NACIONES UNIDAS
El término ‘Naciones Unidas’ fue pronunciado
por primera vez el 1 de enero de 1942 por Franklin Roosevelt, Presidente a la
sazón de EE.UU., como una alianza de 26 países comprometidos a emplear sus
recursos en la guerra contra el Eje Berlín – Roma – Tokio. La idea fue
elaborada en la conferencia de Yalta celebrada en febrero de 1945.
Aunque inspirada en la Sociedad de Naciones,
creada en 1920 y fenecida de facto con la Segunda Guerra Mundial, va a haber
diferencias entre una y otra. Ambas se iniciaron básicamente como un club de
vencedores, pero la que se llamará Organización de las Naciones Unidas
(abreviadamente ONU en español y UNO en inglés) irá en el fondo más lejos,
pues, al configurar en su Carta el derecho de veto de determinadas potencias en
su órgano más importante, partirá de la concepción de un mundo dirigido por un
Directorio de cinco Estados.
Por otra parte, la ONU será objeto de
ampliación sucesiva, al contar, no sólo con los miembros iniciales, sino con
los numerosos nuevos estados que surgirán de la descolonización y del
desmembramiento de algunos países.
De agosto a octubre de 1944, representantes de
Francia, China, Reino Unido, Estados Unidos y Unión Soviética celebraron la
conferencia de Dumbarton Oaks para esbozar la estructura y propósitos.
La
actual organización refleja parcialmente esta conferencia, ya que los cinco
miembros permanentes del Consejo de Seguridad, con el derecho a veto al que se
aludió, son dichos estados o sus sucesores (República Popular de China en lugar
de China-Taiwan y Rusia sucediendo a la Unión Soviética).
El 25 de abril de 1945 comenzó la conferencia
de San Francisco. El 26 de junio las 50 naciones representadas (más Polonia, a
la que se permitió después añadir su nombre como estado signatario) firmaron la
Carta de las Naciones Unidas.
El primer periodo de sesiones de la Asamblea
General se inició el 10 de enero de 1946 en Londres. La Sociedad de Naciones se
disolvió oficialmente el 18 de abril.
Según el art. 4 de la Carta, la admisión se
efectuará por decisión de la Asamblea General por recomendación del Consejo de
Seguridad.
Desde 2011 y después de la adhesión de Sudán
del Sur (último miembro admitido, el 14 de julio de ese año), el número de
Estados miembros es de 193. Están incluidos todos los estados reconocidos
internacionalmente, menos:
*El Estado de la Ciudad del Vaticano,
considerado como miembro observador.
*La Orden de Malta, sujeto de Derecho
Internacional y también observador.
*El Estado de Palestina; la Autoridad Nacional
Palestina ejerce como observador. Hace pocas semanas, el veto de Estados
Unidos, sirviendo turbios intereses israelíes, impidió el acceso del estado
palestino en el plazo de dos años.
*La República de China- Taiwan, cuyo asiento en
la ONU fue transferido a la República Popular China en 1971. Este caso se
tratará con detalle en la futura entrada ‘China’.
*El Sahara Occidental, de iure territorio no
autónomo de administración española, por extraño que pueda parecer.
Casos especiales son los territorios de Niue y
de las islas Cook, ambos con gobierno propio y asociados libremente a Nueva
Zelanda, que podrían solicitar su ingreso. Hay precedentes: los Estados
Federados de Micronesia, las islas Marshall y Palaos, todos en libre asociación
con EE.UU., son miembros de la ONU.
Nueva York |
A pesar de que todos los estados miembros de la
Unión Europea lo son a su vez de la ONU, la UE, como tal, no forma parte de
ella, aunque ha desarrollado misiones por encargo de la misma en diferentes
partes del mundo.
La Sede principal está en Nueva York, previo
Tratado con Estados Unidos de 1947. Por supuesto, tiene status de
extraterritorialidad, que se observa muy estrictamente. El complejo incluye la
Secretaría (una torre de 39 pisos), la Asamblea General, la Biblioteca Dag
Hammarskjöld y el área de conferencias.
Ginebra |
En todo caso, la ONU y sus organismos
especializados y regionales tienen otras sedes por todo el mundo, teniendo
especial relevancia la de Ginebra, que ocupa el antiguo edificio de la Sociedad
de Naciones. Se da la paradoja de que esta sede secundaria empezó a funcionar
cuando Suiza todavía no había solicitado su ingreso en la Organización.
