martes, 3 de febrero de 2015

NACIONES UNIDAS


NACIONES UNIDAS

El término ‘Naciones Unidas’ fue pronunciado por primera vez el 1 de enero de 1942 por Franklin Roosevelt, Presidente a la sazón de EE.UU., como una alianza de 26 países comprometidos a emplear sus recursos en la guerra contra el Eje Berlín – Roma – Tokio. La idea fue elaborada en la conferencia de Yalta celebrada en febrero de 1945.

Aunque inspirada en la Sociedad de Naciones, creada en 1920 y fenecida de facto con la Segunda Guerra Mundial, va a haber diferencias entre una y otra. Ambas se iniciaron básicamente como un club de vencedores, pero la que se llamará Organización de las Naciones Unidas (abreviadamente ONU en español y UNO en inglés) irá en el fondo más lejos, pues, al configurar en su Carta el derecho de veto de determinadas potencias en su órgano más importante, partirá de la concepción de un mundo dirigido por un Directorio de cinco Estados.

Por otra parte, la ONU será objeto de ampliación sucesiva, al contar, no sólo con los miembros iniciales, sino con los numerosos nuevos estados que surgirán de la descolonización y del desmembramiento de algunos países.

De agosto a octubre de 1944, representantes de Francia, China, Reino Unido, Estados Unidos y Unión Soviética celebraron la conferencia de Dumbarton Oaks para esbozar la estructura y propósitos. 

La actual organización refleja parcialmente esta conferencia, ya que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, con el derecho a veto al que se aludió, son dichos estados o sus sucesores (República Popular de China en lugar de China-Taiwan y Rusia sucediendo a la Unión Soviética).

El 25 de abril de 1945 comenzó la conferencia de San Francisco. El 26 de junio las 50 naciones representadas (más Polonia, a la que se permitió después añadir su nombre como estado signatario) firmaron la Carta de las Naciones Unidas.

El primer periodo de sesiones de la Asamblea General se inició el 10 de enero de 1946 en Londres. La Sociedad de Naciones se disolvió oficialmente el 18 de abril.

Según el art. 4 de la Carta, la admisión se efectuará por decisión de la Asamblea General por recomendación del Consejo de Seguridad.

Desde 2011 y después de la adhesión de Sudán del Sur (último miembro admitido, el 14 de julio de ese año), el número de Estados miembros es de 193. Están incluidos todos los estados reconocidos internacionalmente, menos:

*El Estado de la Ciudad del Vaticano, considerado como miembro observador.

*La Orden de Malta, sujeto de Derecho Internacional y también observador.

*El Estado de Palestina; la Autoridad Nacional Palestina ejerce como observador. Hace pocas semanas, el veto de Estados Unidos, sirviendo turbios intereses israelíes, impidió el acceso del estado palestino en el plazo de dos años.

*La República de China- Taiwan, cuyo asiento en la ONU fue transferido a la República Popular China en 1971. Este caso se tratará con detalle en la futura entrada ‘China’.

*El Sahara Occidental, de iure territorio no autónomo de administración española, por extraño que pueda parecer.

Casos especiales son los territorios de Niue y de las islas Cook, ambos con gobierno propio y asociados libremente a Nueva Zelanda, que podrían solicitar su ingreso. Hay precedentes: los Estados Federados de Micronesia, las islas Marshall y Palaos, todos en libre asociación con EE.UU., son miembros de la ONU.

Nueva York
A pesar de que todos los estados miembros de la Unión Europea lo son a su vez de la ONU, la UE, como tal, no forma parte de ella, aunque ha desarrollado misiones por encargo de la misma en diferentes partes del mundo.

La Sede principal está en Nueva York, previo Tratado con Estados Unidos de 1947. Por supuesto, tiene status de extraterritorialidad, que se observa muy estrictamente. El complejo incluye la Secretaría (una torre de 39 pisos), la Asamblea General, la Biblioteca Dag Hammarskjöld y el área de conferencias.

