PERÚ América del Sur
El Perú es una república unitaria situada en
la parte occidental e intertropical del continente sudamericano. Limita al O
con el Océano Pacífico, y con los países de Ecuador y Colombia al N, Brasil al
E, Bolivia al SE y Chile al S. Es uno de los países del mundo de mayor
diversidad biológica y de mayores recursos minerales.
Capital: Lima
Forma de gobierno: República presidencialista
Fecha de independencia (de España): 9 de
diciembre de 1824
Superficie: 1.285.216 Km2 (20º)
Población: 30.475.144 hab (40º) Densidad: 23,71 hab/Km2
PIB/cápita: 10.900 $ (111º)
Miembro de: OEA, Mercosur (asociado)
El antiguo Perú fue sede de diferentes
civilizaciones desde el 3200 a.C. pudiendo destacarse las de Nazca y Tihuanaco.
En el siglo XV se formó el Imperio Inca, el más extenso y organizado de la
América precolombina, que llegó a dominar gran parte del occidente andino
sudamericano.
La conquista española, organizada desde
Panamá, protagonizada por Francisco Pizarro y Diego de Almagro, con escasos
efectivos, pero facilitada por la rivalidad entre el Inca Atahualpa y su
hermano, se puede considerar terminada en 1533. Pizarro fundó en la costa una
nueva capital, Lima, de más fáciles comunicaciones que la incaica Cuzco.
Las rivalidades entre pizarristas y
almagristas, que determinaron la muerte de ambos caudillos, abrió un periodo de
discordias civiles que terminó con la llegada de Lagasca, reorganizándose el
territorio por el virrey Francisco de Toledo en la década de 1570.
En efecto, ya en 1542 se había instituido el
virreinato del Perú, el más extenso que tuvo España, pues gobernó, más o menos
directamente, todas las posesiones españolas del continente sudamericano hasta
la remodelación del siglo XVIII.
En el año 1780, Túpac Amaru fue protagonista
de la única rebelión indígena organizada de la época colonial, sofocada un año
después.
La oleada independentista suscitada en un
principio por la ocupación napoleónica de España, llegó al Perú con cierto
retraso, constituyendo éste, durante su primera parte, una especie de reducto
realista. El primer intento de cambiar el orden institucional fue la
expedición, desde el Sur, del argentino San Martín, con una primera
proclamación de independencia en 1821.
El general San Martín, nombrado Protector, se
retiró tras la derrota de Ica. Los patriotas peruanos pidieron entonces la
ayuda militar de Bolívar. La época de incertidumbre acabó con la consolidación
de la independencia en 1824, tras la batalla de Ayacucho.
Sólo con la elección, en 1845, del mariscal Ramón
Castilla, la república peruana encontró una relativa paz interior y comenzó a
organizar su vida política y económica.
Se abolió la esclavitud, llegaron los
primeros ferrocarriles y el alumbrado por gas, se reorganizaron los servicios
públicos y se estableció una política de extracción y exportación de
fertilizantes naturales (guano) que iniciaron una época de prosperidad, la cual
duró hasta el agotamiento de ese material.
Los primeros sellos de correos emitidos por
el estado peruano lo fueron en 1858.
Hubo en 1864 una corta guerra con España (el
mismo conflicto al que se aludió en la entrada ‘Chile’), cuyo único hecho
destacable fue el bombardeo de El Callao por la escuadra de Méndez Núñez.
En 1879 Perú entró en guerra con Chile,
participando en la llamada ‘Guerra del Pacífico’ de refilón, pues estaba unido
por un tratado militar con Bolivia, siendo el nudo del conflicto la disputa
entre Chile y Bolivia por los territorios salitreros hoy en el norte chileno.
Las tropas chilenas llegaron a ocupar Lima, llegándose al Tratado de Ancón
(1883), que puso fin a la guerra, pero provocó a su vez una contienda civil
entre peruanos partidarios y enemigos de la firma del mismo.
El Tratado en cuestión fue complementado por
el de Lima (1929). Como resultado de uno y otro, aparte de la provincia de
Tarapacá (ya chilena desde 1883), se acordó que la de Tacna sería devuelta al
Perú, quedándose Chile con la de Arica.
Tras un periodo de ‘Reconstrucción Nacional’,
de relativa calma, no puede decirse que se produjera la reactivación económica
ni la paz política hasta la presidencia de Piérola, con quien se inicia la
época llamada de ‘República Aristocrática’, cuyo nombre ya indica su
orientación.
A ella le sucede el ‘Oncenio’ de Leguía, más
bien de signo contrario, que terminó en 1930. En esta fecha se inicia una fase
de alternancia de gobiernos elegidos, gobiernos militares e irrupción de
movimientos populistas, como el APRA.
Entre tanto, hacia el decenio de 1950, se
inicia el éxodo rural desde la sierra a las ciudades de la costa, en busca de
mejores condiciones de vida.
En 1968 tuvo lugar la llamada ‘Revolución de
las Fuerzas Armadas’, con el general Velasco Alvarado como principal
protagonista, portador de un mensaje antiimperialista, anti– estadounidense y
antioligárquico. Hacia fines de los años 70 el sistema se enfrentó a un
descalabro económico.