Viena |
La ONU tiene seis idiomas de trabajo: árabe,
chino mandarín, español, francés, inglés y ruso.
Es la única organización internacional
autorizada a emitir sus propios sellos en tres sedes diferentes: Nueva York,
Ginebra y Viena. Sólo se pueden utilizar en las sedes citadas, pero de hecho el
85% va a parar a filatélicos. Se han emitido desde 1951, las primeras series
con leyenda en los 5 idiomas entonces oficiales, pero esta regla, como se verá
en los ejemplos adjuntos, ya no se ha observado después.
Disponía de su propia colección, con miles de
piezas valiosas, hasta que, en circunstancias nada claras, un grupo de 8
funcionarios de la APNU (Administración Postal de las Naciones Unidas) la
vendió a una casa de subastas de Ginebra. No consta que el entonces Secretario
General, Kofi Annan diera su autorización. La primera subasta se celebró en
mayo de 2003. La ONU se ha manifestado muy remisa a proporcionar información
sobre el asunto.
Tema interesante es el de la financiación del
tinglado, asegurada por las contribuciones, teóricamente obligatorias, de los estados.
La Asamblea establece un
presupuesto bianual (3.160 millones USD para 2004-2005) y determina la
aportación de cada miembro partiendo del ingreso nacional por habitante, pero
estableció en 1998 que ningún país pagaría más del 22% ni menos del 0,01% del
total del presupuesto.
En 2013 el principal contribuyente era EE.UU.
(22%), seguido del Japón (10,83%). Ese mismo año a España le correspondía el
2,97%, más o menos lo mismo que Canadá o Brasil, pero por encima de Rusia
(2,43%).
¿Y qué ocurre con los miembros morosos? La
cuestión no es baladí. Conforme al art.19 de la Carta, se le puede quitar el
derecho al voto en la Asamblea General al miembro cuyos atrasos igualen o
superen la cantidad debida correspondiente a los dos años anteriores. En la
práctica las cosas suceden de otra forma. Por ejemplo, en octubre de 2008 la
institución declaró que el 30% de los países eran morosos, y que el 62% de la
deuda correspondía a 2 estados cuyo nombre no se precisaba.
Más recientemente, en enero de 2015, doce
estados (entre los cuales, dicho sea de paso, se hallaban representados los
cinco continentes) no hubieran podido votar según la Carta. Claro que, en el
último momento, la Asamblea miró para otro lado y dejó pasar el asunto.
Ya va siendo hora de exponer lo esencial sobre
los órganos de la institución. Dejando para el final el tema más espinoso, a
saber, los objetivos y la realización efectiva de los mismos.
Conforme al
art.7, los órganos principales son:
Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo
Económico y Social, Consejo de Administración Fiduciaria, Tribunal
Internacional de Justicia y Secretaría General.
La Asamblea General es, al menos sobre el papel,
el órgano principal. En ella están representados todos los estados miembros,
cada uno con un voto. Durante muchos años no fue así, pues la Unión Soviética
se había reservado 3 votos: uno para ella y dos para Ucrania y Bielorrusia,
partes integrantes de la Unión; con la implosión del estado soviético la anomalía
se resolvió por sí misma.
Las votaciones sobre cuestiones importantes,
tales como las de paz y seguridad, ingreso de nuevos miembros y cuestiones
presupuestarias, se deciden por mayoría cualificada de dos tercios. Las demás,
por mayoría simple.
Pero no nos engañemos; en las cuestiones
realmente importantes, las que afectan a la paz y seguridad, la Asamblea no
puede adoptar resoluciones, sino sólo ‘recomendaciones’ al Consejo de
Seguridad, que, con sus miembros con derecho a veto, es quien tiene la sartén
por el mango. Recuérdese lo dicho al principio sobre la filosofía que inspiró
la creación de la ONU.
Lo antedicho parece tener una excepción: la
Resolución ‘Uniting for Peace’. Hagamos historia. En 1950, cuando se produjo la
invasión de Corea del Sur por obra de Corea del Norte, la Unión Soviética se
había retirado temporalmente del Consejo de Seguridad por una cuestión fútil
(tan fútil que incluso da que pensar). En consecuencia, no pudo interponer su
veto, y al Consejo le fue posible acordar el respaldo armado de la ONU a la
atacada Corea del Sur. El que ese respaldo fuera llevado a efecto en grandísima
parte por tropas de los Estados Unidos, no afecta a lo que ahora estamos
tratando.