Ginebra
En todo caso, la ONU y sus organismos especializados y regionales tienen otras sedes por todo el mundo, teniendo especial relevancia la de Ginebra, que ocupa el antiguo edificio de la Sociedad de Naciones. Se da la paradoja de que esta sede secundaria empezó a funcionar cuando Suiza todavía no había solicitado su ingreso en la Organización.

Viena
La ONU tiene seis idiomas de trabajo: árabe, chino mandarín, español, francés, inglés y ruso.

Es la única organización internacional autorizada a emitir sus propios sellos en tres sedes diferentes: Nueva York, Ginebra y Viena. Sólo se pueden utilizar en las sedes citadas, pero de hecho el 85% va a parar a filatélicos. Se han emitido desde 1951, las primeras series con leyenda en los 5 idiomas entonces oficiales, pero esta regla, como se verá en los ejemplos adjuntos, ya no se ha observado después.

Disponía de su propia colección, con miles de piezas valiosas, hasta que, en circunstancias nada claras, un grupo de 8 funcionarios de la APNU (Administración Postal de las Naciones Unidas) la vendió a una casa de subastas de Ginebra. No consta que el entonces Secretario General, Kofi Annan diera su autorización. La primera subasta se celebró en mayo de 2003. La ONU se ha manifestado muy remisa a proporcionar información sobre el asunto.

Tema interesante es el de la financiación del tinglado, asegurada por las contribuciones, teóricamente obligatorias,  de los estados.

La Asamblea establece un presupuesto bianual (3.160 millones USD para 2004-2005) y determina la aportación de cada miembro partiendo del ingreso nacional por habitante, pero estableció en 1998 que ningún país pagaría más del 22% ni menos del 0,01% del total del presupuesto.

En 2013 el principal contribuyente era EE.UU. (22%), seguido del Japón (10,83%). Ese mismo año a España le correspondía el 2,97%, más o menos lo mismo que Canadá o Brasil, pero por encima de Rusia (2,43%).

¿Y qué ocurre con los miembros morosos? La cuestión no es baladí. Conforme al art.19 de la Carta, se le puede quitar el derecho al voto en la Asamblea General al miembro cuyos atrasos igualen o superen la cantidad debida correspondiente a los dos años anteriores. En la práctica las cosas suceden de otra forma. Por ejemplo, en octubre de 2008 la institución declaró que el 30% de los países eran morosos, y que el 62% de la deuda correspondía a 2 estados cuyo nombre no se precisaba.

Más recientemente, en enero de 2015, doce estados (entre los cuales, dicho sea de paso, se hallaban representados los cinco continentes) no hubieran podido votar según la Carta. Claro que, en el último momento, la Asamblea miró para otro lado y dejó pasar el asunto.

Ya va siendo hora de exponer lo esencial sobre los órganos de la institución. Dejando para el final el tema más espinoso, a saber, los objetivos y la realización efectiva de los mismos. 

Conforme al art.7, los órganos principales son:

Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Consejo de Administración Fiduciaria, Tribunal Internacional de Justicia y Secretaría General.

La Asamblea General es, al menos sobre el papel, el órgano principal. En ella están representados todos los estados miembros, cada uno con un voto. Durante muchos años no fue así, pues la Unión Soviética se había reservado 3 votos: uno para ella y dos para Ucrania y Bielorrusia, partes integrantes de la Unión; con la implosión del estado soviético la anomalía se resolvió por sí misma.

Las votaciones sobre cuestiones importantes, tales como las de paz y seguridad, ingreso de nuevos miembros y cuestiones presupuestarias, se deciden por mayoría cualificada de dos tercios. Las demás, por mayoría simple.

Pero no nos engañemos; en las cuestiones realmente importantes, las que afectan a la paz y seguridad, la Asamblea no puede adoptar resoluciones, sino sólo ‘recomendaciones’ al Consejo de Seguridad, que, con sus miembros con derecho a veto, es quien tiene la sartén por el mango. Recuérdese lo dicho al principio sobre la filosofía que inspiró la creación de la ONU.

