jueves, 12 de abril de 2012

CÁUCASO 1 (hasta 1991)




El Cáucaso es una región natural situada entre Europa del Este y Asia Occidental, entre el Mar Negro y el Mar Caspio. Su cumbre de mayor altitud es el monte Elburs, en la parte septentrional, con 5.642 m de altitud, aunque existen otros tres picos que superan los 5.000.

Se pueden distinguir dos subregiones:


Cáucaso Norte o Ciscaucasia, que pertenece a la Federación Rusa y se divide en 7 repúblicas autónomas, de entre las cuales la más conocida es Chechenia, por su feroz lucha contra Rusia, prolongada por medio del terrorismo, en búsqueda de independencia para esta región musulmana.

Cáucaso Sur o Transcaucasia, donde coexisten dos estados de religión cristiana, Georgia y Armenia, y uno musulmán, Azerbaiyán. De esta parte es de la que nos vamos a ocupar en esta entrada y en la siguiente.

Mientras que la zona central del Cáucaso se halla cubierta de numerosos glaciares, sin que falten los sectores volcánicos, la occidental está dominada por la presencia de abundantes bosques, y la oriental, de menor altitud y más seca, es semidesértica.

El Cáucaso carece de valles longitudinales que puedan atenuar su carácter de obstáculo en las comunicaciones. En la zona central, la principal carretera incluye un puerto de 2.388 m de altura.

Entre el Gran Cáucaso y el Pequeño Cáucaso se extiende la Transcaucasia, abarcando el espacio entre Mar Negro y Mar Caspio. Región geológicamente compleja, con dos cuencas fluviales bien diferenciadas: la Cólquida al O y las llanuras de Azerbaiyán al E. Al Sur, las montañas de Georgia y de Armenia constituyen el tercer sector, el Pequeño Cáucaso, cuya altitud media se halla alrededor de los 2.000 m.

Aunque a lo largo del siglo XX, el Cáucaso había quedado políticamente agrupado en sólo tres estados (Turquía, el Imperio Ruso sucedido por la URSS y Persia, luego llamada Irán), al disolverse la URSS aparecieron, desgajadas de sus zonas periféricas, nuevas naciones, iniciándose además luchas y enfrentamientos entre diversos grupos étnicos de la región.

En consecuencia, a los dos estados que ocupaban la vertiente Sur, Turquía e Irán, se han añadido en la zona central Georgia, Azerbaiján y Armenia, además de Rusia, dueña de la zona Norte, que controla un conglomerado de divisiones en definitiva administrativas.

Georgia tiene conflictos con dos regiones independentistas, apoyadas por Rusia (Abjazia y Osetia del Sur), mientras que Armenia y Azerbaiján están enfrentadas por la región de Nagorno Karabaj, que, poblada por una mayoría armenia, se separó de Azerbaiján con apoyo armenio.

Los pueblos que residen en estas zonas hablan aproximadamente un centenar de lenguas y distintos dialectos, pertenecientes unas y otros a las familias de las lenguas caucásicas, pero también a otras: indoeuropeas, altaicas o semíticas.

Cohabitan allí decenas de pueblos, unos presentes desde hace miles de años, otros llegados desde hace algunos siglos, como los rusos, y se profesan al menos 7 religiones.

La extrema diversidad cultural, étnica y religiosa condiciona en buena medida las crisis que afectan a la región.


GEORGIA


Georgia es un país de cultura rica y antigua que se remonta a milenios. Comparte fronteras con Rusia al N, con Azerbaiján al E, con Turquía y Armenia al S.

En tiempos del Imperio Romano, estaba dividida en dos reinos: al Oeste, la Cólquida, conquistada por los romanos; al Este, el reino de Iberia, vasallo de aquéllos. Adoptaron pronto el cristianismo, respectivamente en 523 y 317.

Más tarde, los árabes conquistaron la zona en el siglo IX. Reconstituido el reino, llegó a la cima de su poder político y económico en los siglos XI- XII, durante el reinado de David IV y la reina Tamar. Las invasiones mongolas darían lugar a la desintegración, y después, en el siglo XVI, al reparto parcial entre los Imperios Persa y Otomano.

Tras un periodo de protectorado ruso, el zar Pablo I proclamó en 1800 la anexión a Rusia. Después del levantamiento de una parte de los nobles y de una corta guerra, Alejandro I confirmó la incorporación en 1810. Entre 1803 y 1878, como resultado de las numerosas guerras rusas contra Turquía y Persia, diversos territorios fueron agregados a Georgia.