Para prevenir casos equivalentes, la Asamblea
General, más compacta de lo que es ahora, votó la Resolución citada en
noviembre del mismo año 1950: Si el Consejo, en un caso en que puede haber
amenaza a la paz o acto de agresión, no toma medidas por falta de unanimidad
entre sus miembros permanentes, la Asamblea puede adoptarlas, incluyendo el
empleo de la fuerza armada.
La Resolución Uniting For Peace pareció
importante en su momento. En realidad nunca fue utilizada y ya no podrá serlo
nunca, dado el gallinero humano multitudinario en que se ha convertido la
Asamblea, por mor de la proliferación de miembros.
En los últimos años las sesiones plenarias han
sido programadas cada tres meses, pero en la práctica el exceso de asuntos
provoca retrasos. Cada temporada rutinaria se programa para que comience el
martes de la tercera semana de septiembre; sin embargo, dado el número de
estados solicitantes de intervención, los temas prioritarios pasan a seis
comisiones principales.
Al final de la temporada de sesiones plenarias,
se puede convocar una sesión extraordinaria, si hay acuerdo y el Consejo de
Seguridad lo estima necesario.
El Consejo de Seguridad es, como su propio
nombre indica, el órgano encargado de mantener la paz y la seguridad entre las
naciones. Con la relativa excepción antes indicada, es el único que puede tomar
decisiones (conocidas como ‘resoluciones’) y obligar, según la Carta, a los
miembros a cumplirlas.
Inicialmente estaba formado por 11 miembros:
los 5 permanentes y 6 no permanentes. En 1963 se acuerda la modificación de la
Carta que aumenta a 10 el número de los no permanentes. Por tanto, hoy sus
componentes son 15, necesitándose nueve votos favorables para aprobar una
decisión, con la importante salvedad que en seguida se dirá.
Los no permanentes se renuevan por mitades cada
2 años; es decir, 5 cada año. Son elegidos por al menos dos tercios de los
votos de la Asamblea General, observándose un sistema de cupos con criterios
regionales. Así, África cuenta con 3 miembros; Iberoamérica y Caribe, con 2, al
igual que Asia y Europa Occidental, mientras que 1 corresponde a Europa
Oriental. Alternativamente un miembro es del mundo árabe, sea africano o
asiático.
Los cinco miembros permanentes son Estados
Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia. En 1946, por China se entendía la
llamada China nacionalista (hoy China- Taiwan), pero en 1971 fue arrojada a las
tinieblas exteriores y sustituida por la República Popular China.
El procedimiento utilizado fue considerar que
no se trataba de la admisión de un nuevo miembro, sino meramente de la
representatividad de un régimen, y para eso bastaba la votación de la Asamblea
General, donde no habría enojosos problemas de veto. Idéntico procedimiento se
empleó en 1992 para sustituir a la Unión Soviética por la Federación de Rusia,
prescindiendo del pequeño problema de que los límites geográficos de aquélla y
ésta no coinciden demasiado.
Hemos hablado varias veces del derecho de veto
de los miembros permanentes. En realidad, el veto no se interpone formalmente
como tal; simplemente es necesario que ninguno de ellos vote en contra. Cabe el
truco de abstenerse, sabiendo que ya lo interpondrá otro, pero en ocasiones no
vale. En efecto, en cuestiones como la reforma de la Carta o la admisión de un
miembro, se ha de oír la voz de los 5 grandes. Por el contrario, el veto no se
plantea cuando se trata de meras cuestiones de procedimiento, por lo que no
puede emplearse para impedir la discusión de un asunto.
En 2012 se habían realizado 276 vetos desde el
nacimiento del Consejo de Seguridad, con la siguiente distribución: China (una
u otra), 9 veces; Francia, 18 veces; Reino Unido, 32 veces; Estados Unidos, 89;
Unión Soviética- Rusia, 128.
Contra lo que pudiera pensarse, la mayoría de
los vetos no se usan en situaciones críticas, sino más bien para fines como el
bloqueo de un candidato a la Secretaría General o de la admisión de un nuevo
miembro.
Esto enlaza con las amplias y un tanto ambiguas
competencias del órgano. Ya en 1946 un veto soviético estableció el precedente,
rápidamente aceptado, de que los miembros permanentes podrían usar el veto en
asuntos que no concernieran de forma inmediata a la guerra o a la paz.