Lo antedicho parece tener una excepción: la Resolución ‘Uniting for Peace’. Hagamos historia. En 1950, cuando se produjo la invasión de Corea del Sur por obra de Corea del Norte, la Unión Soviética se había retirado temporalmente del Consejo de Seguridad por una cuestión fútil (tan fútil que incluso da que pensar). En consecuencia, no pudo interponer su veto, y al Consejo le fue posible acordar el respaldo armado de la ONU a la atacada Corea del Sur. El que ese respaldo fuera llevado a efecto en grandísima parte por tropas de los Estados Unidos, no afecta a lo que ahora estamos tratando.

Para prevenir casos equivalentes, la Asamblea General, más compacta de lo que es ahora, votó la Resolución citada en noviembre del mismo año 1950: Si el Consejo, en un caso en que puede haber amenaza a la paz o acto de agresión, no toma medidas por falta de unanimidad entre sus miembros permanentes, la Asamblea puede adoptarlas, incluyendo el empleo de la fuerza armada.

La Resolución Uniting For Peace pareció importante en su momento. En realidad nunca fue utilizada y ya no podrá serlo nunca, dado el gallinero humano multitudinario en que se ha convertido la Asamblea, por mor de la proliferación de miembros.

En los últimos años las sesiones plenarias han sido programadas cada tres meses, pero en la práctica el exceso de asuntos provoca retrasos. Cada temporada rutinaria se programa para que comience el martes de la tercera semana de septiembre; sin embargo, dado el número de estados solicitantes de intervención, los temas prioritarios pasan a seis comisiones principales.

Al final de la temporada de sesiones plenarias, se puede convocar una sesión extraordinaria, si hay acuerdo y el Consejo de Seguridad lo estima necesario.

El Consejo de Seguridad es, como su propio nombre indica, el órgano encargado de mantener la paz y la seguridad entre las naciones. Con la relativa excepción antes indicada, es el único que puede tomar decisiones (conocidas como ‘resoluciones’) y obligar, según la Carta, a los miembros a cumplirlas.

Inicialmente estaba formado por 11 miembros: los 5 permanentes y 6 no permanentes. En 1963 se acuerda la modificación de la Carta que aumenta a 10 el número de los no permanentes. Por tanto, hoy sus componentes son 15, necesitándose nueve votos favorables para aprobar una decisión, con la importante salvedad que en seguida se dirá.

Los no permanentes se renuevan por mitades cada 2 años; es decir, 5 cada año. Son elegidos por al menos dos tercios de los votos de la Asamblea General, observándose un sistema de cupos con criterios regionales. Así, África cuenta con 3 miembros; Iberoamérica y Caribe, con 2, al igual que Asia y Europa Occidental, mientras que 1 corresponde a Europa Oriental. Alternativamente un miembro es del mundo árabe, sea africano o asiático.

Los cinco miembros permanentes son Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia. En 1946, por China se entendía la llamada China nacionalista (hoy China- Taiwan), pero en 1971 fue arrojada a las tinieblas exteriores y sustituida por la República Popular China.

El procedimiento utilizado fue considerar que no se trataba de la admisión de un nuevo miembro, sino meramente de la representatividad de un régimen, y para eso bastaba la votación de la Asamblea General, donde no habría enojosos problemas de veto. Idéntico procedimiento se empleó en 1992 para sustituir a la Unión Soviética por la Federación de Rusia, prescindiendo del pequeño problema de que los límites geográficos de aquélla y ésta no coinciden demasiado.

Hemos hablado varias veces del derecho de veto de los miembros permanentes. En realidad, el veto no se interpone formalmente como tal; simplemente es necesario que ninguno de ellos vote en contra. Cabe el truco de abstenerse, sabiendo que ya lo interpondrá otro, pero en ocasiones no vale. En efecto, en cuestiones como la reforma de la Carta o la admisión de un miembro, se ha de oír la voz de los 5 grandes. Por el contrario, el veto no se plantea cuando se trata de meras cuestiones de procedimiento, por lo que no puede emplearse para impedir la discusión de un asunto.

En 2012 se habían realizado 276 vetos desde el nacimiento del Consejo de Seguridad, con la siguiente distribución: China (una u otra), 9 veces; Francia, 18 veces; Reino Unido, 32 veces; Estados Unidos, 89; Unión Soviética- Rusia, 128.