Se retornó a la democracia mediante una Asamblea
Constituyente y elecciones en 1980.
Durante los 80 el país se enfrentó con una
fuerte crisis, debida al descontrol del gasto fiscal, a una considerable deuda
externa y a una creciente inflación. Además, todo ello coincidió con un
conflicto armado interno, a raíz de la aparición de movimientos guerrilleros y
terroristas de inspiración comunista. El más extendido y conocido fue ‘Sendero
Luminoso’, particularmente feroz, que pretendía implantar el maoísmo. La
Policía y las Fuerzas Armadas hubieron de emplearse a fondo, provocando los
combates más de 70.000 muertos.
La crisis entró en su fase más crítica a
fines de la década, durante el primer gobierno de Alan García, cuando el país
llegó a una hiperinflación de 7.649% en 1990, mientras tenía lugar el momento
más duro de la lucha contra ‘Sendero Luminoso’.
El gobierno de Alan García terminó en medio
de una creciente impopularidad, siendo elegido en 1990 Alberto Fujimori, hijo
de inmigrantes japoneses.
Si Fujimori fue, y sigue siendo hoy, una
figura controvertida entre los propios peruanos, ciertamente resulta difícil
emitir desde el exterior un juicio objetivo de conjunto.
Fue elegido tres veces; la segunda, en 1995,
tras una reforma constitucional que se inventó, discutible y discutida. Se
mantuvo un decenio en el poder, contando, desde el principio y en todo momento,
con la oposición encarnizada de una fracción de la Cámara.
Entre sus méritos se cuenta haber enderezado
la situación económica, aunque con medidas enérgicas que produjeron un aumento
del paro; sobre todo, haber acabado de una vez con ‘Sendero Luminoso’, mediante
la detención de sus principales dirigentes en 1992. También le dio popularidad,
incluso a nivel mundial, la resolución, con los mínimos daños posibles, del
secuestro de 800 rehenes en una fiesta de la embajada japonesa, obra de otra
organización terrorista.
No cabe duda, por otra parte, de que usó del
poder de una manera desenfadada, por decirlo suavemente, siendo acusado
repetidas veces de autoritarismo, sobornos a la prensa y, en algunos casos, de
inducción de actos de terrorismo de estado, así como de fomentar y proteger la
corrupción.
Al empeorar la economía y aumentar la
oposición, intentó dimitir desde el Japón, fue destituido y se quedó allí, pues
tenía doble nacionalidad.
Más tarde, con ocasión de un imprudente viaje a
Chile, fue detenido a instancias del gobierno peruano, extraditado y condenado
a 25 años de cárcel, en unos juicios que parecen más políticos que jurídicos.
Las peticiones masivas de indulto han sido
rechazadas en junio de este año por el actual presidente, que obtuvo la
elección en segunda vuelta con un 2% de ventaja frente a su oponente, la hija
de Fujimori, al no poder presentarse él en persona.
En la primavera de 2001 fue elegido Toledo
Manrique, el primer presidente de etnia quechúa. La elección de 2006 vio el
retorno de Alan García, con un perfil y discurso más moderado que en su primer
gobierno; fue entonces cuando se inició la negociación del tratado de libre
comercio con EE.UU.
En junio de 2011 fue elegido, en las
condiciones explicadas, el ex– militar Olianta Humala, que ha continuado la
política neoliberal de sus antecesores inmediatos.
El Perú es una república presidencialista con
división de poderes. El Presidente es, además de Jefe del Estado, Jefe del
Ejecutivo, y designa al Consejo de Ministros. Es responsable de la defensa
nacional y Jefe de las Fuerzas Armadas. Se elige cada 5 años y, según la actual
Constitución, no puede ser inmediatamente reelegido.
El Congreso es unicameral, y puede proponer
leyes, igual que el Ejecutivo.
La cordillera andina determina la
diferenciación de tres regiones: costa, sierra y selva.
La costa peruana es una franja árida y llana
paralela al litoral, con una anchura máxima de 180 Km. A lo largo de ella se
pueden encontrar extensiones cubiertas de arena que forman los ‘desiertos’ del
país, tales como los de Sechura y Pisco.
La sierra está conformada por un sistema de
cordilleras paralelas en los diferentes sectores: 3 en el N, 3 en el centro y 2
en el S, formando nudos en los puntos de encuentro. Los Andes del N son más
bajos (2.145 m en el punto menos elevado de la cordillera) y más húmedos.
Los del centro son los más elevados y
abruptos, con el pico de mayor altura del país (Nevado Huascarán, a 6.768 m).
Los Andes del S son, por su parte, los de mayor anchura; en este sector se
encuentra la meseta del Collao, también conocida como el altiplano.
La selva, ubicada en el E, es una vasta
región cubierta de vegetación, que constituye casi el 60% de la superficie del
país. Se distinguen la selva alta y la baja. La primera está formada por los
valles de transición entre la cordillera andina y la zona amazónica, con
alturas entre 3.500 y 800 m.