La sede normal del Consejo es Nueva York, pero
en diversas ocasiones se ha reunido en las ciudades más dispares.
Algunas organizaciones de la ONU dependen del
Consejo de Seguridad; entre ellas se encuentran el Tribunal Penal Internacional
para la ex Yugoslavia (que ha hecho muy poco) y el Tribunal Penal Internacional
para Ruanda (que no se sabe haya hecho nada). A su vez es el Consejo el
encargado del establecimiento de las Fuerzas de Paz de la ONU.
Señalemos para terminar este apartado que el
tema sobre el que más se ha hablado, escrito e intrigado en los ambientes
onusianos durante los últimos años ha sido el de la incorporación de nuevos
miembros permanentes al Consejo de Seguridad. El nido de avispas lo destapó el
entonces Secretario General, Kofi Annan, cuando pidió a un equipo de asesores
que elaboraran recomendaciones al objeto de reformar la ONU para el año 2004.
Desde entonces se produjo un aluvión de sugerencias, pretensiones y conchabamientos que apuntaban a nuevos asientos de miembros permanentes del Consejo. Los países que han hecho demandas más fuertes son Brasil, Alemania; Japón e India. Japón y Alemania, las principales potencias derrotadas en la Segunda Guerra Mundial, resulta que son ahora el segundo y tercer mayor financiador de la ONU, respectivamente, mientras que Brasil e India son dos de los Estados que más contribuyen con tropas para las llamadas 'misiones de paz'.
Desde entonces se produjo un aluvión de sugerencias, pretensiones y conchabamientos que apuntaban a nuevos asientos de miembros permanentes del Consejo. Los países que han hecho demandas más fuertes son Brasil, Alemania; Japón e India. Japón y Alemania, las principales potencias derrotadas en la Segunda Guerra Mundial, resulta que son ahora el segundo y tercer mayor financiador de la ONU, respectivamente, mientras que Brasil e India son dos de los Estados que más contribuyen con tropas para las llamadas 'misiones de paz'.
Ginebra |
(Una pequeña digresión, ya que hablamos de la
India. Este país cuenta con un record digno del Guinness: el más largo informe
presentado al Consejo de Seguridad, concretamente sobre la cuestión de
Cachemira: 8 horas).
Pero ha habido más pretensiones por parte de
grupos de países islámicos o africanos. Han salido a relucir tesis, antítesis,
protestas, recriminaciones e incluso viejos cadáveres sacados del armario. Para
mayor complicación, el número de sugerencias y demandas se duplica
automáticamente, según se pretenda o no que el eventual nuevo miembro
permanente cuente además con derecho de veto.
En resumen, mucho ruido y pocas nueces, porque
no se observa ninguna posibilidad realista de ampliación, dada la multiplicidad
de intereses y preferencias contrapuestos.
El Consejo Económico y Social asiste a la
Asamblea General en la tarea de promocionar la cooperación y desarrollo
económico y social internacional, y se ocupa de los recursos humanos y
financieros de todo el sistema de la ONU.
Lo componen 54 estados miembros; los elige la
Asamblea por periodos escalonados de 3 años, teniendo en cuenta criterios de
representación geográfica.
El Consejo elabora recomendaciones, propone políticas y convoca conferencias internacionales para presentar proyectos y programas. Es el encargado de coordinar la labor de los 15 organismos especializados de que ya hablaremos.
El Consejo elabora recomendaciones, propone políticas y convoca conferencias internacionales para presentar proyectos y programas. Es el encargado de coordinar la labor de los 15 organismos especializados de que ya hablaremos.
Celebra cada año un periodo de sesiones de
cuatro semanas de duración alternativamente un año en Nueva York y otro en
Ginebra.
Ginebra |
El Consejo de Administración Fiduciaria fue
establecido en la Carta para supervisar la administración de territorios en
fideicomiso, es decir, encomendados a una potencia para que ésta promoviera (es
un decir) el adelanto de sus habitantes. Se trata del mismo sistema de los
‘mandatos’ de la Sociedad de Naciones.