Contra lo que pudiera pensarse, la mayoría de los vetos no se usan en situaciones críticas, sino más bien para fines como el bloqueo de un candidato a la Secretaría General o de la admisión de un nuevo miembro.

Esto enlaza con las amplias y un tanto ambiguas competencias del órgano. Ya en 1946 un veto soviético estableció el precedente, rápidamente aceptado, de que los miembros permanentes podrían usar el veto en asuntos que no concernieran de forma inmediata a la guerra o a la paz.

La sede normal del Consejo es Nueva York, pero en diversas ocasiones se ha reunido en las ciudades más dispares.

Algunas organizaciones de la ONU dependen del Consejo de Seguridad; entre ellas se encuentran el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (que ha hecho muy poco) y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (que no se sabe haya hecho nada). A su vez es el Consejo el encargado del establecimiento de las Fuerzas de Paz de la ONU.

Señalemos para terminar este apartado que el tema sobre el que más se ha hablado, escrito e intrigado en los ambientes onusianos durante los últimos años ha sido el de la incorporación de nuevos miembros permanentes al Consejo de Seguridad. El nido de avispas lo destapó el entonces Secretario General, Kofi Annan, cuando pidió a un equipo de asesores que elaboraran recomendaciones al objeto de reformar la ONU para el año 2004.

Desde entonces se produjo un aluvión de sugerencias, pretensiones y conchabamientos que apuntaban a nuevos asientos de miembros permanentes del Consejo. Los países que han hecho demandas más fuertes son Brasil, Alemania; Japón e India. Japón y Alemania, las principales potencias derrotadas en la Segunda Guerra Mundial, resulta que son ahora el segundo y tercer mayor financiador de la ONU, respectivamente, mientras que Brasil e India son dos de los Estados que más contribuyen con tropas para las llamadas 'misiones de paz'.

Ginebra
(Una pequeña digresión, ya que hablamos de la India. Este país cuenta con un record digno del Guinness: el más largo informe presentado al Consejo de Seguridad, concretamente sobre la cuestión de Cachemira: 8 horas).

Pero ha habido más pretensiones por parte de grupos de países islámicos o africanos. Han salido a relucir tesis, antítesis, protestas, recriminaciones e incluso viejos cadáveres sacados del armario. Para mayor complicación, el número de sugerencias y demandas se duplica automáticamente, según se pretenda o no que el eventual nuevo miembro permanente cuente además con derecho de veto.

En resumen, mucho ruido y pocas nueces, porque no se observa ninguna posibilidad realista de ampliación, dada la multiplicidad de intereses y preferencias contrapuestos.

El Consejo Económico y Social asiste a la Asamblea General en la tarea de promocionar la cooperación y desarrollo económico y social internacional, y se ocupa de los recursos humanos y financieros de todo el sistema de la ONU.

Lo componen 54 estados miembros; los elige la Asamblea por periodos escalonados de 3 años, teniendo en cuenta criterios de representación geográfica. 

El Consejo elabora recomendaciones, propone políticas y convoca conferencias internacionales para presentar proyectos y programas. Es el encargado de coordinar la labor de los 15 organismos especializados de que ya hablaremos.

Celebra cada año un periodo de sesiones de cuatro semanas de duración alternativamente un año en Nueva York y otro en Ginebra.

Ginebra
El Consejo de Administración Fiduciaria fue establecido en la Carta para supervisar la administración de territorios en fideicomiso, es decir, encomendados a una potencia para que ésta promoviera (es un decir) el adelanto de sus habitantes. Se trata del mismo sistema de los ‘mandatos’ de la Sociedad de Naciones.

Ginebra
En total fueron 11 tales territorios (los antiguos mandatos más la Somalia italiana), pero, en el marco del proceso de descolonización, todos han adquirido el gobierno propio mediante la independencia o mediante la unión con otro estado. Como consecuencia, el Consejo suspendió sus actividades. Aunque teóricamente sigue existiendo según la Carta, sus funciones están indeterminadas. Así pues, se modificó su reglamento para celebrar reuniones cuando sea necesario, a petición de su Presidente, de una mayoría de sus miembros, de la Asamblea o del Consejo de Seguridad. Todo lo cual resulta bastante fantasmal.