Al producirse el colapso del Imperio Ruso en 1917, la República Democrática de Georgia fue el primer estado moderno en esa región, existiendo entre 1918 y 1921. Se proclamó el 26 de mayo de 1918, y fue liderada por el partido socialdemócrata menchevique, siendo reconocida de inmediato por Alemania y Turquía, y objeto de especial protección por parte de la primera, que la protegió de la reacción bolchevique.

Tenía una extensión de 107.600 Km2, mucho mayor que la actual, que es de sólo 69.700 Km2.


Derrotada Alemania, el joven estado, enfrentado a problemas tanto internos como externos, no pudo resistir la invasión del Ejército Rojo, y se hundió entre febrero y marzo de 1921. La República Democrática fue sustituida por una República Soviética, que duró hasta 1923.



Batum

Es un puerto en el Mar Negro, en el SO de Georgia, a 30 Km de la frontera turca.

Anexionado por Rusia en 1878 en virtud del Tratado de San Estéfano, fue en su momento una estación estival que gozó de los favores de los sectores pudientes del Imperio. Con ocasión de las convulsiones de la Revolución, los turcos la recuperaron en abril de 1918. 

Los ingleses llegaron en diciembre del mismo año, tras la derrota turca y en medio de la Guerra Civil rusa, permaneciendo hasta julio de 1920. En esa fecha, Mustafá Kemal acordó cederla a los bolcheviques a condición de garantías para la población musulmana.

Durante la ocupación británica, la falta de sellos aconsejó imprimir una serie. En una segunda fase, añadieron la sobrecarga ‘British Occupation’ que se había omitido en la primera.

Hoy Batum es un puerto de Georgia con unos 137.000 habitantes, importante por ser terminal del oleoducto transcaucásico.


AZERBAIJÁN

Es un país euroasiático situado en el Cáucaso a orillas del Mar Caspio. Limita con Rusia por el Norte, con Georgia y Armenia por el Oeste y con Irán por el Sur.

Los caucásicos albaneses, habitantes originarios de la zona, establecieron un reino independiente en torno al siglo IV a.C. Lograron mantener esa independencia cuando los partos y los romanos empezaron a expandir sus dominios por la región.

En el 252, el territorio se convirtió en vasallo del Imperio persa sasánida, mientras que el cristianismo fue adoptado como religión oficial en el siglo IV. A comienzos del XI, fue dominado gradualmente por oleadas de tribus turcas del Asia Central. Más tarde fue sometido por los mongoles de Tamerlán y después por dinastías iraníes, hasta quedar integrado en el Imperio Ruso tras la guerra ruso-persa de comienzos del siglo XIX.

Tras la caída del Imperio de los zares en 1917, su suerte fue paralela y similar a la de Georgia. Declaró su independencia como República Democrática de Azerbaiján en mayo de 1918, siendo la primera república parlamentaria del mundo islámico, pero sólo duró 23 meses.


En abril de 1921, la invasión del Ejército Rojo dio lugar a la República Socialista Soviética de Azerbaiján, hasta que, tras la fallida experiencia de la República Soviética del Cáucaso, el territorio se integró plenamente en la URSS en 1922.


Durante la Segunda Guerra Mundial, surtió de petróleo al ejército soviético. La ofensiva alemana de 1942, que acabó trágicamente en Stalingrado, tenía como objetivo el petróleo de la zona de Bakú.

En los años ochenta, hubo enfrentamientos constantes con los armenios en torno al enclave de Nagorno Karabaj. Las alteraciones derivaron en llamamientos a favor de la independencia.


ARMENIA

Armenia es un país euroasiático, sin salida al mar, ubicado en el Cáucaso Meridional. Es hoy un país independiente que hunde sus raíces en un largo, glorioso y complejo pasado.

Aunque ya alrededor del año 600 a.C. existió un reino de Armenia, éste se consolidó hacia el año 190 a.C., y alcanzó su máxima expansión entre el 95 y el 66 a.C., bajo Tigranes el Grande, cuando fue llamado ‘el Imperio de los Tres Mares’, por alcanzar el Negro, el Caspio y el Mediterráneo.



En el año 301 fue el primer país del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial del Estado, por influencia de San Gregorio el Iluminador, considerado hoy como patrón de la Iglesia Armenia. En el 405, el país creó su propio alfabeto, que aún pervive.


Tras la caída del reino en el 428, fue incorporado en el Imperio Persa, con cierta autonomía. Al caer Persia ante los árabes, emergió como Principado autónomo, reconocido por el Califa y por el Emperador bizantino. En el 884 recuperó la independencia; pero la batalla de Manzikert (1071), que entregó Anatolia a los turcos seljúcidas, acabó con el reino armenio. Sólo una parte pudo refugiarse en el sur de Anatolia, en Cilicia (Pequeña Armenia), bajo protección bizantina.