Ginebra |
En total fueron 11 tales territorios (los
antiguos mandatos más la Somalia italiana), pero, en el marco del proceso de
descolonización, todos han adquirido el gobierno propio mediante la
independencia o mediante la unión con otro estado. Como consecuencia, el
Consejo suspendió sus actividades. Aunque teóricamente sigue existiendo según
la Carta, sus funciones están indeterminadas. Así pues, se modificó su
reglamento para celebrar reuniones cuando sea necesario, a petición de su
Presidente, de una mayoría de sus miembros, de la Asamblea o del Consejo de
Seguridad. Todo lo cual resulta bastante fantasmal.
Ginebra |
Hay que tener cuidado en no confundir ese
Consejo con el Comité de Descolonización, creado en 1961 y encargado de
impulsar el proceso de descolonización de los territorios no autónomos bajo
administración de potencias coloniales (17 en el año 2014).
Es un Comité de la Asamblea General, integrado
por 28 miembros, existiendo también 13 estados observadores, uno de ellos
España. Los territorios no autónomos de que se ocupa son:
Potencia administradora: Reino Unido. Anguila, Bermudas, Gibraltar (reclamado por
España), Caimanes, Turks y Caicos, Malvinas (reclamadas por Argentina), Vírgenes
británicas, Montserrat, Pitcairn, Santa Helena.
Potencia administradora: EE.UU. Guam, Vírgenes americanas, Samoa americana.
Potencia administradora: Francia. Nueva Caledonia, Polinesia francesa.
Potencia administradora: Nueva Zelanda. Tokelau.
Potencia administradora: España de iure;
Marruecos de facto. Sahara Occidental.
Es un caso especial el de Puerto Rico, sujeto a
vigilancia del Comité.
La Secretaría General es el órgano
administrativo cuyo titular asume la máxima representación diplomática de la
ONU. Entre sus competencias se encuentra la de convocar el Consejo de
Seguridad, la Asamblea General, el Consejo Económico y Social y otros
organismos.
Es nombrado por la Asamblea a recomendación del
Consejo de Seguridad. Su mandato tiene una duración de 5 años pudiendo ser
reelegido. Naturalmente está asistido por múltiples colaboradores de todo el
mundo.
La recomendación del Consejo ha estado en
diversas ocasiones accidentada por la interposición de vetos de unos u
otros. En la actualidad ocupa el cargo
Ban Ki-moon, de Corea del Sur, elegido en 2007 y reelegido en 2011,
extendiéndose su mandato hasta el 31 de diciembre de 2016. Previamente había
sido Ministro de Asuntos Exteriores de su país.
La Haya |
El Tribunal Internacional de Justicia, con sede
en La Haya y con precedentes que se remontan a 1921, es el órgano judicial de
la ONU. Sus funciones son resolver por medio de sentencias las disputas que le
sometan los Estados (nunca los particulares) y emitir dictámenes para dar
respuesta a cualquier cuestión jurídica que le sea planteada por la Asamblea
General, Consejo de Seguridad o agencias especializadas autorizadas para ello.
Los idiomas oficiales son el francés y el inglés.
En lo que concierne a las partes, las
sentencias son vinculantes y sin posibilidad de apelación, y, como consecuencia
de la firma de la Carta, cada Estado miembro se compromete automáticamente a
obedecerlas. Estos principios, como tantos y tantos que se relacionan con la
ONU producen cierta sonrisa, por decirlo suavemente.
Ginebra |
Y es que en la práctica los poderes del
Tribunal se han visto limitados por la desgana de las partes condenadas a
respetar las sentencias, o por la inoperancia del Consejo de Seguridad para
imponer las consecuencias del incumplimiento, muy especialmente si el fallo va
en contra de los intereses de uno de los miembros con derecho a veto. Algo
similar puede decirse de la trascendencia de los dictámenes.
Ginebra |
Por citar sólo unos pocos ejemplos, ni EE.UU.
pagó a Nicaragua las compensaciones a que fue condenado por ‘uso ilegal de la
fuerza’, ni la República Islámica de Irán se inmutó por la queja norteamericana
(1980) a propósito de diplomáticos detenidos en Teherán, ni sirvió de nada la
queja de la República de Yugoslavia contra los estados miembros de la OTAN
acerca de sus acciones en la guerra de Kosovo.
Y en cuanto a los dictámenes, dos ejemplos
recientes son: el de 1996 sobre la legalidad de la amenaza o empleo de armas
nucleares, y el de 2004 sobre las consecuencias jurídicas de la construcción de
un muro en territorio palestino ocupado. Sobran los comentarios.