Ginebra
Hay que tener cuidado en no confundir ese Consejo con el Comité de Descolonización, creado en 1961 y encargado de impulsar el proceso de descolonización de los territorios no autónomos bajo administración de potencias coloniales (17 en el año 2014).

Es un Comité de la Asamblea General, integrado por 28 miembros, existiendo también 13 estados observadores, uno de ellos España. Los territorios no autónomos de que se ocupa son:

Potencia administradora: Reino Unido.  Anguila, Bermudas, Gibraltar (reclamado por España), Caimanes, Turks y Caicos, Malvinas (reclamadas por Argentina), Vírgenes británicas, Montserrat, Pitcairn, Santa Helena.

Potencia administradora: EE.UU.  Guam, Vírgenes americanas, Samoa americana.

Potencia administradora: Francia.  Nueva Caledonia, Polinesia francesa.

Potencia administradora: Nueva Zelanda.  Tokelau.

Potencia administradora: España de iure; Marruecos de facto.   Sahara Occidental.

Es un caso especial el de Puerto Rico, sujeto a vigilancia del Comité.

La Secretaría General es el órgano administrativo cuyo titular asume la máxima representación diplomática de la ONU. Entre sus competencias se encuentra la de convocar el Consejo de Seguridad, la Asamblea General, el Consejo Económico y Social y otros organismos.

Es nombrado por la Asamblea a recomendación del Consejo de Seguridad. Su mandato tiene una duración de 5 años pudiendo ser reelegido. Naturalmente está asistido por múltiples colaboradores de todo el mundo.

La recomendación del Consejo ha estado en diversas ocasiones accidentada por la interposición de vetos de unos u otros.  En la actualidad ocupa el cargo Ban Ki-moon, de Corea del Sur, elegido en 2007 y reelegido en 2011, extendiéndose su mandato hasta el 31 de diciembre de 2016. Previamente había sido Ministro de Asuntos Exteriores de su país.

La Haya
El Tribunal Internacional de Justicia, con sede en La Haya y con precedentes que se remontan a 1921, es el órgano judicial de la ONU. Sus funciones son resolver por medio de sentencias las disputas que le sometan los Estados (nunca los particulares) y emitir dictámenes para dar respuesta a cualquier cuestión jurídica que le sea planteada por la Asamblea General, Consejo de Seguridad o agencias especializadas autorizadas para ello. Los idiomas oficiales son el francés y el inglés.

En lo que concierne a las partes, las sentencias son vinculantes y sin posibilidad de apelación, y, como consecuencia de la firma de la Carta, cada Estado miembro se compromete automáticamente a obedecerlas. Estos principios, como tantos y tantos que se relacionan con la ONU producen cierta sonrisa, por decirlo suavemente.

Ginebra
Y es que en la práctica los poderes del Tribunal se han visto limitados por la desgana de las partes condenadas a respetar las sentencias, o por la inoperancia del Consejo de Seguridad para imponer las consecuencias del incumplimiento, muy especialmente si el fallo va en contra de los intereses de uno de los miembros con derecho a veto. Algo similar puede decirse de la trascendencia de los dictámenes.

Ginebra
Por citar sólo unos pocos ejemplos, ni EE.UU. pagó a Nicaragua las compensaciones a que fue condenado por ‘uso ilegal de la fuerza’, ni la República Islámica de Irán se inmutó por la queja norteamericana (1980) a propósito de diplomáticos detenidos en Teherán, ni sirvió de nada la queja de la República de Yugoslavia contra los estados miembros de la OTAN acerca de sus acciones en la guerra de Kosovo.

Y en cuanto a los dictámenes, dos ejemplos recientes son: el de 1996 sobre la legalidad de la amenaza o empleo de armas nucleares, y el de 2004 sobre las consecuencias jurídicas de la construcción de un muro en territorio palestino ocupado. Sobran los comentarios.

Viena
El Tribunal está integrado por 15 magistrados elegidos con un complejo procedimiento por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General. No puede haber dos que sean nacionales del mismo estado. Su mandato es de 9 años aunque pueden ser reelegidos; se renuevan por tercios cada 3 años.