Al debilitarse el reino turco seljúcida, resurgió un principado armenio semiautónomo, que sufrió las invasiones mongolas del siglo XIII. El año 1500, el nuevo Imperio turco otomano y el persa safávida se repartieron el territorio, quedándose aquél con la mayor parte.

Esta situación perduró 300 años, hasta que intervinieron los rusos, que, en la guerra ruso-turca de 1828, se quedaron con la parte oriental (la cual viene a  coincidir con la Armenia actual). Los restantes permanecieron bajo dominio otomano.

Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno nacionalista de los ‘Jóvenes Turcos’ comenzó a mirar a los armenios con suspicacia creciente, debido al hecho de algunas revueltas y a que irregulares armenios combatían con el ejército ruso que atacaba en el Cáucaso. A ello se sumó el odio tradicional de los curdos, vecinos de los armenios, contra éstos.

El resultado fue un genocidio brutal, el primero de los del siglo XX, en los años 1915 a 1917. A pesar de las contumaces negativas turcas (que continúan en el día de hoy), apoyadas en explicaciones inconsistentes, hay que concluir que se trató de una matanza organizada y perpetrada por el Gobierno. Las estimaciones de los armenios muertos oscilan entre 650.000 y millón y medio de personas. Hoy ya no hay armenios en Anatolia. Los que lograron escapar son el origen de una gigantesca diáspora.


Los avances en el Cáucaso del ejército zarista quedaron sin efecto por la revolución bolchevique de 1917. Tras un intento, pronto fallido, de constituir una federación, cada una de las zonas caucásicas controladas por los rusos trató de arreglárselas por separado. Así nació, el 28 de mayo de 1918, la República de Armenia.

Acabada la Guerra Mundial, los aliados vencedores (sobre todo por iniciativa del británico Lloyd George, ferozmente antiturco) preconizaron una política de desmembración, no ya del Imperio Turco, sino de la misma Turquía. A tales fines, el Tratado de Sévres, filial del de Versalles, previó un estado armenio relativamente extenso en el cuadrante nordoriental de Anatolia.

Los límites habrían de ser fijados por el presidente americano Wilson; pero, como es sabido, éste, harto de sus colegas, se marchó a su casa y ni siquiera firmó el Tratado, como tampoco el de Versalles, que creaba la flamante Sociedad de Naciones.

Todo ello resultó en definitiva inoperante, pues Mustafá Kemal, padre de la nueva Turquía, conquistó Anatolia, echó al Sultán, proclamó la República y obligó a los aliados a sustituir el ya  caduco Tratado de Sévres por el de Lausana (1923), en el que desde luego no se hablaba ya para nada de un estado armenio en Anatolia.

Pero en el Cáucaso habían seguido ocurriendo cosas. En 1920, Armenia y Turquía entraron en guerra. El conflicto terminó por el Tratado de Alexandropol (2 de diciembre de 1920): Armenia, derrotada, tuvo que ceder más del 50% de su territorio.

En los mismos días, el Ejército Rojo invadió el país por el Norte (29 de noviembre) y entró en la capital, Ereván (2 de diciembre). Y así acabó la efímera República Democrática de Armenia.

Armenia se convirtió en 1920 en una República Soviética, que duró hasta 1923. Pasó en 1924 a ser incluida a todos los efectos en la URSS, y utilizó desde entonces los sellos de ésta.


El Tratado de Kars (1921), suscrito entre Turquía y la URSS, fijó las fronteras que siguen vigentes en la actualidad, sustancialmente iguales a las del ya caducado Tratado de Alexandropol.

No vamos a entrar en las vicisitudes de Armenia como parte de la URSS, pero sí es preciso mencionar los continuos y violentos conflictos que se desarrollaron en la década de los ochenta, en el periodo de Gorbachov, entre armenios y azeríes de Azerbaiján. El punto de fricción, que sigue vigente, fue el enclave de Alto Karabaj o Nagorno Karabaj.


REPÚBLICA DEL CÁUCASO

En 1923, las tres Repúblicas Soviéticas de Georgia, Azerbaiján y Armenia, siguiendo órdenes de Moscú, se unieron en una especie de Federación que recibió el nombre de República Soviética del Cáucaso, emitiendo algunos sellos privativos.

Duró poco tiempo, pues, en 1924 y de nuevo según órdenes recibidas, desapareció, y las tres zonas de Transcaucasia pasaron a  formar parte de la nueva URSS, como ‘repúblicas’ integrantes de la misma, desapareciendo toda autonomía postal.

El siguiente capítulo de la historia se escribirá desde 1991, a partir de la implosión y desaparición de la Unión Soviética.



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