Viena |
El Tribunal está integrado por 15 magistrados
elegidos con un complejo procedimiento por el Consejo de Seguridad y la
Asamblea General. No puede haber dos que sean nacionales del mismo estado. Su
mandato es de 9 años aunque pueden ser reelegidos; se renuevan por tercios cada
3 años.
Por supuesto son elegidos por sus méritos y
prestigio, pero…hay un entendimiento informal, pero rígido, de que han de estar
distribuidos por grupos geográficos, y, naturalmente, cada uno de los cinco
miembros permanentes tiene siempre un juez en el Tribunal.
Viena |
Pasemos ahora a los fines y objetivos de la
Organización.
Citaremos en primer lugar el control de armas y el desarme. La
Carta, en su art.26, concibió la posibilidad de establecer un sistema de
regulación de armamentos que aseguraría ‘la menor desviación posible de los
recursos humanos y económicos del mundo hacia los armamentos’. La aparición de
armas nucleares tuvo lugar semanas después de la firma de la Carta. La Asamblea
General, en su primera resolución (febrero de 1946), se refería a los usos de
la energía atómica y a la eliminación de armas atómicas de destrucción masiva.
No es de extrañar, pues, que desde entonces se hayan creado Comités y
Comisiones, con participación de numerosos funcionarios, para tan noble fin.
El objetivo más conocido es el mantenimiento de
la paz. Las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas (los ‘cascos azules’) han
sido y son enviados a muy diversas regiones donde han cesado recientemente
conflictos, para, de ese modo, hacer cumplir los acuerdos de paz y disuadir a
los combatientes de reanudar las hostilidades.
Como la ONU no tiene un ejército independiente,
los efectivos son suministrados por los estados miembros y, aunque la
participación es opcional, hay bastantes que han convertido en una especie de
‘hobby’ el envío de tropas. Los países que aportan personal uniformado son
reembolsados por la ONU a una tasa fija de algo más de 1.000 USD por soldado
por mes; también se reembolsa el equipo aportado. La autoridad para enviar o
retirar los contingentes, así como la responsabilidad en relación con la paga y
las cuestiones disciplinarias y de personal corresponden al gobierno aportante.
Viena |
El Consejo de Seguridad es quien normalmente
establece y define estas operaciones, asignando un mandato a la misión, es
decir, una descripción de sus tareas. Se requiere el voto a favor de 9 de los
15 miembros, salvo siempre el derecho de veto.
La primera operación de este tipo fue dispuesta
para Grecia, y se llevó a cabo entre 1947 y 1952. La más notoria fue en 1950 la
intervención en Corea, de que ya hemos hablado, frente a la agresión de Corea
del Norte. Complicada y polémica fue la efectuada en el Congo, para evitar la
secesión de Katanga, y positiva la que tuvo lugar en Camboya y permitió la
celebración de unas elecciones decentes tras el siniestro periodo de los jmers
rojos.
Viena |
Desgraciadamente, conforme se han ido multiplicando
estas en principio bien intencionadas intervenciones, ha ido aumentando también
su ineficacia, siendo con frecuencia los cascos azules objeto de mofa, befa y
vilipendio, cuando no de cosas peores. El más reciente caso, por el momento, lo
hemos tenido hace pocos días en Mali y Níger.
Indudablemente, parte de la causa del fenómeno
se debe a la misma indefinición y ambigüedad de su papel, y otra parte al
salvajismo de los habitantes del territorio afectado, pero también es cierto que, con
relativa frecuencia, el comportamiento de los miembros de las fuerzas enviadas
por algunos países deja bastante que desear. No sólo se trata de informaciones
de corresponsales serios, sino de que en algunos casos han adquirido carácter
más oficial.
Viena |
Ya en 1994 las fuerzas de la ONU fueron
acusadas de abandonar a los tutsi en manos del exterminio hutu, y en Haití, en
2007, 100 integrantes lo han sido de abusos y explotación sexual en perjuicio
de la población. Aparte del hecho notorio de que las fuerzas armadas de un
estado africano particularmente proclive a participar en estas misiones, se han
revelado totalmente incapaces a la hora de enfrentarse a la actividad creciente
de las bandas terroristas en su propio país.