Por supuesto son elegidos por sus méritos y prestigio, pero…hay un entendimiento informal, pero rígido, de que han de estar distribuidos por grupos geográficos, y, naturalmente, cada uno de los cinco miembros permanentes tiene siempre un juez en el Tribunal.

Viena
Pasemos ahora a los fines y objetivos de la Organización. 

Citaremos en primer lugar el control de armas y el desarme. La Carta, en su art.26, concibió la posibilidad de establecer un sistema de regulación de armamentos que aseguraría ‘la menor desviación posible de los recursos humanos y económicos del mundo hacia los armamentos’. La aparición de armas nucleares tuvo lugar semanas después de la firma de la Carta. La Asamblea General, en su primera resolución (febrero de 1946), se refería a los usos de la energía atómica y a la eliminación de armas atómicas de destrucción masiva. No es de extrañar, pues, que desde entonces se hayan creado Comités y Comisiones, con participación de numerosos funcionarios, para tan noble fin.

El objetivo más conocido es el mantenimiento de la paz. Las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas (los ‘cascos azules’) han sido y son enviados a muy diversas regiones donde han cesado recientemente conflictos, para, de ese modo, hacer cumplir los acuerdos de paz y disuadir a los combatientes de reanudar las hostilidades.

Como la ONU no tiene un ejército independiente, los efectivos son suministrados por los estados miembros y, aunque la participación es opcional, hay bastantes que han convertido en una especie de ‘hobby’ el envío de tropas. Los países que aportan personal uniformado son reembolsados por la ONU a una tasa fija de algo más de 1.000 USD por soldado por mes; también se reembolsa el equipo aportado. La autoridad para enviar o retirar los contingentes, así como la responsabilidad en relación con la paga y las cuestiones disciplinarias y de personal corresponden al gobierno aportante.

Viena
El Consejo de Seguridad es quien normalmente establece y define estas operaciones, asignando un mandato a la misión, es decir, una descripción de sus tareas. Se requiere el voto a favor de 9 de los 15 miembros, salvo siempre el derecho de veto.

La primera operación de este tipo fue dispuesta para Grecia, y se llevó a cabo entre 1947 y 1952. La más notoria fue en 1950 la intervención en Corea, de que ya hemos hablado, frente a la agresión de Corea del Norte. Complicada y polémica fue la efectuada en el Congo, para evitar la secesión de Katanga, y positiva la que tuvo lugar en Camboya y permitió la celebración de unas elecciones decentes tras el siniestro periodo de los jmers rojos.

Viena
Desgraciadamente, conforme se han ido multiplicando estas en principio bien intencionadas intervenciones, ha ido aumentando también su ineficacia, siendo con frecuencia los cascos azules objeto de mofa, befa y vilipendio, cuando no de cosas peores. El más reciente caso, por el momento, lo hemos tenido hace pocos días en Mali y Níger.

Indudablemente, parte de la causa del fenómeno se debe a la misma indefinición y ambigüedad de su papel, y otra parte al salvajismo de los habitantes del territorio afectado, pero también es cierto que, con relativa frecuencia, el comportamiento de los miembros de las fuerzas enviadas por algunos países deja bastante que desear. No sólo se trata de informaciones de corresponsales serios, sino de que en algunos casos han adquirido carácter más oficial.

Viena
Ya en 1994 las fuerzas de la ONU fueron acusadas de abandonar a los tutsi en manos del exterminio hutu, y en Haití, en 2007, 100 integrantes lo han sido de abusos y explotación sexual en perjuicio de la población. Aparte del hecho notorio de que las fuerzas armadas de un estado africano particularmente proclive a participar en estas misiones, se han revelado totalmente incapaces a la hora de enfrentarse a la actividad creciente de las bandas terroristas en su propio país.

No podemos ni queremos detenernos más en este punto. A los interesados los remitimos al libro ‘Emergency sex and other desperate measures’, de K. Cain, Heidi Postlewait y A. Thompson, editado en 2004 por Miramax Books en Canadá (Hay traducción española). Está escrito por personas de buena voluntad, testigos presenciales de varias misiones de la ONU.

