viernes, 16 de diciembre de 2011

NUEVA GUINEA




NUEVA GUINEA       Pacífico Occidental


Nueva Guinea es la segunda isla en tamaño del mundo, con 785.753 Km2, y está ubicada al Norte de Australia. Hace entre 7.000 y 14.000 años, la subida del nivel del mar la aisló del continente australiano. Existen pruebas de que los indígenas del Sur de la isla mantuvieron contactos esporádicos con pueblos australianos a través del estrecho de Torres, pero dichos contactos tuvieron un efecto muy limitado.

La pérdida del aislamiento de la población melanesia se dio mucho más tarde, a partir del siglo XVIII, por la aparición de los europeos. Hasta entonces, la presencia, prácticamente no alterada, de pueblos en la zona durante unos 40.000 años, produjo una gran diversificación étnica.

El primer occidental que avistó las costas de la isla fue el portugués Abréu, y quien primero desembarcó fue Meneses en 1526. Los españoles llegaron pronto: Saavedra (1528/29), Grijalva y Alvarado (1537) e Íñigo de Retes (1545), quien dio a la isla el nombre que hoy perdura. 

Luego llegaron los  neerlandeses: Tasman y otros navegantes recorrieron las costas N. y NO. de 1616 a 1768. Los ingleses aparecieron el año 1700 con Dampier; Cook navegó por el estrecho de Torres y Banpton visitó la isla en1793.

En 1660, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales reclamó la propiedad de la parte occidental, pero sólo en 1848 se fijó la frontera de la colonia en el meridiano 141º20’E, delimitación que sigue vigente hoy.

La exploración del interior es otra cuestión; empezó entre 1873 y 1876. En 1873, el capitán Moresby pretendió anexionar a la Corona británica la isla (o al menos la mitad de ella), cuando Alemania izó su bandera en la costa Norte. 

El conflicto se evitó con el Acta de 1885, que reconoció los derechos del Reino de los Países Bajos en toda la región occidental hasta el meridiano antes citado, y dividió el control de la mitad oriental entre Alemania y Gran Bretaña.

La colonización de Nueva Guinea e islas vecinas ocasionó muchos problemas a los europeos; algunas zonas del interior no fueron visitadas hasta la década de 1930.

La mayor parte de la isla está ocupada por una cordillera, de más de 1.600 Km de longitud, que la recorre en sentido longitudinal, de E. a O. Culmina en el monte Jaya, de 4.884 metros de altitud, lo que hace de Nueva Guinea la isla de mayor altitud del mundo; en su entorno quedan algunos glaciares, en franco retroceso. En esta zona central, en una meseta a 1.600 m de altitud, vive uno de los principales grupos étnicos.

Los flancos de la cordillera están cubiertos por una densa selva tropical, cuya línea arbolada se sitúa en torno a los 4.000 m. La selva cubre asimismo otros macizos de entre 1.000 y 2.000 m. En la costa hay un mosaico de ecosistemas como manglares y selvas pantanosas de agua dulce. Dejando aparte la zona de mayor altura, el clima es muy cálido y húmedo todo el año.


Políticamente la isla se divide en dos zonas, de superficie aproximadamente igual. Sin embargo, para examinar la historia del territorio, hay que diferenciar tres sectores. Incluimos a continuación un esquema – resumen para facilitar la comprensión:


Sector A: mitad occidental. Primero Indias Neerlandesas, luego, Indonesia.
Sector B: cuarto NE. Primero, colonia alemana; luego, mandato o fideicomiso australiano.
Sector C: cuarto SE. Primero, posesión británica; luego, protectorado australiano (Papúa).
Sector B+C: toda la mitad oriental. Protectorado australiano, luego autónomo, luego independiente (PAPÚA – NUEVA GUINEA).


NUEVA GUINEA NEERLANDESA



Fue el nombre oficial de la mitad occidental de la isla mientras constituyó una posesión colonial del Reino de los Países Bajos. Actualmente forma parte de Indonesia (inicialmente una sola provincia, luego dos, y tres desde 2003).

