 para la etnia de este nombre. Independencia nominal en 1979. 7.460 Km2 718.000 habitantes.


BOFUTATSWANA. Creado en 1968 e “independiente” en 1977. Su gobierno hizo grandes esfuerzos para ser reconocido internacionalmente, dedicando enormes recursos a la construcción de obras públicas. 44.000 Km2 2.005.000 habitantes.


CISKEI. Creado en 1968 para los xhosa. Último “independiente” en 1981. 8.500 Km2 1.090.000 habitantes.





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