Viena
La preocupación por los derechos humanos fue una de las razones principales que se adujeron en su momento para la creación de las Naciones Unidas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aunque no legalmente vinculante, fue adoptada por la Asamblea General en 1948 como un patrón de realización para todos. Es común considerarla como uno de los grandes huevos puestos por la Organización.

Viena
En consecuencia, no es de extrañar que se hayan constituido Comisiones y Consejos, formulado recomendaciones, investigado violaciones y brindado asesorías. 

Viena
No vamos a hacer comentarios, después de casi setenta años, sobre la situación de los derechos humanos en tantos países del mundo, todos dignos miembros de la ONU, y de la peculiar interpretación de los mismos en bastantes otros; con todo, ha habido logros, como la transformación de movimientos armados en partidos políticos, tal como se ha visto en Afganistán y en Timor Oriental, pero también primores, como aquella Comisión de Derechos Humanos que contaba entre sus miembros a países como Sudán y Libia.

Asistencia humanitaria. La ONU, conjuntamente con otras organizaciones como la Cruz Roja. Proporciona comida, agua potable, refugio y otros servicios humanitarios a las poblaciones que los necesitan, sean desplazados por guerras o afectados por otros desastres. Son de destacar el Programa Mundial de Alimentos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que hasta 2001 había contribuido a reasentar a por lo menos 25 millones de personas.

Naciones Unidas publica actualmente el Índice de Desarrollo Humano (IDH), como una forma de ordenar comparativamente los países por su pobreza, instrucción, educación, esperanza de vida y otros factores. Lo malo es que en bastantes ocasiones los datos aportados por los países no son fiables.

Destacaremos para terminar que el organigrama de la ONU presentado aquí no es sino de carácter básico. Cada uno de los órganos mencionados ha ido creando una floresta de organismos, foros, comisiones, fondos y un largo etcétera que han llegado a constituir algo con un cierto carácter monstruoso, como la cucaracha de Kafka, que no paraba de crecer. Sólo algunos han sido aquí expresamente mencionados, para bien o para mal.

Viena
De todo lo antedicho se infiere que la Humanidad, por un período de tiempo absolutamente indeterminado, debe convivir con la ONU. Al fin y al cabo, una organización internacional no puede sino ser reflejo del mundo al que representa; y ese mundo no es precisamente un jardín de rosas.

Viena
Se observa particularmente la contradicción (al menos parcial) entre dos rasgos contrapuestos. Por una parte, el derecho de veto de algunos países (y aún hay quienes quieren que sean más) subordinado a sus intereses, y por otra, el aluvión, fruto de una descolonización apresurada y basada en motivos dogmáticos, de numerosos países inmaduros (no todos ellos), que, irrumpiendo con su inexperiencia y a veces con su salvajismo, no contribuyen precisamente a facilitar la solución de conflictos internacionales delicados.

Viena
En todo caso, se ha de hacer mención a una serie de organismos especializados, la mayor parte anteriores a la propia ONU, pero que en la actualidad han sido recogidos y coordinados por ésta, particularmente por el Consejo Económico y Social.

Al menos hasta ahora, son de lo más digno que ha conseguido la comunidad internacional para hacer más agradable y fácil la vida del hombre sobre la tierra. Sin afán de hacer una enumeración exhaustiva, citaremos algunos, indicando la sede de los mismos:

Berna
OIT  Organización Internacional del Trabajo   (Ginebra)
FAO  Organización para la Agricultura y Alimentación   (Roma)
UNESCO  Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura   (París)
OMS  Organización Mundial dela Salud   (Ginebra)
FMI  Fondo Monetario Internacional   (Washington D.C.)
OACI  Organización Internacional de Aviación Civil   (Montreal)
UIT  Unión Internacional de Telecomunicaciones   (Ginebra)
UPU  Unión Postal Universal   (Berna).



1 comentario:

  1. Que coincidencia. Ver mi reciente entrada al respecto: http://sabersiocupalugar.blogspot.com.es/2015/02/la-carta-de-las-naciones-unidas.html.

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