Desde 1898 a 1949, formó parte de las llamadas Indias Neerlandesas, utilizando los sellos de éstas.

En 1949, cuando el conjunto de islas y archipiélagos que las constituían se independizó con el nombre de República de Indonesia, el gobierno neerlandés retuvo su soberanía sobre Nueva Guinea Occidental y tomó medidas para conceder la independencia al territorio como un país separado. 

Unos 5.000 profesores fueron destinados allí para formar a la población, y la Primera Brigada Militar era operativa en 1956. Entre 1959 y 1961 se celebraron elecciones para formar un Consejo que habría de preparar la independencia plena; incluso se eligió en 1961 una bandera nacional.

Indonesia, con apoyo de la URSS, había reclamado el territorio sin ningún fundamento para ello, al faltar todo vínculo étnico o cultural. El 18 de diciembre de 1961 intentó la invasión y se produjeron escaramuzas.

El presidente norteamericano Kennedy, temeroso de que el conflicto acabara de deslizar a Indonesia hacia la órbita soviética, presionó a los Países Bajos para que cedieran al chantaje indonesio. 

Así se llegó al Acuerdo de Nueva York, en el que, para mayor indignidad, se acordó la farsa de conceder temporalmente el control a una ‘Autoridad Ejecutiva de las Naciones Unidas' (UNTEA), que se limitó a emitir unos sellos sobrecargados con esas siglas.

Al año siguiente, en 1963, hizo lo que justificaba su existencia: transferir la administración a Indonesia, la cual emitió también unos sellos incluyendo la leyenda ‘Irian Barat’, a veces poco legible (véase parte inferior derecha del sello).

Los Países Bajos seguían insistiendo en la autodeterminación, de manera que, en 1969, Indonesia montó un extraño plebiscito en el que sólo se consultó a 1.024 jefes tribales seleccionados previamente. Cumplido el trámite, se anexionó formalmente el territorio. 

No es de extrañar que hoy exista un movimiento separatista (OPM), que reivindica la ‘República de Papúa Occidental’.

La mayoría de los aborígenes viven en valles tropicales de difícil acceso donde practican una agricultura de subsistencia. En las zonas costeras cultivables, hay grandes plantaciones de palmera aceitera, nuez moscada y cacao.

Cuenta con importantes recursos mineros. En primer lugar, yacimientos de petróleo, cuya explotación ha comenzado ya; minas de níquel y cobalto; pero son dignas de mención, sobre todo, las de cobre y oro, que están entre las más productivas del mundo. Los ingresos de la principal, explotada por una compañía minera norteamericana, representan el 2% del PIB indonesio y el 50% del de Nueva Guinea Occidental.


NUEVA GUINEA ALEMANA

La parte oriental de la isla no fue anexionada por ninguna potencia europea hasta la década de los 80 del siglo XIX. En 1883, la colonia británica de Queensland (Australia) incorporó el SE, pero Londres no respaldó de momento esta iniciativa de un mero gobernador colonial.

El hecho, sin embargo, atrajo la atención del Imperio Alemán, entonces en proceso de expansión por la zona del Pacífico. El 3 de noviembre de 1884, la recién fundada. Neu- Guinea- Kompagnie izó el pabellón germánico en la zona NE.

El 1 de abril de 1899, el gobierno alemán tomó posesión formalmente de estos territorios, convertidos en protectorado. La fijación de fronteras por el Sur con los británicos se había hecho previamente en 1884/85.

Durante la Primera Guerra Mundial, las tropas australianas se apoderaron sin mayor dificultad del territorio, que quedó bajo el régimen de ocupación británica hasta 1921. La sobrecarga ‘G.R.I.’ significa ‘Georgius Rex Imperator’.

Por el Tratado de Versalles, Alemania perdió todas sus colonias, y la Sociedad de Naciones confió a Australia como ‘mandato’ la antigua Nueva Guinea Alemana, convertida ahora en ‘Territorio de Nueva Guinea’. Esta situación se mantuvo, como veremos, hasta 1949, cuando tuvo lugar la fusión con Papúa.