No podemos ni queremos detenernos más en este
punto. A los interesados los remitimos al libro ‘Emergency sex and other desperate
measures’, de K. Cain, Heidi Postlewait y A. Thompson, editado en 2004 por
Miramax Books en Canadá (Hay traducción española). Está escrito por personas de
buena voluntad, testigos presenciales de varias misiones de la ONU.
Viena |
La preocupación por los derechos humanos fue
una de las razones principales que se adujeron en su momento para la creación
de las Naciones Unidas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos,
aunque no legalmente vinculante, fue adoptada por la Asamblea General en 1948
como un patrón de realización para todos. Es común considerarla como uno de los
grandes huevos puestos por la Organización.
Viena |
En consecuencia, no es de extrañar que se hayan
constituido Comisiones y Consejos, formulado recomendaciones, investigado
violaciones y brindado asesorías.
Viena |
No vamos a hacer comentarios, después de casi
setenta años, sobre la situación de los derechos humanos en tantos países del
mundo, todos dignos miembros de la ONU, y de la peculiar interpretación de los
mismos en bastantes otros; con todo, ha habido logros, como la transformación
de movimientos armados en partidos políticos, tal como se ha visto en
Afganistán y en Timor Oriental, pero también primores, como aquella Comisión de
Derechos Humanos que contaba entre sus miembros a países como Sudán y Libia.
Asistencia humanitaria. La ONU, conjuntamente
con otras organizaciones como la Cruz Roja. Proporciona comida, agua potable,
refugio y otros servicios humanitarios a las poblaciones que los necesitan,
sean desplazados por guerras o afectados por otros desastres. Son de destacar
el Programa Mundial de Alimentos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados (ACNUR), que hasta 2001 había contribuido a reasentar a por
lo menos 25 millones de personas.
Naciones Unidas publica actualmente el Índice
de Desarrollo Humano (IDH), como una forma de ordenar comparativamente los
países por su pobreza, instrucción, educación, esperanza de vida y otros
factores. Lo malo es que en bastantes ocasiones los datos aportados por los
países no son fiables.
Destacaremos para terminar que el organigrama
de la ONU presentado aquí no es sino de carácter básico. Cada uno de los
órganos mencionados ha ido creando una floresta de organismos, foros,
comisiones, fondos y un largo etcétera que han llegado a constituir algo con un
cierto carácter monstruoso, como la cucaracha de Kafka, que no paraba de
crecer. Sólo algunos han sido aquí expresamente mencionados, para bien o para
mal.
Viena |
De todo lo antedicho se infiere que la
Humanidad, por un período de tiempo absolutamente indeterminado, debe convivir
con la ONU. Al fin y al cabo, una organización internacional no puede sino ser
reflejo del mundo al que representa; y ese mundo no es precisamente un jardín
de rosas.
Viena |
Se observa particularmente la contradicción (al
menos parcial) entre dos rasgos contrapuestos. Por una parte, el derecho de
veto de algunos países (y aún hay quienes quieren que sean más) subordinado a
sus intereses, y por otra, el aluvión, fruto de una descolonización apresurada
y basada en motivos dogmáticos, de numerosos países inmaduros (no todos ellos),
que, irrumpiendo con su inexperiencia y a veces con su salvajismo, no
contribuyen precisamente a facilitar la solución de conflictos internacionales
delicados.
Viena |
En todo caso, se ha de hacer mención a una
serie de organismos especializados, la mayor parte anteriores a la propia ONU,
pero que en la actualidad han sido recogidos y coordinados por ésta,
particularmente por el Consejo Económico y Social.
Al menos hasta ahora, son de lo más digno que
ha conseguido la comunidad internacional para hacer más agradable y fácil la
vida del hombre sobre la tierra. Sin afán de hacer una enumeración exhaustiva,
citaremos algunos, indicando la sede de los mismos:
Berna |
OIT
Organización Internacional del Trabajo
(Ginebra)
FAO
Organización para la Agricultura y Alimentación (Roma)
UNESCO
Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (París)
OMS
Organización Mundial dela Salud
(Ginebra)
FMI
Fondo Monetario Internacional
(Washington D.C.)
OACI
Organización Internacional de Aviación Civil (Montreal)
UIT
Unión Internacional de Telecomunicaciones (Ginebra)
UPU
Unión Postal Universal (Berna).
Que coincidencia. Ver mi reciente entrada al respecto: http://sabersiocupalugar.blogspot.com.es/2015/02/la-carta-de-las-naciones-unidas.html.
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