La selva baja, o bosque tropical amazónico se
ubica entre los 800 y los 80 m; allí se encuentran los ríos más extensos y
navegables, como es el caso del Amazonas, que pasa por la ciudad de Iquitos, la
principal de la zona. Los relieves no son significativos.
Además de la cuenca hidrográfica costera y de
la amazónica, naturalmente mucho más importante, hay que señalar los ríos que
desembocan en el lago Titicaca, en el altiplano, para luego desaguar por otros
ríos en el Atlántico. El Titicaca, compartido con Bolivia, es el lago más alto
del mundo (3.808 m), y el segundo en extensión de Sudamérica (8.300 Km2).
Perú no posee el clima tropical que
correspondería a su latitud. La influencia andina y la de la corriente fría de
Humboldt determinan una gran diversidad climática: clima subtropical árido o
desértico en la costa; climas templados subhúmedos, frío, frígido o de puna (a
más de 4.000 m) y gélido o de nieve por encima de los 5.000.
En la selva alta hay un clima subtropical muy
húmedo, y en la baja tropical húmedo (precipitaciones de unos 2.000 mm y
temperaturas promedio de 27ºC).
El Perú es considerado como uno de los 17
países megadiversos, con gran variedad de ecosistemas y consecuente riqueza de
fauna y flora.
En cuanto a recursos económicos, empecemos
por señalar, respecto al sector agropecuario, que ya de la época prehispánica
procede la construcción de terrazas en pendientes y la domesticación de la
llama y de la alpaca.
En la actualidad, entre los principales productos
citaremos patata, cereales, café, frutas y hortocultivos.
Los recursos marinos son vitales para la
economía. Perú es el primer productor mundial de harina de pescado.
En minería, ejerce una especie de liderazgo
en Sudamérica, siendo rico en oro, zinc, plomo, estaño, cobre y plata. También
posee petróleo.
El número de turistas es creciente, atraídos
por variados puntos de interés: tesoros arqueológicos e históricos, montañas
andinas y selva amazónica. El turismo es la 3ª industria de la nación, tras la
pesca y la minería, empleando al 11% de la población activa.
Entre las exportaciones cabe destacar:
minerales, petróleo, gas y derivados, café, espárragos y otros productos
hortícolas, fruta, textiles (algodón y alpaca), pescado y harina de pescado.
Se puede hablar de un boom económico en la
década de 2000, y en 2011 era uno de los países con más rápido crecimiento del
mundo. El gobierno trata de atraer inversiones extranjeras, sobre todo para
intensificar la explotación minera, mejorar la agroindustria y diversificar las
exportaciones.
Sin embargo, se ha tropezado en áreas rurales
con oposición a los proyectos mineros, afirmando los residentes locales que causarán polución, agotarán reservas de
agua insuficientes y no los sacarán a ellos de la pobreza.
Grupos indígenas,
tanto en la zona andina como en la amazónica, consideran que las minas, diques
y pozos petrolíferos lo que hacen es
destruir sus tierras ancestrales, habiendo crecido el espíritu reivindicativo.
Se puede afirmar, en resumen, que tanto el
crecimiento como la reducción de la tasa
de pobreza han sido importantes, pero ésta última continúa alta: 30%, y más del
55% en zonas rurales.
Hay otro aspecto a considerar y prevenir.
Según informes de la ONU, Perú se ha convertido en el mayor productor mundial
de hojas de coca, habiendo indicios de que los narcotraficantes colombianos
tiendan a trasladar parte de sus operaciones a territorio peruano. Aparte de
otras consideraciones obvias (como que tiende a aumentar el consumo local), los
ecologistas están preocupados por el impacto negativo de ese cultivo y
fabricación sobre los bosques lluviosos: deforestación y efectos nocivos de los
vertidos de sustancias utilizadas en el proceso.
País de inmigración en el siglo XIX y
comienzos del XX, se ha convertido en tierra de emigración en las últimas
décadas. Es cierto que la salida de emigrantes se ha estabilizado en los
últimos años de estabilidad y de mejora
de condiciones económicas, pero, en cualquier caso, más de 2 millones de
personas han emigrado en los últimos decenios, principalmente a EE.UU., España
y Argentina.
Por lo que se refiere a la anterior fase
inmigratoria, destacaremos la población de chinos y japoneses (entre las
mayores de Iberoamérica), económica y culturalmente influyentes.
Los grupos étnicos principales son:
amerindios, 45%; mestizos, 37%; blancos, 15%. La población urbana supone el
76%, y la rural, el 24%. Su distribución por zonas es: costa, 54,6%; sierra,
32%; selva, 13,4%.
Utilizan el español como lengua materna el
83,9%, y el quechua, el 13,2%. En las zonas urbanas, especialmente en la costa,
hay un monolingüismo español. En cuanto a la religión, católicos, 81,3%;
evangélicos, 12,5%; otros, 3,3%; no consta, 2,9%.
La esperanza de vida es de 73 años, y la tasa
de fertilidad, 2,25 hijos/mujer. La tasa oficial de alfabetización es del
89,6%.
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