PAPÚA

El territorio que recibiría después el nombre de ‘Papúa’ comprendía el cuarto SE de la isla. Tras la salida en falso del gobernador de Queensland, pasó a ser protectorado británico en 1884. Cuatro años más tarde, fue formalmente anexionado al Imperio como ‘Nueva Guinea Británica’.

En 1902 fue transferida a la autoridad del recién creado Dominio británico de Australia. Renombrado oficialmente como ‘Papúa’, la administración australiana se constituyó formalmente en 1906.

En la Segunda Guerra Mundial, la isla fue invadida por el Ejército Imperial Japonés, que ocupó la parte entonces neerlandesa y grandes porciones de la ex -Nueva Guinea Alemana. Papúa resultó poco afectada, protegida como estaba por su localización al Sur y por la barrera montañosa que la limitaba al Norte. Las ofensivas japonesas para tomar la capital, Port Moresby, y la base de Milne, en el extremo oriental, no tuvieron éxito. Con todo, la lucha continuó hasta la rendición del Japón en 1945.


En 1949, como se indicó, tiene lugar la unificación de los dos territorios como ‘Papúa- Nueva Guinea’, aunque, a efectos de la ley de nacionalidad australiana, se mantuvo la distinción entre ambos. Se estableció un consejo legislativo, una organización judicial y un sistema de gobierno local.


En 1972 se adoptó formalmente el autogobierno, y en 1975 se convirtió en estado independiente.


PAPÚA – NUEVA GUINEA


Capital: Port Moresby
Forma de gobierno: Dominio
Independencia (de Australia): 16 de septiembre de 1975
Superficie: 462.840 Km2 (54º)
Población: 6.431.902 hab (105º)    Densidad: 14 hab/Km2
PIB/cápita: 2.700 $ (182º)
Miembro de: Commonwealth.

El clima es tropical monzónico, con escasas variaciones de temperatura. El territorio es mayoritariamente montañoso, con planicies en las costas.

Los recursos naturales son: oro, cobre, plata, petróleo, gas natural, madera y pesca. La tierra arable constituye el 0,1%; los cultivos permanentes, el 1%; los bosques, el 92,9%.

El país se encuentra situado en el llamado ‘Cinturón de fuego’ del Pacífico, soportando frecuentes seísmos y maremotos. Existe un problema de deforestación como consecuencia de la demanda comercial de madera, y también contaminación por la minería. 

Su abundancia en recursos naturales se ve contrapesada por la carencia de infraestructuras y tecnología. La minería (cobre, oro y sobre todo petróleo) representa 4/5 de las exportaciones, y las reservas de petróleo y gas son abundantes, por lo que Papúa- Nueva Guinea aspira a convertirse en un gran exportador.

Mantiene una agricultura de subsistencia que sirve únicamente para el consumo local, independientemente del auge de la explotación maderera. La pesca es aprovechada industrialmente por el sistema de concesiones a otros países. 

Disfruta de ayudas al desarrollo provenientes sobre todo de Australia, que ha llegado a enviar funcionarios y policías para ayudar a sus homólogos locales.

La población es una de las más heterogéneas del mundo. Existen varios miles de comunidades diferenciadas, la mayor parte de ellas compuestas por sólo unos centenares de personas. Divididos por la lengua, las costumbres y tradiciones, algunos se han hallado durante milenios en permanente conflicto con sus vecinos. La llegada de las armas modernas y de los nuevos emigrantes a zonas urbanas han multiplicado el desmadre.

La gente acostumbra a vivir en aldeas que subsisten gracias a la agricultura. Es uno de los lugares más rurales del mundo, con sólo un 13% de la población viviendo en centros urbanos. La caza es una actividad común, además de la recolección de plantas salvajes. Las conchas marinas ya no son, desde 1933, moneda corriente, pero han dejado huellas en las costumbres locales.

Existen unas 836 lenguas indígenas (la mayor parte con menos de mil hablantes)  y tres idiomas oficiales: el inglés (aunque pocas personas lo hablan), un criollo inglés usado como lengua franca y una lengua indígena en el Sur.

