SARRE Europa Occidental
El Sarre (Saarland) es un territorio alemán
de 2.570 Km2, situado junto a la Lorena francesa y a Luxemburgo.
Durante siglos ha sido objeto de apetitos
desordenados por parte de Francia; ya se dieron en los siglos XVII, XVIII y durante
los periodos revolucionario y napoleónico, pero el Congreso de Viena reafirmó
su carácter alemán.
A lo largo del siglo XIX fue poniéndose más y
más de manifiesto su importancia económica por sus ricos yacimientos
carboníferos, con la correspondiente industria siderúrgica.
En 1918, tras la derrota alemana en la
Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones (manejada principalmente por
Francia) determinó que el Sarre sería gobernado por ella misma, a través de una
Comisión de 5 miembros, uno de los cuales tendría necesariamente que ser
francés y otro del propio territorio.
El sistema en cuestión estaría vigente por 15
años, durante los cuales las minas serían explotadas por Francia. Transcurrido
ese periodo, se celebraría un plebiscito para determinar el futuro status.
El territorio comprendía porciones de lo que
había sido la
Provincia Renana de Prusia y del Palatinado Bávaro. Tuvo su
propia moneda y emitió sus propios sellos.
El 13 de enero de 1935 se celebró el
plebiscito. Pese a la campaña intensiva contra la reintegración en Alemania, el
resultado fue: unión con Alemania, 90,73% de votos; mantenimiento del statu
quo, 8,86%; unión con Francia, 0,4%. El Sarre se reintegró, pues, en el III
Reich.
En 1945, al final de la Segunda Guerra
Mundial, vuelta a empezar.
Entregado en ocupación a Francia (cómo no), con las
bendiciones esta vez de la recién nacida ONU, pasó a ser un ‘protectorado
francés’. Por supuesto, volvió la explotación económica.
En 1954, Francia y Alemania acuerdan el
establecimiento de un ‘Estatuto para el Sarre’, según el cual el lugar quedaría
como un ‘territorio europeo’, con vistas a albergar en él la capitalidad de las
comunidades europeas que acabarían convergiendo en la actual UE.
Puesto el estatuto a referéndum, los
habitantes del Sarre optaron por la negativa por un 67,7% de los votos.
Como consecuencia, el Primer Ministro francés
y el Canciller alemán acuerdan que el Sarre vuelva a formar parte de la
República Federal Alemana, lo que tiene lugar el 1 de enero de 1957.
Durante dos años, hasta 1959, la República
Federal emite sellos especiales para el Sarre. Desde entonces, como un Land
más, utiliza los sellos generales del país.
En su capital, Saarbrücken, se ubica la mayor
parte de las Facultades de la Universidad del Sarre, reconocida
internacionalmente por su investigación en los campos de Informática e
Inteligencia Artificial.
TRIESTE Europa del Sudeste
El Territorio Libre de Trieste abarcaba un
área de 738 Km2 alrededor del golfo de Trieste, limitando al Norte con Italia y
al Sur y al Este con Yugoslavia. Pertenecía desde el siglo XIV a los Habsburgo
de Austria, y desde 1867 al Imperio Austrohúngaro.
En 1921, tras la Primera Guerra Mundial,
Italia se anexionó Trieste y toda la península de Istria.
Las zonas rurales estaban pobladas por
eslovenos al Norte y por croatas en el SE. La mayoría de habitantes de las
poblaciones eran italianos. Durante los años 20 y 30, hubo un proceso de
italianización de la población eslava y, en sentido contrario, de acciones
terroristas antiitalianas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tras el
armisticio unilateral italiano de 1943, la zona fue ocupada por el ejército
alemán. El 1 de mayo de 1945 llegaron los yugoslavos, y, al día siguiente,
fuerzas del VIII Ejército británico, al
que se rindieron los alemanes. Los soldados yugoslavos se fueron el 12
de junio, cumpliendo el acuerdo alcanzado el 12 de mayo.
El 10 de febrero de 1947, se firmó el Tratado
de Paz con Italia, el cual establecía el Territorio Libre de Trieste, dividido
en dos zonas:
-- La zona A, de 222,5 Km2 y 262.406
habitantes, incluía la ciudad de Trieste y era administrada por fuerzas
británicas y estadounidenses. La sobrecarga A.M.G. - F.T.T. corresponde a las
iniciales de ‘Allied Military Government. Free Territory of Trieste’.
-- La zona B, de 515,5 Km2 y 71.000
habitantes incluía el NO de la península de Istria y era administrada por el
ejército yugoslavo.
El Territorio nunca funcionó como un
verdadero Estado, aunque su condición formal fue respetada.
En 1954 se firmó un Acuerdo que concedía a
Italia la administración provisional de la zona A, y a Yugoslavia la de la zona
B. En 1975, tuvo lugar el acuerdo definitivo, dividiendo el Territorio entre
Italia y Yugoslavia. Hoy, la antigua zona B se halla repartida entre Eslovenia
y Croacia.