Casi 1/3 de la población se adhiere a creencias tradicionales, mientras el resto es cristiana. Cerca de 1/3 de la población cristiana son católicos romanos. Sólo el 9% pasa de 55 años. 

La tasa de fertilidad es de 3,31 hijos/mujer, la esperanza de vida, 66,6 años y, si creemos los datos oficiales, la tasa de alfabetización es del 57,3%. La incidencia del SIDA, principalmente en las zonas rurales, constituye un problema, con 1.300 muertes anuales; tiende a aumentar, siendo una de las mayores zonas de incidencia de la región del Pacífico.


ISLAS DEL NOROESTE DEL PACÍFICO

Australia, de 1915 a 1925, emitió sellos australianos con sobrecarga ‘NW PACIFIC ISLANDS’, para ser utilizados en ciertas posesiones ex- alemanas, especialmente en Nueva Guinea. Fueron reemplazados en 1925 por los de Nueva Guinea.


jueves, 15 de diciembre de 2011

ISLAS CAIMANES, CABO VERDE



ISLAS CAIMANES        Mar Caribe


Las islas Caimanes (Cayman islands) son una colonia británica (Territorio de Ultramar se les llama ahora) situada en el Mar Caribe, a unos 290 Km al Noroeste de Jamaica, entre Cuba y Honduras. Es uno de los 16 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de la ONU, cuyo fin es eliminar el colonialismo.

Tienen una extensión total de 260 Km2 y una población de 53.737 habitantes.

Fueron descubiertas por Colón durante su cuarto y último viaje, pero quien primero atracó en ellas y las bautizó fue Francis Drake (¡quién mejor que él!). Fueron ocupadas por Inglaterra en 1660, y gobernadas conjuntamente con Jamaica hasta 1962, cuando ésta alcanzó la independencia y las Caimanes fueron convertidas en ‘Territorio Autónomo’ separado.

En 1788, diez barcos que regresaban a Gran Bretaña naufragaron cerca del archipiélago, y sus tripulantes fueron socorridos por los nativos; por esta acción, el rey Jorge III eximió a la colonia del pago de tributos, situación que se mantiene hasta hoy. 

El Gobernador está flanqueado por una asamblea de 15 miembros, pero tiene poderes para ejercer la autoridad plena si lo desea, pudiendo anular cualquier norma votada por la asamblea antedicha.


El archipiélago está compuesto por tres islas, siendo Gran Caimán la más extensa y poblada. En ella se encuentra la capital, George Town. El clima es tropical marítimo, sin estación seca, y las temperaturas muy constantes en torno a los 27º.

Las islas tienen casi tantos negocios registrados como habitantes. Su población representa una mezcla de más de cien nacionalidades. Alrededor del 60% son de raza mixta, un 20% de ascendencia europea y otro 20% africana.

Es el más conocido de los ‘paraísos fiscales’, y el 5º centro financiero internacional. De los 279 bancos existentes, 19  tienen licencia para realizar actividades con clientes residentes en las Caimanes; los 260 restantes tienen limitada su actividad interna, y están autorizados para operar sobre una base internacional. 

Su actividad se define como ‘la banca, la formación de fondos de cobertura e inversión, la financiación estructurada y la bursatilización. El plato más cuidado del menú parece ser lo relacionado con fondos de cobertura.

Con estas explicaciones, ¿quién puede hablar de opacidad? Pues, al parecer, el presidente de los EEUU Obama, quien, el 4 de mayo de 2009, declaró sus intenciones de frenar el uso de los paraísos fiscales por parte de las corporaciones multinacionales, señalando expresamente, entre tales paraísos, al que nos ocupa. Como era de esperar, al día siguiente se publicó una carta abierta de la Asociación de Servicios Fiscales de los aludidos, defendiendo el rol de las islas en las finanzas internacionales.

Partiendo del hecho de que tales paraísos resultan turbios para las personas de recto sentir, no puede sino resultar llamativo que la mayoría de ellos estén acogidos al pabellón británico, bien directamente, bien de forma indirecta, a través de fórmulas que, como el ‘Dominio’, ocultan a menudo, sobre todo en el Caribe, situaciones de independencia meramente formal. 

Personas suspicaces podrían obtener la impresión, sin duda aventurada, de que constituyen la adaptación al capitalismo de los tiempos actuales de viejas formas de actividad económica, remuneradoras pero éticamente cuestionables, por las que la nación británica ha experimentado una atracción, al parecer incontenible, por lo menos desde comienzos de la llamada Edad Moderna.

Volviendo a nuestras islas, otra actividad es la matriculación de buques extranjeros bajo pabellón de los llamados ‘de conveniencia’, incluyéndose barcos de 11 países, con Grecia netamente en cabeza de los mismos.

Otra fuente de ingresos, importante, pero alejada de las anteriores, es el turismo, orientado hacia viajeros de altos ingresos, especialmente norteamericanos. Como cabía suponer, las comunicaciones son buenas: hay un aeropuerto para cada una de las islas.

No existen los impuestos directos. El gobierno recibe la mayor parte de sus ingresos de los indirectos: un arancel general del 20% sobre productos importados, con algunos exentos y otros con tipo especial (por ejemplo, hasta un 40% para modelos caros de automóvil). Las instituciones financieras que operan en las islas pagan una tarifa plana de concesión de licencias. Los alojamientos turísticos pagan el 10%, existiendo una pequeña cuota de entrada por cada turista.

Hay una polémica, con repercusión en la prensa, en relación con los trabajadores extranjeros, muy numerosos en el territorio. Por supuesto, todos necesitan un contrato de trabajo previo y anterior a su llegada, pero, a menos que sean considerados ‘empleados clave’, sólo podrán residir y trabajar por un periodo de 7 años, no renovable. Especialmente los bufetes de abogados han protestado por las molestias que tal normativa les causa. 

Los empleados por el  gobierno no están exentos, y el gobernador ha decidido usar sus poderes para determinar qué empleados extranjeros serán despedidos a los 7 años y cuáles no. En defensa de estas normas, se aduce que son necesarias para proteger la cultura y el patrimonio local, evitando su deterioro por un gran número de extranjeros que obtuvieran la residencia y la ciudadanía.



CABO VERDE      África Occidental


Capital: Praia
Forma de gobierno: República parlamentaria
Independencia (de Portugal): 5 de julio de 1975
Superficie: 4.033 Km2 (175º)
Población: 531.046 hab (172º)    Densidad: 132 hab/Km
PIB/cápita: 4.100 $ (165º)
Miembro de: UA

La República de Cabo Verde está situada en el Océano Atlántico, en el archipiélago volcánico del mismo nombre, frente a las costas de Senegal. Constituye la parte más meridional (estando al sur de las Canarias, Madeira y las Azores) de la llamada Macaronesia.

País pobre en recursos naturales, tendente a la aridez y con poca tierra cultivable, ha ganado sin embargo, después de una serie de aventuras, la buena reputación de conseguir estabilidad política y económica.

Las islas fueron descubiertas en el siglo XV por los portugueses, que las encontraron deshabitadas y cubiertas por una densa  vegetación tropical. 

En 1462 desembarcaron los primeros colonos y fundaron la ciudad europea más antigua del trópico, la actual Cidade Velha. El clima seco no resultó favorable para la caña de azúcar, pero el desarrollo del tráfico de esclavos le dio prosperidad en el siglo XVI, al tratarse de un punto de enlace clave para la trata.

El asalto reiterado de piratas ingleses, neerlandeses y franceses obligó a trasladar colonos agricultores del Alentejo, para dar estabilidad a la posesión del archipiélago. Sin embargo, la colonización agrícola no fue afortunada, pues se acabó con el suelo fértil en un proceso de desertización que inició las sequías periódicas, las cuales continúan en el presente. La contracción de la actividad agrícola, centrada en el algodón, dio a su vez lugar a la emigración.