LOS PLEBISCITOS DE 1920-21
En 1920 y 1921 se celebraron en Europa
diversos plebiscitos de autodeterminación conforme a los Tratados impuestos sin
discusión posible a los vencidos, aunque con un carácter sesgado muy propio de
la época, pues tuvieron lugar donde convenía a los vencedores, mientras que en
otras zonas no se celebraron o incluso se prohibieron directamente.
En la entrada correspondiente a Yugoslavia,
hemos hablado de uno de ellos, el de Carintia, que dio como resultado la
atribución de esa provincia a la República austriaca.
SCHLESWIG
Los ducados de Schleswig y Holstein estaban
en el siglo XIX administrados por Dinamarca, en régimen de unión personal con
el resto del Reino. Un intento danés de anexionarlos produjo descontento y
revueltas. Había una razón jurídica para la intervención militar de Austria y
Prusia que se conoce como ‘Guerra de los Ducados’ (1864): en éstos regía la Ley
Sálica, que prescindía de toda transmisión por vía femenina, siendo así que el
rey a la sazón de Dinamarca, Cristian IX, adquiría sus derechos a la Corona
danesa precisamente por esa vía. La guerra acabará llevando a la incorporación
de los ducados a Prusia, y, después, a Alemania.
Al final de la Guerra Mundial, los vencedores
no podían poner en duda el carácter germánico de Holstein, pero sí el de
Schleswig. En consecuencia, se dispusieron dos plebiscitos que se llevaron a
cabo en dos zonas, delimitadas por Dinamarca.
En la zona Norte, el 10 de febrero de 1920,
el 74,9% de la población votó a favor de la reincorporación al reino danés.
En la zona Sur, el 14 de marzo, el 80,2% de
los votos fue para Alemania, lo que determinó el trazado de la frontera entre
ambos países, trazado que dura hasta hoy.
ALLENSTEIN
Allenstein formaba parte de Prusia (y después
del Reich alemán) desde 1772. Reclamado por el nuevo estado polaco, los
vencedores decidieron convocar un plebiscito y nombrar una Comisión Interaliada
que ostentaría la suprema autoridad.
El plebiscito se celebró el 11 de julio de
1920, arrojando el resultado de 97,89% de votos a favor de Alemania y 2,11% a
favor de Polonia, incorporándose a la República Alemana en consecuencia.
Durante el periodo precedente, se emitieron
por la Comisión 28 sellos, utilizando los alemanes en curso sobrecargados al
efecto.
Más tarde, en 1945, con la atribución a
Polonia de casi toda la Prusia Oriental, la población alemana fue obligada a
marcharse en su totalidad. Allenstein es hoy la ciudad polaca de Olsztyn, con
177.000 habitantes.
MARIENWERDER
Caso similar al de Allenstein. El territorio
era también aquí disputado entre Polonia y Alemania (Prusia Oriental). El
plebiscito tuvo lugar el 11 de julio de 1920. El 92% de los votantes eligieron
la nacionalidad alemana.
Tras los cambios de 1945, hoy es la comarca
polaca de Kwidzyn.
SILESIA
La región de Silesia, disputada en el siglo
XVIII por prusianos y austriacos, fue adquirida por los primeros en la ‘Guerra
de los Siete Años’, pasando más tarde al Imperio alemán.
Al fin de la Guerra Mundial, era una región
codiciada por sus yacimientos carboníferos y consiguiente siderurgia, y
codiciada por vecinos nuevos: Polonia y Checoslovaquia. Distingamos dos zonas.
Alta Silesia. A petición de los alemanes, y
pese a la oposición de los polacos, decididos a quedársela entera, se acordó
celebrar un plebiscito. Éste, celebrado en 1921, dio 717.000 votos a Alemania,
y 484.000 a Polonia.
Los alemanes, apoyados por Lloyd George (que,
como galés, entendía del asunto), señalaban el disparate, desde el punto de
vista económico, de dividir el territorio. Los polacos, decididos a salirse con
la suya, organizaron una insurrección, y consiguieron, con la bendición de la
complaciente Sociedad de Naciones, que se les transfiriera la mayor parte de la
cuenca hullera.
Silesia Oriental. Ya en 1919 hubo graves
incidentes entre polacos y checoslovacos, pues éstos se apoderaron de la
comarca de Teschen, rica en carbón y metalurgia, reivindicada por aquéllos. La
Conferencia de la Paz resolvió que la cuestión se dilucidara por plebiscito. A
la hora de la verdad, el ambiente de guerra abierta no permitió llevarlo a
efecto.
Al final, en 1920, se llegó a un acuerdo en
una Conferencia de Embajadores, en virtud del cual Checoslovaquia se quedaba
con un 58,1% de la superficie y un 67,9% de la población, consumándose también
aquí el asesinato de la unidad económica de la comarca. Por un acuerdo de 1958,
las fronteras siguen siendo hoy las de 1920.
Durante el periodo de disturbios, se hicieron
emisiones sobrecargando ‘S.O.’ (Silesia Oriental) sellos polacos y también
checoslovacos, tal como se ve en los ejemplos adjuntos.
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