Al abolirse la trata de esclavos, falló también este recurso, quedando las islas prácticamente sin ingresos. La prosperidad fue decayendo a lo largo de todo el siglo XIX y principios del XX. En 1951, la colonia pasó a ser ‘provincia de ultramar’ (aparece la denominación 'República Portuguesa'), de acuerdo con un plan, que se aplicó en todas las colonias portuguesas, y que estaba condenado al fracaso, tendente a frenar el proceso de descolonización.

No era un lugar adecuado para guerrillas, pero en 1956 se creó el Partido Africano para la independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), con militantes de ambos lados. En 1961 comenzó la guerrilla en el continente, donde lucharon también centenares de caboverdianos. 

En 1975, caído el régimen colonial el año anterior, se proclamó la independencia. Un mismo partido, el PAIGC, pasó a gobernar en los dos países, y todo hacía pensar que se llegaría a una Federación de ambos.

Se implantó un régimen autoritario y socializante de partido único, que impuso la plantación obligatoria de árboles con métodos dignos de la China del momento, estableció la reforma agraria, dando prioridad absoluta a los cultivos de subsistencia frente a los de exportación y promovió la pesca.

Cabo Verde apoyó al ultraizquierdista MPLA en la guerra civil de Angola, permitiendo el puente aéreo de aviones cubanos con base en el archipiélago.

En 1982, fueron definitivamente archivados los planes de federación con Guinea – Bissau.

En 1984, la sequía llevó casi a una situación de hambruna. Fue entonces cuando se comenzó a dar prioridad al sector privado y a combatir la desertización, creando un sistema organizado de conservación y distribución de aguas pluviales. Se logró que la producción agropecuaria abasteciera casi totalmente a la población de carne y hortalizas, sin recurrir a la importación.

En 1991 tuvieron lugar las primeras elecciones libres, comenzando la transición a una economía de mercado con privatizaciones en empresas de seguros, pesca y bancos. Dos años más tarde empezó la reducción a la mitad de 12.000 funcionarios públicos, al tiempo que se liberalizaban gradualmente los precios. Se consiguió ayuda exterior para diversos fines, sobre todo para continuar privatizando el sector público.

A pesar de que continuaron las sequías (llegando algún año a echar a perder el 80% de la cosecha de cereales), hoy Cabo Verde disfruta de una renta per cápita superior a la de muchos países del continente africano, y ha establecido lazos económicos más estrechos con EEUU, Portugal y, en general, la Unión Europea. En los últimos años, el crecimiento ha llegado al 6%, y ha construido tres aeropuertos y un considerable kilometraje de carreteras.

El archipiélago está formado por 10 islas principales; en la de Sal se halla el principal aeropuerto. Otras islas importantes son Santiago (con la capital, Praia) y Mindelo. Las islas son de origen volcánico, y en la de Fogo existe un volcán activo. La mayor  parte son montañas escarpadas, cubiertas de cenizas y con escasa vegetación. El clima es seco y caluroso, con temperaturas medias de 20º/25º.

La economía sufre de unos recursos naturales pobres: suelos poco fértiles y escasez de agua, con largos ciclos de sequía. Sólo en 4 islas es viable la agricultura durante todo el año. Las remesas de los emigrantes son un recurso que cuenta, pero mayor importancia tiene el turismo, que se ha procurado fomentar. 

Sin embargo, Cabo Verde no ha llegado a convertirse más que en un centro turístico de segunda categoría, quizá por su escasez de atracciones histórico- artísticas y la monotonía de sus paisajes volcánicos. Casi todos los visitantes son enviados a las islas de Sal, Santiago y São Vicente, en las que se concentran los hoteles. 

Existe la preocupación de que la afluencia de turistas amenace la rica vida marina; en efecto, es un lugar importante de desove para tortugas y existen ballenas en sus aguas.

La población se compone de un 71% de mulatos, un 28% de africanos y un 1% de europeos.

El idioma oficial es el portugués, aunque la lengua popular es un criollo, aparte de que cada isla cuenta con su modalidad dialectal. El promedio hijos/mujer es 2,39. El 84,3% de la población está alfabetizada.